El fútbol volverá a tener aficionados en las gradas españolas. Al menos en las que estén en los campos de Extremadura. La Junta ha notificado a la federación autonómica la resolución tomada: habrá aforo limitado y se seguirán unos protocolos sanitarios, pero los hinchas regresarán a animar a su equipo.
Esta medida afecta únicamente a los encuentros que se van a disputar para el ascenso a Segunda División B y que tienen involucrados a equipos extremeños. Todos estos partidos se disputarán en Mérida y entre el 18 y 19 de julio, e involucran a cuatro equipos de dicho territorio.
CF Villanovense y el Extremadura UD B se verán las caras el día 18 a las 22:00 horas, mientras que CD Coria y CP Cacereño harán lo propio el 19, a la misma hora. En total habrá en cada campo un máximo de 2.500 aficionados, con un reparto equitativo de 1.250 entradas para cada conjunto. La Junta especifica que habrá "500 entradas en Tribuna o Preferencia, según la zona adjudicada, y 750 en los fondos".
Adiós a la afición de cartón
La decisión se ha tomado después de una reunión conjunta entre la Dirección General de Deportes, la Dirección General de Salud Pública y la Federación Extremeña de Fútbol. En dicho encuentro se ha aclarado también cuál debe ser el protocolo, marcando unas pautas muy claras para prevenir cualquier riesgo de contagio.
Entre otras, es obligatoria la venta previa de entradas, la toma de temperatura y la identificación de los aficionados en el acceso al estadio. Además, el estadio estará dividido en diferentes zonas, siendo imposible cambiarse durante el transcurso del partido de una a otra. Para cada zona habrá unas franjas horarias de acceso y el distanciamiento de dos metros se deberá cumplir también en cada butaca.
"Existirán caminos diferenciados para la entrada y salida, así como circuitos de movilidad para la circulación de los espectadores dentro del estadio, todo ello debidamente señalizado mediante cartelería o marcas en suelo", ha informado la Federación de Extremadura.
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