El Leganés realizó, a través de su cuenta oficial en la red social Twitter y valiéndose del humor, un seguimiento minuto a minuto simulado del encuentro liguero que debía haberle enfrentado en el estadio de Butarque contra el Valladolid y que ha sido suspendido como consecuencia de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus.
Así, la entidad fue publicando mensajes como si el duelo se jugase en directo empezando por la alineación. En este caso para la supuesta titular optó por repetir el mismo once que ganó la jornada previa al Villarreal y que estuvo formado por Cuéllar; Rosales, Awaziem, Omeruo, Siovas, Jonathan Silva; Amadou, Roque Mesa, Óscar Rodríguez, Ruibal y Carrillo.
Durante el periodo correspondiente a la primera mitad comenzaron relatando los acercamientos iniciales de cada equipo antes de dar protagonismo al sistema de videoarbitraje VAR: '¡Jugada de VAR! Acude el colegiado del encuentro tras una mano del pucela dentro del área... pero cerrado, el VAR está cerrado'.
No fueron las únicas menciones a la situación provocada por el coronavirus antes del descanso ya que en el gol que 'supuso' el 1-0, obra de Óscar Rodríguez, se aclaró que el defensor visitante 'dio la distancia social necesaria' y que en otra acción posterior se paró el partido para que Siovas fuese al baño a lavarse las manos.
La misma línea siguió la narración tras la reanudación, que vio como al poco igualaba la contienda Enes Ünal con un disparo 'desde su casa'. Pudo ser mayor el castigo pero a los blanquivioletas les anularon un gol por fuera de juego porque el delantero 'se estaba echando la siesta'.
Hubo asimismo una jugada 'de película' de conjunto blanquiazul durante unos minutos 'de cine', una expulsión de Kiko Olivas y una jugada 'de videojuego' de los locales que terminó con un toque en largo de Bustinza y el tanto de Guido Carrillo.
Finalmente Aguirre echó 'el cerrojo' para sellar una victoria por 2-1 que nunca existió pero sirvió para demostrar una vez más la creatividad de la entidad madrileña y para entretener a unos aficionados que deberán esperar para presenciar el que estaba llamado a ser un enfrentamiento vital por la permanencia.