El coronavirus ha parado casi por completo el mundo del deporte. Competiciones y torneos aplazados o cancelados, deportistas trabajando en sus casas como pueden... Bajo este escenario, el fútbol femenino no es una excepción. En España, la Primera Iberdrola continúa parada sin saber la fecha en la que se podrá reanudar el campeonato, mientras que la Eurocopa ha sido pospuesta al verano de 2022.
Ahora se abren muchas incógnitas en lo que se refiere al fútbol femenino. Después de haber vivido en el último año y medio una explosión no solo en nuestro país o en el Viejo Continente, sino también en el resto del mundo, comienzan a aparecer las primeras dudas sobre el futuro que le espera a un deporte en auge y con las mujeres como grandes protagonistas.
El pasado 2019, el Mundial celebrado en Francia supuso un espectacular empujón al fútbol femenino. Las miradas de todo el planeta se posaron en figuras como las de Marta, Alex Morgan, Megan Rapinoe, Kosovare Asllani o también en Jenni Hermoso, Irene Paredes o Nahikari. Es por esto que la decisión del aplazamiento de un año de la Eurocopa supone un frenazo a su expansión.
Este parón obligado por el Covid-19 también ha puesto de relieve la importancia de la firma del convenio colectivo del fútbol femenino en España. Más de un año de negociaciones, una huelga y la sombra que planeaba a principios de 2020 porque no se llegaba al deseado acuerdo entre las partes. Fue en febrero cuando se rubricó un convenio que ha dotado de seguridad a las jugadoras en tiempos tan inciertos.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con María José López, codirectora de la asesoría jurídica de AFE, sobre la tesitura real del fútbol femenino español en estos momentos. Una situación que podría haber presentado grandes complejidades para las jugadoras de no haberse firmado el convenio, ya que con el actual escenario hubiese sido más difícil todavía el haber alcanzado un acuerdo.
Los ERTEs en el fútbol femenino
Desde AFE dejan claro que se cerró el convenio colectivo y que este "está vigente", poniendo de relieve que "no es lo mismo cerrar un acuerdo así en una situación sin o con pandemia, cambia la película". En estos últimos días la palabra ERTE se ha vuelto de lo más familiar para todos y gracias al convenio, las futbolistas tienen un sustento al que agarrarse conforme a la ley.
"El convenio hay que cumplirlo. Si un club anuncia un ERTE, se hará de acuerdo al convenio. Por ejemplo, un club anuncia un ERTE y se solicita la suspensión de contrato, las jugadoras tienen que tener claro que están exoneradas de cualquier tipo de actividad. Si hay suspensión de contrato y se entrena, ya estaríamos ante una situación de fraude", señala María José López.
Equipos como el Logroño, Barcelona o Atlético de Madrid han planteado la reducción de jornada. Aquí los salarios los pagan entre clubes y el Estado, pendiendo de cómo sea esa reducción. Las propias futbolistas están en una situación de incertidumbre y acuden a AFE para ser asesoradas: "Estamos teniendo mucho contacto con las jugadoras".
En este punto hay un dato clave. "Hay que tener muy claro que si se hace una reducción de jornada es porque se lleva a cabo un ERTE, no porque se llega a un acuerdo con el club porque me da la gana. Es importante que estén bien informadas y bien asesoradas", explica María José López.
Lucha por la igualdad
Las consecuencias que puede traer consigo la crisis del coronavirus son impredecibles y también afectan al fútbol femenino. Aunque los ingresos de los clubes no dependen directamente de la taquilla, sí que provienen de los derechos de imagen o de subvenciones, por ello desde AFE señalan que tendrán que "medir" todo y "ser responsables" ante la nueva situación.
La cuestión que destaca aquí es cuál sería la situación de las jugadoras de no haberse firmado el convenio: "Para muchas jugadoras supone un cambio. Mismamente, no es lo mismo cobrar el paro en un porcentaje que en otro. El convenio ha venido a contextualizar una liga que no era profesional, a regularizar todas esas actividades profesionales. Les da unas garantías, una defensa de derechos colectivos, que esto es importante. Se puede criticar este convenio, pero lo que tiene es que defiende el interés general de todas".
"Es un instrumento fundamental. Lo que es evidente es que este convenio, después de un año y medio, si no lo hubiéramos firmado antes del Estado de Alarma, ahora estaríamos en una situación mucho peor. Si en los clubes grandes pensábamos que tenían un colchón y mira lo que está pasando, imagina en los más pequeños", añade María José López.
Uno de los puntos calientes del convenio colectivo del fútbol femenino español fue el de la parcialidad. Parcialidad que ahora cobra importancia: "Ha sido una gran pelea. Esta ha sido al final del 75 %, pero imagina una parcialidad del 50 %, es insuficiente. Por ejemplo, por ahí es muy positivo. Siempre que se puedan sacar cosas positivas, hay que hacerlas".
Incertidumbre ante el futuro
Se desconoce cuándo se volverá a jugar. Desde AFE afirman que están "muy pendientes" de médicos, especialistas... para conocer cuándo se volverá a una relativa normalidad, aunque reconocen que el regreso de la competición "sí que está absolutamente supeditado a lo que digan las autoridades gubernamentales". "Nos gustaría acabar la liga, claro que sí, pero es un tema de salud público", apuntan.
Ante la idea de poder acabar la competición a puerta cerrada, es decir sin público en las gradas, María José López no lo descarta: "Es una medida gubernamental. Nosotros desde AFE acataremos lo que digan las autoridades, pero dudo, lo dudo mucho, que la vuelta a la competición signifique estadios llenos". Toca esperar y que cuando regrese el fútbol femenino, se siga apoyando y visibilizando al menos como en el último año.
[Más información: Peláez, matrona y árbitra de fútbol: "No estábamos equipados para luchar contra el coronavirus"]