No es ningún secreto que Roman Zozulya es enemigo público número uno en territorio vallecano. El futbolista ucraniano tuvo que abandonar el Rayo Vallecano después de la presión que ejercieron los bukaneros contra el delantero, sobre quien se decía que apoyaba a los partidos de extrema derecha y neonazi de su país.
El jugador volvió este domingo 15 de diciembre al Estadio de Vallecas para jugar con el Albacete una nueva jornada de la Segunda División. Desde el calentamiento del equipo albaceteño se escucharon insultos hacia Zozulya por parte de los aficionados del Rayo. Estos fueron subiendo en intensidad y en gravedad según se fue disputando la primera mitad.
Y no solo cánticos, también pancartas. Ante los reiterados "Zozulya eres un nazi", José Antonio López Toca, colegiado del partido, decidió parar el encuentro durante varios minutos, mientras que desde megafonía se instaba a los aficionados locales a poner punto y final a esos insultos contra el ucraniano. De lo contrario, que el choque se siguiese disputando corría serio peligro.
El partido pudo llegar al descanso con el empate a cero inicial luciendo en el marcador, pero el resultado era lo menos importante en esos instantes. Ya en vestuarios, los futbolistas del Albacete se han negado a volver a saltar el terreno de juego para jugar la segunda mitad. Apoyo total a su compañero Zozulya al que han llamado, una y otra vez, "puto nazi" en Vallecas.
Reacciones ante los cánticos
Ni los jugadores del Albacete ni tampoco el colegiado del encuentro querían que continuase el encuentro. Ambas partes consideran que es inaceptable ese tipo de cánticos e insultos en un campo de fútbol. Detalle importante, por lo que no sería un plantó del conjunto manchego, ante el que sí podría haber sido sancionado, sino una decisión consensuada con el cuerpo arbitral.
No solo ellos, desde ciertos sectores de la grada del Estadio de Vallecas, que fue vaciándose con el paso de los minutos al dar por hecho que el partido se acabaría suspendiendo, cargaron contra los bukaneros: "Esto es fútbol, vale ya". Finalmente, y después del bochornoso espectáculo, se anunció que el partido quedaba oficialmente suspendido.
Antes del enfrentamiento, fue el mismísimo Paco Jémez el que públicamente pidió a los aficionados del Rayo Vallecano respeto por Roman Zozulya. La duda era de si este iba a viajar hasta allí para jugar con el Albacete o daría un paso a un lado para evitar cualquier tipo de polémica o acto en contra de su persona.
Comunicado de LaLiga
Antes de que se comunicase la suspensión del partido de forma oficial y mientras los aficionados rayistas comenzaban a abandonar su estadio, los propios radicales entonaron un cántico que tras lo sucedido solo se puede calificar como de mal gusto:
"¡Era una broma, Zozulya era una broma!", cantaron los bukaneros. Pero esto no evitó la suspensión del choque así como el comunicado de LaLiga mostrándose a favor de la decisión de suspender el Rayo Vallecano - Albacete.
"LaLiga manifiesta su acuerdo con la decisión tomada por José Antonio López Toca, el árbitro del partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete Balompié, de suspender el encuentro ante los graves insultos y amenazas sucedidos durante la primera parte contra Roman Zozulya, jugador del club visitante y ante la petición de los dos equipos en el estadio de Vallecas. Desde LaLiga seguimos trabajando para erradicar la violencia, el racismo y la xenofobia en los estadios del fútbol profesional español", sentenció el organismo del fútbol nacional.
El Albacete emitió luego un mensaje en sus redes sociales en el que confirmó que la decisión de cancelar el encuentro tras paso por vestuarios fue consensuada por parte de todos los agentes implicados: "Con el respaldo de Rayo Vallecano, Albacete Balompié y de LaLiga, el árbitro y la RFEF han decidido suspender el partido en Vallecas. Una decisión tomada con el único objetivo de salvaguardar los valores del deporte que amamos y de nuestra competición".
El inicio de la historia
Todo esto que ha sucedido en el Estadio de Vallecas viene de lo que ocurrió en el año 2017. Fue durante el mercado de invierno de aquel año cuando el Rayo llegó a un acuerdo con el Betis para hacerse con los servicios de Roman Zozulya, en calidad de cedido. Pero este tuvo que abandonar el equipo franjirrojo después de la fuerte oposición de cierto sector de la afición vallecana ante su llegada.
¿Por qué? Zozulya fue vinculado con los partidos de ideología neonazi y de extrema derecha de Ucrania. Este pensamiento llegó porque se hizo pública una imagen del delantero en la que posaba con un arma, fue esto lo que desencadenó un sinfín de rumores y que ya a su llegada a España fuese visto con recelo. Pero esto adquirió grandes dimensiones tras el trato entre Rayo y Betis.
El propio Zozulya tomó la palabra cuando se desvinculó del Rayo Vallecano para desligarse de cualquier tipo de vinculación con la extrema derecha: "No compramos armas, sino una ambulancia. Hemos ayudado al ejército de mi país, a los soldados, a los niños con medicinas y comida… Dicen que tiene pruebas de que yo soy fascista. ¿Qué pruebas? Fascismo es ir a matar a otro país por dinero, como han hecho algunos ultras del Rayo en el Donbass".
Y es que el delantero forma parte de una organización que se definía a sí misma como "un movimiento civil voluntario que asiste a las Fuerzas Ucranianas en la Guerra del Donbass y cuya función principal es proveerles de víveres y equipamiento técnico". De hecho es fundador de esta, llamada 'Ejército del Pueblo', y por todo ello fue condecorado por el Ministro de Defensa de su país, Stepan Poltorak, por su apoyo a las tropas, sus méritos militares y "defender a su país del separatismo".
No llegó a jugar con el Rayo
Desde el día en el que se confirmó su préstamo por el conjunto vallecano, la afición rayista se personó en las instalaciones para dejar claro que Roman Zozulya no era bienvenido en su territorio. Tanto fue el empuje de estos, que se decidió que el futbolista regresase a Sevilla para ejercitarse junto al Betis a la espera de lo que ocurriese con su futuro.
Mientras LaLiga y la AFE apoyaban al jugador ucraniano, su desembarco definitivo en el Rayo Vallecano se teñía cada vez más de negro. La afición utilizaba los partidos para protestar la posible incorporación de Roman, mientras el eslogan "Zozulya not welcome" se hacía viral en las redes sociales.
Finalmente, y después de un enfrentamiento Betis - Rayo por ver quién se hacía cargo del futbolista, se firmó la rescisión del acuerdo entre ambos equipos en el mes de marzo. Así, el delantero ni entrenó ni jugó un solo partido luciendo en el pecho el escudo del cuadro vallecano. Pero en su vuelta, no se olvidan de aquel capítulo y los bukaneros, aún después de la suspensión del encuentro, se mantienen firmes.
"Ni por racismo, ni por xenofobia ni por violencia. La primera vez que se suspende un partido en España es por decir la verdad. Zozulya es un nazi", reza el mensaje publicado en sus redes sociales por los bukaneros. Un suceso que va a traer muchas consecuencias.
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