El Esperance tunecino goleó al Al Sadd que dirige el español Xavi Hernández y que capitanea su compatriota Gabi Fernández (5-2) y terminó quinto clasificado en el Mundial de Clubes 2019.
La expulsión antes de la media hora de juego de Abdelkarim Hasan Fadlalla, que evitó con la mano un gol, terminó por dilapidar las opciones del representante catarí que en ese momento ya perdía por 0-2 con los tantos de Hamdou El Houni y Anice Badri, que después hizo también el tercero al transformar el penalti.
Xavi Hernández habló tras el encuentro dejando ver su enfado y decepción con el equipo: "Estoy muy triste, muy decepcionado y muy enfadado porque habíamos jugado muy bien los dos primeros partidos. No puedo entender cómo hemos empezado este sin actitud, sin ambición y sin pasión".
Además, consideró que estar en la competición es "un premio" para ellos por lo que no puede entender al equipo este martes. "Este no es el Al Sadd que queremos. Jugamos muy bien ante el Monterrey y el Hienghene, con intensidad, con ambición y con pasión", agregó.
También aseguró que estos valores "en el fútbol no pueden faltar". "Sin ellos es imposible. Somos el Al Sadd. Hemos jugado frente a los campeones de África. Nuestra actitud en los primeros 20 minutos es inaceptable", indicó. Por último, realizó una reflexión después de la derrota: "Tenemos que cambiar y ajustar muchas cosas. Siento pena por los aficionados del Al Sadd porque esta no es la imagen del equipo".
Mal balance en el Mundial
El Al Sadd echó el cierre a su participación en el torneo con su triunfo en el duelo de primera ronda con el Hienghene Sport de Nueva Caledonia y la derrota contra el Monterrey (3-2), que le apartó de las semifinales y que le abocó a la puja por el quinto puesto que le arrebató el Esperance tunecino, que en cuartos cayó con el Al Hilal Saudí, rival del Flamengo.
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