La Liga se mostró al mundo este fin de semana con su nueva normalidad. Hay muchas cosas que dieron que hablar durante este regreso del fútbol a España. Algunos se quejaron de la realidad virtual de los estadios y otros se centraron en las imágenes que dejaban los futbolistas en la grada. Pero, sin duda, la imagen fue el salto del espontáneo durante el Mallorca - FC Barcelona.
Lo importante es que volvió el fútbol como deporte. El balón rodó por los estadios de La Liga, hubo goles, los jugadores celebraron como siempre los tantos, sin dirigirse a la grada claro, y, sobre todo, los aficionados volvieron a sentir la decepción y la alegría con la derrota o la victoria de su equipo. Messi volvió a hacer disfrutar a sus millones de seguidores, Hazard ilusionó al madridismo tras su lesión, Oblak levantó a los colchoneros con sus paradas... en definitiva, España dio un paso más hacia la normalidad.
Dejando a un lado todos estos gestos que se tradujeron en un nuevo golpe a la situación que ha vivido el país en los últimos meses, La Liga entra en su tramo final de la temporada donde se decidirán las diferentes luchas que están en juego. El combate por el título sigue abierto con los dos puntos entre Barça y Real Madrid, la pelea por Europa se ha apretado y la búsqueda de la permanencia en Primera División ha dejado a equipos tocados y reforzados.
Esta primera jornada ha dejado claro los factores que afectarán al desarrollo de lo que resta de competición. Esta nueva normalidad ha añadido condicionantes que algunos equipos se han encontrado de repente y que les han afectado de forma clara en los choques con los que abrieron este nuevo período que deja aún un mes de fútbol sin parar.
El físico, clave
Ha sido un mes también de entrenamientos. Primero de forma individual, luego en pequeños grupos, luego en ampliados, y finalmente con el regreso a las sesiones habituales. Aún así, no todos los equipos han llegado en el mismo estado. La jornada 28 ha evidenciado que unos cuerpos técnicos han preparado mejor a sus plantillas que otros.
El partido que abría esta nueva normalidad en La Liga, el Sevilla - Real Betis, destacó que los locales estaba un punto físico por encima que los de Rubi. Lopetegui y sus jugadores fueron superiores durante el encuentro que se jugó en el Sánchez Pizjuán y terminaron venciendo por 2-0. Esto también se notó en el Celta - Villarreal. La presión de los visitantes estaba desbordando a los de Óscar García Junyent y finalmente encontraron el premio en el gol de Manu Trigueros.
La concentración sin público
Era evidente que el fútbol sin aficionados en las gradas iba a afectar a los equipos. En Alemania se veían más victorias visitantes que locales, algo que no se ha visto con tanta incidencia en España. Los cuatro triunfos de los equipos que jugaban en casa, tres empates y tres derrotas de los que jugaban en sus estadios es el balance de resultados que deja esta primera jornada.
Pero sí que ha afectado a algunos jugadores puntuales. Los despistes, la falta de atención y las relajaciones han sido una constante en los diferentes partidos de esta primera jornada. Puntualmente se han notado en los porteros. En el Granada - Getafe, dos errores de David Soria provocaron la remontada del conjunto local. Por su parte, la expulsión de Fernando Pacheco en el Espanyol - Alavés fue determinante para el resurgir del conjunto de Abelardo.
También los centrales han mostrado también muchas dudas en este regreso del fútbol en España. Mouctar Diakhaby provocó un tonto penalti en el último minuto haciendo que el Levante empatase el derbi valenciano en Mestalla y Chidozie Awaziem no se entendió con el Pichu Cuéllar y propiciaron el primer gol del Valladolid en Butarque. También han pasado factura los primeros minutos de los partidos. En Mallorca y en el Di Stefano, Barcelona y Madrid consiguieron marcar antes de llegar a los cinco minutos de choque.
Los cambios, la polémica
Sin duda, fue uno de los puntos de confrontación entre los entrenadores antes de que regresara la acción. Quique Setién decía que beneficiaba a los equipos pequeños, pero, en su partido, tanto él como el Mallorca los usaron y el resultado fue 0-4. Un gran número de técnicos reaccionaron a esas declaraciones encabezados por José Bordalás. Estos venían a decir que no, que los beneficiados eran los grandes. El Getafe, por cierto, fue uno de los cinco equipos que no emplearon todas las sustituciones.
Los otros cuatro fueron el Valencia, el Valladolid, la Real Sociedad y Osasuna. Estos dos últimos se enfrentaban en el último partido de la jornada y emplearon cuatro y tres sustituciones, respectivamente. El conjunto navarro ha sido el único en usar los mismos cambios de los que se disponía antes de la pandemia. Se podría decir que esta medida ha tenido una gran aceptación ya que tres cuartos de La Liga se ha aprovechado del cambio de normativa.
Las lesiones
Una de las grandes dudas que existía con el regreso de la competición era la posibilidad de que hubiera más problemas físicos que habitualmente. El hecho de haber estado parados dos meses y solo contar con uno para preparar este regreso tan exhaustivo de la temporada parecía un riesgo incluso para muchos médicos y especialistas de la medicina deportiva.
Julen Lopetegui era el primero en reflejar que, sin la posibilidad de hacer cinco cambios, más de uno no podría haber acabado el partido. Es verdad que Reguilón, Fernando y Munir acabaron con molestias, o que Lucas Ocampos llegaba justo tras haber tenido problemas físicos antes del regreso de La Liga, pero todos han estado disponibles para el partido de este lunes. Los dos últimos fueron titulares.
Algunos tuvieron que abandonar el campo antes de tiempo como Sidnei en ese mismo partido frente al Sevilla, Dani Carvajal en el Real Madrid - Eibar y Aleix Vidal en el Espanyol - Alavés. Otros como Ander Barrenetxea se lesionaron antes de empezar el partido. También los hay los que, por el esfuerzo, han sufrido lesiones musculares como Gareth Bale, Yuri Berchiche y Maxime Gonalons. Además se han producido lesiones tradicionales por otras consecuencias como la del hombro de David Juncá y la rodilla de Raúl de Tomás.
El VAR
Si hay un elemento que ha resaltado el regreso a la normalidad ha sido la vuelta de la polémica arbitral. El VAR ha marcado parte de la actualidad durante el fin de semana desde el derbi sevillano. El primer gol del Sevilla viene precedido de un penalti muy riguroso de Marc Bartra que pitó Mateu Lahoz. El videoarbitraje no le corrigió. Todo siguió con González González y el Athletic - Atlético de Madrid donde los colchoneros se quejan por una acción entre Yuri y Marcos Llorente con un empujón de por medio.
Si el Barça se libró de cualquier polémica, el Real Madrid no. Se pidió encarecidamente fuera de juego en la jugada del primer gol, ya que parecía que Benzema venía de una posición adelantada con respecto a la defensa del Eibar. El VAR demostró que no era así por unos centímetros, por lo que se acabó la polémica. También se dudó de un posible fuera de juego en el gol armero, pero el vídeoarbitraje determinó que estaba en posición correcta.
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