El duelo entre los dos mejores equipos de la segunda vuelta se saldó con un 3-1 del Real Zaragoza, que pisa el acelerador de cara al ascenso a Primera División, ante un Deportivo que perdió un partido nueve jornadas después en un buen encuentro marcado por la expulsión de Gaku, que dejó con 10 a los visitantes.
Maños y coruñeses hicieron desde el pitido inicial honor a su escudo y a su historia y protagonizaron un espectáculo muy superior a los que el aficionado acostumbra a ver en la categoría de plata, con numerosas ocasiones para ambos equipos, muchas de ellas claras.
Fueron los locales a los cuatro minutos quienes mordieron primero y, tras una buena internada de Puada por la banda derecha, un cabezazo de Burgui estuvo a punto de abrir un marcador, que marcó el 1-0 solo un minuto después con un golazo de Íñigo Eguaras desde fuera del área.
No se vino abajo el Dépor, ni mucho menos, que con sus contragolpes puso en serios aprietos a la defensa blanquilla en no pocas ocasiones y fue Mollejo en el 11 el que firmó el empate ayudado por un mal despeje de Eguaras que iba por el camino de convertirse en un gol en propia puerta.
El conjunto aragonés acusó el golpe y siguió sufriendo ante el peligro de los gallegos a la contra y a balón parado, pero en el momento más necesario un cabezazo de Pichu Atienza les volvió a poner por delante en el partido.
Pero las ocasiones, aunque con cierta menor intensidad, no cesaron en los últimos minutos del primer tiempo y, de hecho, tuvo que ser el larguero el que impidiera el empate del Deportivo tras una falta peligrosa botada magistralmente por Ager Aketxe.
Los segundos 45 minutos arrancaron menos vistosos y con un Zaragoza que no buscaba tanto el protagonismo y que prefería no correr riesgos, pero todo cambió cuando una dura entrada le costó la segunda amarilla a Gaku y dejó a los de Fernando Vázquez con uno menos.
Escasos dos minutos después, en el 61, Luis Suárez recibe un pelotazo de Eguaras, se planta solo ante Dani Giménez y le bate haciéndole un caño para anotar el 3-1.
A la escuadra gallega no le faltó voluntad pese al último varapalo, pero poco pudo hacer en los minutos que restaban de partido ante un Real Zaragoza que incluso rozó el cuarto en un par de ocasiones más, ambas con Suárez de protagonista, y otra tercera ya en el añadido de la mano de James Igbekeme.