La sospecha sobre la gestión de Bartomeu en el Barcelona: se queda solo y quiere aguantar hasta 2021

El Barcelona encadena un lío tras otro. Ni el parón ha sido suficiente para devolver las aguas a su cauce en Can Barça. En tiempos difíciles en los que hay que estar más unidos que nunca, la directiva azulgrana se ha resquebrajado en mil pedazos. Josep María Bartomeu ha perdido a seis miembros de su Junta de golpe. Seis dimisiones duras que han dejado al presidente azulgrana tiritando, aunque su idea es aguantar hasta 2021.

Seis directivos presentaron por escrito a Bartomeu. Emili Rousaud, Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, Maria Teixidor y Jordi Calsamiglia. A los cuatro primeros les enseñó la puerta el presidente. Degradó a Rousaud y Tombas y acusó a todos ellos de desleales. Pero la sorpresa se produjo al añadirse los dos últimos nombres a la lista. Los seis depositaron en una notaría una carta de dimisión y posteriormente comunicaron su decisión al presidente de la entidad.

Con un año por delante para llegar al fin de su mandato, a Bartomeu se le ha puesto el viento en contra. Su gestión le ha acabado estallando en la cara, sobre todo con las graves acusaciones de Rousaud. El hasta este jueves vicepresidente culé -y el mejor situado para una candidatura continuista- soltó la 'bomba' horas después de su dimisión insinuando corrupción dentro de la entidad azulgrana.

El Barçagate, el detonante

"Creo que alguien ha metido la mano en la caja", dijo Rousaud refiriéndose al millón que se pagó a I3 Ventures por sus actividades en las redes sociales y que protagonizaron el 'Barçagate' meses más tarde. No señaló a Bartomeu y también afirmó desconocer a qué nivel se había producido esto. Pero el ya exdirigente azulgrana ha sacado a la luz más trapos sucios que siguen emborronando la gestión de Bartomeu.

Emili Rousaud FC Barcelona

Rousaud cree que su salida y las de sus compañeros -tres de ellos de la comisión económica- se deben al 'Barçagate'. El informe de la actividad de I3 Ventures está al caer y ha coincidido con la 'invitación' de Bartomeu a varios directivos relacionados con el equipo económico a salir del club. Las sospechas de Rousaud apuntan a este informe: se cree que el valor real de los servicios era de 100 mil y no el millón que se pagó.

A la caza de nuevos directivos

Bartomeu ha perdido a su candidato continuista y a cinco directivos más. Con ello, quedan en pie solo doce: los vicepresidentes Jordi Cardoner y Jordi Moix y los vocales Joan Bladé, Javier Bordas, Dídac Lee, Josep Ramon Vidal-Abarca, Pau Vilanova, Oriol Tomàs, Xavier Vilajoana, Marta Plana y Jordi Argemí. Los estatutos aún respaldan a Bartomeu, aunque deberá nombrar a alguien más para la directiva para cumplir con el mínimo. Todos los focos apuntan a Teresa Basilio.

El problema vendrá si se producen más dimisiones. El mandato de Bartomeu se tambalea aunque él sigue convencido de terminar el 30 de junio de 2021. El futuro culé es una incógnita y los apoyos del presidente se van reduciendo a cada escándalo que se suma. Su Junta se ha roto y el vestuario está enfrentado con ella. La confianza de los jugadores se ha perdido con Leo Messi encabezando los dardos hacia la directiva.

Josep Maria Bartomeu abraza a Leo Messi FC BARCELONA

La 'caza de brujas' de Bartomeu

Bartomeu espera que con estas salidas de la directiva se rebaje el conflicto con los futbolistas. Desde Cataluña apuntan a que el presidente quería desde antes la salida de cinco de los seis que han dimitió -todos salvo Teixidor-. A Bartomeu no le gustó el comportamiento de algunos de ellos durante la negociación con los capitanes del equipo de la rebaja salarial para frenar el daño económico provocado por el coronavirus. Pero el daño ya está hecho.

Ahora en las manos de Bartomeu está la 'patata caliente' de las acusaciones de corrupción de Rousaud. La respuesta del Barcelona ha sido negarlo a través de un comunicado y amenazar al exvicepresidente con tomar acciones legales. Lo que está claro es que la directiva azulgrana era un polvorín y Bartomeu debe limar asperezas mientras su imagen cae en picado. Él quiere continuar de pie hasta el final de su mandato, sea con todos sus directivos o solo (o mejor dicho con el mínimo de su lado).

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