La Real Sociedad anunció este sábado su intención de volver este lunes a los entrenamientos de forma individualizada para no poner en riesgo a los futbolistas. Sería el primer club en España que regresa a la actividad desde que se instauró el estado de alarma y seguiría el ejemplo de Alemania en el que todos sus equipos de la Bundesliga están preparándose ya en sus ciudades deportivas.
Pero esto no es el país alemán y las normas son distintas. El Real Decreto 463/2020 del 14 de marzo impediría esta vuelta. El documento que declaraba el estado de alarma con motivo de la gestión de la situación de la crisis sanitaria que ha originado el coronavirus deja bien claro que las instalaciones deportivas, en este caso Zubieta, han de estar cerradas al público y, se entiende, a los profesionales.
"Se suspende la apertura al público de los museos, archivos, bibliotecas, monumentos, así como de los locales y establecimientos en los que se desarrollen espectáculos públicos, las actividades deportivas y de ocio indicados en el anexo del presente Real Decreto", especifica el documento con el que se proclamó el estado de alarma.
Imanol Alguacil, durante un entrenamiento de la Real Sociedad
De hecho, el anexo que detalla que instalaciones deportivas son las afectadas por este Real Decreto lo deja bien claro. "Relación de equipamientos y actividades cuya apertura al público queda suspendida con arreglo a lo dispuesto en el artículo 10. Deportivas: Locales o recintos cerrados. Campos de fútbol rugby, béisbol y asimilables. Campos de baloncesto, balonmano, balonvolea y asimilables. Polideportivos. Gimnasios. Pistas de atletismo. Estadios. Otros locales, instalaciones o actividades asimilables a los mencionados", explica el documento.
Cabe recurso
Con este Real Decreto en la mano, el Consejo Superior de Deportes desautorizaría esta vuelta a los entrenamientos que anunció este sábado la Real Sociedad. Los jugadores deberán seguir preparándose en sus casas hasta que el estado de alarma sea historia. El equipo txuri urdin podría acogerse a un defecto de forma en la redacción del mismo ya que se habla de "apertura al público", no del uso privado que podrían hacer los deportistas. Aunque el precedente por el que los deportistas olímpicos no obtuvieron el permiso para seguir entrenando hace pensar que este recurso sería en balde.
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