Jordi Medina es uno de los impulsores del 'Pacto por la unión del barcelonismo frente al Covid-19', manifiesto que apela "a la unión del barcelonismo con tal de ayudar a nuestro querido club a salir de la mejor manera de esta crisis".
El texto, emitido este miércoles, está firmado por el mismo Medina, precandidato a las elecciones a la presidencia del Barça del 2003 y el 2006 y miembro de la de Toni Freixa en las del 2015; Jordi Majó, candidato el 2003 y precandidato el 2015; y Santi Salvat, precandidato el 2010 y miembro del grupo de trabajo de Joan Laporta en las del 2015.
EL ESPAÑOL ha tenido la oportunidad de hablar con Medina, quien cree en el lado 'romántico' del barcelonismo y no pierde la esperanza en alcanzar la paz dentro del entorno culé, por difícil que sea. Lo primero es salvaguardar la integridad de la entidad, antes de hablar de fichajes en tiempos de crisis. Medina y sus compañeros buscan el sentimiento de pertenencia del socio.
Lo que tenemos que hacer todos es tener unidad, paz y remar para apoyar al club
Pregunta: ¿Cómo nace el manifiesto?
Este manifiesto, coordinado con varios barcelonistas, nace con la única y sana idea de promover un poco de paz social. El Barça, históricamente, siempre ha sido un club muy expuesto a la crítica, también muy democrático. Lo que pasa es que cuando se cuestiona todo, son momentos en los que desde dentro del club y su famoso entorno es necesario una tregua ya que son momentos muy difíciles para todos.
Lo que tenemos que hacer todos es tener unidad, paz y remar para apoyar al club. Ni directiva, ni entrenador, ni jugadores... Al club. El socio del Barça, históricamente, ha ayudado mucho al club.
¿Hay algún acontecimiento del que nace el manifiesto?
El entorno del Barça es muy potente y se cuestiona todo. Hay hechos concretos, de mayor o menor gravedad, como aquella empresa de rastreo en redes sociales. En casos así, que se depuren, que dimita quien tenga que hacerlo y se den las explicaciones con transparencia. Uno de los puntos del manifiesto es que pedimos a la directiva que sea transparente.
Y, por otro lado, la crisis general por el coronavirus va a dejar a todos los clubes muy tocados. Y especular que se va a fichar a no se quién, que si los trueques, que si reducción de abonos... La cosa es: vamos a esperar un poco. No somos de Bartomeu ni de nadie. Cada cual tenemos nuestro grupo y no tenemos ningún afán de presentarnos, ni ser plataforma de nada. No queremos ser 'salvavidas' de nada, lo que se haga mal se critica, y como esta Junta no va a poder acudir a las próximas elecciones, pues que acabe su mandato y adiós. Pedimos una tregua.
Se trata de apoyar a los responsables de los gobiernos, los clubes, la empresas, las instituciones, etc. para salir de esto a nivel humano. La pandemia debe quedar en punto cero, pero las consecuencias económicas serán gravísimas. Esto es un llamamiento, empezando desde el presidente y la Junta, continuando por los posibles candidatos, medios de comunicación y los socios en general, para arrimar el hombro por el bien del club.
El Barça no es un gimnasio que cierras, no puedes ir y no pagas la cuota. Es un club en el cual te asocias por sentimiento a los colores. ¿Que además eres abonado y asistes a los partidos? Pues mira si no se pueden celebrar con público, nos aguantamos y ya está. Que la gente no se ponga nerviosa por no poder acudir al estadio. Bueno, lo vemos por la tele. Es un planteamiento para hacer una reflexión colectiva que, probablemente, será 'romántica' o un poco 'ilusa', pero teníamos la necesidad de decir en una situación de extrema gravedad que intentemos aunar esfuerzos y apoyar todos al club.
¿Esto va de la mano con la posibilidad de que el Barça no reembolse los abonos al socio?
El socio que pueda permitírselo y pueda no reclamar, pues mejor. Si hay uno que tiene una necesidad y lo necesita ese dinero, no soy nadie para decir que haga ese sacrificio. Antes van por delante cosas como la familia. Si una persona necesita que le reintegren 400 o 700 euros, el club debe ser sensible y ocuparse de ello. Pero quien no tenga esa necesidad, si podemos evitar un mayor desembolso del club con las pérdidas que habrá, mejor.
Desde el manifiesto apoyaríais una decisión así del club, ¿no?
Ha ocurrido en muchas ocasiones. En los años 20, Primo de Rivera cerró el club durante seis meses y los socios (15.000 o 20.000) pagaron sus abonos y dieron su apoyo. Ya no te digo en la postguerra. En el 42 se estuvo a punto de descender y la masa social incrementó. Cuando se construyó el Camp Nou, con un coste brutal, hubo un déficit muy grande que acabó con el equipo de Kubala y el socio fue fiel. Cuando llegó Núñez y quiso ampliar el estadio y fichar a Maradona se pidió a los nuevos abonados cinco años por anticipado y lo hicieron. Simplemente estamos planteando esta línea. Tener el sentimiento de pertenencia.
Hablar de pagar 100 millones por Lautaro, por ejemplo, es volver a donde ya estábamos
¿Veis responsable que se hable de fichajes tan importantes y caros como Neymar o Lautaro?
No es razonable. En el fútbol internacional se han pagado disparates y fichas bestiales. Lo han hecho todos: el PSG, el Barcelona, el Real Madrid, el Manchester... La masa salarial del Barça, de un presupuesto de 1.000 millones, corresponde a un 70 por ciento. Había que poner un freno y, desgraciadamente, lo ha puesto el coronavirus. Hablar de un traspaso como quien compra una piruleta y hacer por 100, 120, 150 o 200 millones es una barbaridad en sí. Y fichas de 20 o 25 millones al año son barbaridades.
El Barcelona, este verano, tiene que ser inteligente. Tiene buena plantilla. La tiene que rejuvenecer y lo puede hacer con pagos de cantidades que se pueda permitir o con trueques inteligentes. Hay doce cedidos, jugadores en plantilla que pueden ser objeto de cambio... Si hay que hacer trueques, que se hagan bien y no malgastemos la poca disponibilidad económica que pueda haber. Pero hablar de pagar 100 millones por Lautaro, por ejemplo, es volver a donde ya estábamos.
¿Creéis que se ha perdido la sintonía entre el socio y el club por la directiva?
Parece ser, mayoritariamente, que sí. Primero porque hay mucho entorno, que está bien que lo haya. Siempre lo ha habido y siempre lo habrá. Los -ismos no son buenos. Fracturan. Tampoco soy partidario de una directiva en concreta. ¿Quién es mi presidente? Gamper. El famoso entorno que describió Cruyff existe.
Y, por otro lado, esta directiva ha cometido errores. Lo de las redes sociales es casi una anécdota, una anécdota fea. Pero luego ni han empezado con el 'Espai Barça', se han gastado 500 millones en Dembélé, Coutinho y Griezmann para poco o nada. Poco a poco se ha ido devaluando la mejor plantilla de la historia. Todo esto al socio le fatiga y puede haber un desapego. En algunos casos interesados y en otros de puro cansancio.
¿Se tambalea la identidad del Barça?
Yo creo que los valores del club, que son valores que hasta diría ancestrales, existen y existirán. El día que desaparezcan, el Barça no será lo que ha sido ni lo que ha sido. El Barça representa lo que representa y tiene la historia que tiene. Es un club polideportivo. Propiedad de los socios. Tiene unas raíces. Se ha erigido siempre como defensor de los valores. Todo esto no lo puede perder y no creo que se haya perdido. Una gestión pésima no la hemos tenido desde Gaspart y fíjate lo que ha venido después.
El proceso electoral de dentro de 13 meses será duro
¿Como esperáis que sea el proceso electoral a la presidencia en 2021?
Probablemente será duro. Al no haber por primera vez una candidatura continuista, quedará todo muy abierto. Habrá varios proyectos. En 2003, a las que yo concurrí y también Majó, por separado, se vio una carrera limpia y ganó finalmente Laporte. Luego vino Rosell y después Bartomeu, casi con carácter hereditario. Estas serán abiertas y con retos enormes y bestiales a parte de la situación económica que heredemos: el 'Espai Barça', renovar la plantilla... Son retos enormes y espero unas elecciones disputadas y duras.
¿Que pedís para el Barça del futuro?
Lo primero que pediría es paz y unidad. Ese punto romántico. Y luego afrontar la construcción del 'Espai Barça', que no hay que dejar de lado. También hacer una transición a la era post Messi y crear una plantilla competitiva. Que las secciones mantengan el nivel tan alto de la actualidad y la cantera, a la que siempre se le tenga presente y se le dé apoyo.