300 días se cumplen desde aquel 1 de mayo en el que se conoció que Iker Casillas había sufrido un infarto de miocardio durante un entrenamiento rutinario con el Oporto. El mundo del deporte se volcó con el guardameta que militara en el Real Madrid y que defendiese el escudo de la selección española durante 167 partidos.
Aún no se ha cumplido un año de aquella fatídica fecha, pero mucho ha cambiado la vida del portero español. Desde entonces se había especulado con si se volvería a ver al de Móstoles en un terreno de juego y aunque parecía que ese momento podría llegar en este 2020, el destino le ha llevado a un futuro muy diferente.
Casillas ha confirmado que se presenta a las elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Su rival en los comicios es Luis Rubiales, el actual presidente y aunque todavía rodean a su candidatura ciertas incógnitas, lo cierto es que el efecto del anuncio ha supuesto todo un terremoto en el fútbol español.
Un 1 de mayo negro
El Oporto llevaba a cabo uno de sus entrenamientos semanales en la ciudad deportiva, en Olival, cuando Casillas se sintió indispuesto. El guardameta no se sentía bien y remitió sus sensaciones para ser atendido de inmediato por los servicios médicos del club portugués.
Después de ser observado por estos, tal y como establece el protocolo del Oporto, Iker fue derivado al hospital CUF Porto, donde se le realizó un cateterismo. Los focos se centraron en la ciudad lusa y pronto se emitió un comunicado en el que se informaba que el futbolista se encontraba "bien, estable y con el problema cardíaco resuelto".
Fuera de peligro y después de pasar por la UCI, Casillas pasó a la unidad de cuidados medios tras sufrir un infarto de miocardio por la obstrucción de la arteria coronaria derecha. El médico del Oporto, Nelson Puga, dijo entonces que de no haberle atendido tan rápidamente, Iker podría haber acabado incluso falleciendo.
Recuperación e incógnitas
Cinco días después de sufrir el infarto y ser sometido a un cateterismo de urgencia, Iker Casillas abandonó el hospital CUF Porto. Visiblemente emocionado, y acompañado de Sara Carbonero, el portero mostró su agradecimiento a todo el mundo por las miles de muestras de cariño recibidas en el momento más duro de su vida.
"Esto es algo que puede sucederle a cualquiera en cualquier momento de la vida. He tenido mucha suerte. Ahora me encuentro mucho mejor. Será un reposo de dos semanas o de dos meses, ahora mismo me da igual. Había que esperar a que el corazón y la cabeza se asentase. Tengo la suerte de poder contarlo", dijo.
Durante esos días se especuló incluso con una posible retirada, pero en ese momento Iker Casillas no quiso hablar del tema: "No se que será del futuro, lo importante es estar aquí, pero nos veremos pronto". Comenzó así una etapa de tranquilidad, de recuperación, de cuidarse y centrarse en sí mismo.
A la vez que Iker empezaba una etapa de su vida alejada de los terrenos de juego, después de más de casi dos décadas de carrera profesional, se abrieron muchas incógnitas relacionadas con lo que sería de él tras el infarto: ¿volvería a jugar? ¿Se quedaría de ser así en el Oporto? ¿Ficharía por otro club? ¿Se retiraría?
Rumores sobre su futuro
La primera noticia con la que se especuló fue con su posible paso para formar parte de la directiva del Oporto. Fue entonces cuando el propio Casillas utilizó sus redes sociales para desmentir esa información: "Retirarme, habrá un día que me tenga que retirar. Déjenme anunciar dicha noticia cuando llegue ese momento".
Ante la imposibilidad de poder jugar hasta entrado el 2020, después de que los resultados médicos confirmasen la total recuperación del portero, Iker pasó a ser el enlace entre la plantilla y el club portugués. Los meses continuaron pasando y la sombra de una posible retirado fue haciéndose más grande.
El propio Casillas, durante la presentación de la temporada del CF Pozuelo, habló abiertamente sobre la posibilidad de colgar las botas: "Espero volver a jugar pero no voy a arriesgar. Si me tengo que retirar lo asumiré y lo anunciaré sin ningún problema. Hasta marzo seguiremos haciendo pruebas y con el doctor decidiremos si sigo o no jugando, lo primero es la salud y no hay que correr ningún riesgo", apuntó.
Seis meses después de sufrir el infarto de miocardio, Iker volvió a entrenarse junto a sus compañeros del Oporto y fue entonces cuando Pinto Da Costa, presidente del club, mostró su optimismo por volver a verle de corto: "Estoy convencido de que aún lo veremos con la camiseta del Oporto".
Cuando todo apuntaba a que antes del final de la 2019/2020 se volvería a ver a Casillas en el campo -quien tiene contrato hasta junio de 2021-, saltó la bomba: Iker meditaba presentarse contra Rubiales a las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol.
Dio inicio así a un sinfín de nuevos rumores: ¿dejaría Casillas el fútbol en activo para convertirse en el nuevo presidente de la RFEF? Encuentros con exjugadores como Puyol no hicieron más que incendiar el tema. Recuento de posibles votos a su favor en las elecciones, quiénes podrían acompañarle en esta aventura... Terremoto mediático antes de la confirmación de su decisión.
Confirmación de Iker
Con media España, y también Portugal, hablando sobre la posibilidad de que Iker cambiase el traje de corto por los despachos, llegó la confirmación de su candidatura a la presidencia de la Federación Española el pasado 17 de febrero.
"Sí, me presentaré a la Presidencia de la RFEF cuando se convoquen las elecciones. Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España. He informado de esta decisión al presidente de mi club, el Oorto, al que solo puedo expresar mi más profundo agradecimiento", anunció Casillas en su cuenta de Twitter.
"Estamos trabajando con el máximo respeto y decisión en nuestra candidatura. Más de 23.000 electores nos esperan en unas elecciones justas y transparentes. 139 asambleístas decidirán. Gracias a todos y todas por el cariño que he recibido y recibo. Vuestro apoyo y vuestra fuerza me animan. ¡A por ello!", continuó el de Móstoles.
Todavía se desconoce la fecha de las elecciones. Luis Rubiales quiere que se adelanten, mientras que desde el TAD, aunque no es vinculante, se ha elaborado un informe señalando lo contrario.
El actual presidente no quiere que coincidan ni con la Eurocopa ni con los JJOO. Lo único seguro es que no serán antes de mayo. Un mes en el que en su primer día se cumplirá un año del infarto de Casillas, que ha cambiado por completo su presente y su futuro.
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