El desarrollo de la Champions League no ha dejado en buen lugar al fútbol español. Ese dominio que se venía dando en los últimos años estaba en la cuerda floja. Llegando, como todo en la vida, a un posible y triste final. La crisis del coronavirus amoldó un formato especial para terminar la competición y el fútbol hizo el resto.
Sin afición, en campo neutral y a partido único. Condiciones que suelen beneficiar a los equipos más pequeños. De hecho, esa era una de las peticiones que se venían haciendo para mejorar la Copa del Rey en España. Una forma de competición que diera mayor facilidad a que se produjeran sorpresas y acabara con las goleadas a doble partido.
Y Lisboa ha cumplido. Las sorpresas han llegado y, con ellas, la eliminación de todos los equipos españoles que competían para hacerse con el título continental. El Real Madrid se despidió antes de la Final a Ocho. Atlético y Barcelona lo hicieron posteriormente y de manera escalonada. Todo pese a ser dos de los grandes favoritos para hacerse con el trono.
Tras estas eliminaciones, el fútbol español se queda sin representación en el tramo final de la Champions League. A pesar de contar con tres equipos en esta reanudación de la máxima competición a nivel de clubes, LaLiga no tendrá ningún representante. Por el contrario, los equipos franceses y alemanes ganan terreno y reafirman el potencial de sus ligas nacionales.
España pierde tras la era dorada de Zidane
El buen rendimiento del Real Madrid durante estas últimas temporadas ha sido una de las claves para lucir cierto liderazgo en Europa. El cuadro de Zidane encadenó tres temporadas consecutivas ganando. Sumó, además, cuatro Champions en cinco años gracias a La Décima que curiosamente se ganó en Lisboa.
Antes, y con el Atlético sin conseguir aportar esa esperada Champions, el Barcelona sumó dos títulos desde el 2011. Tres si se escoge el espacio temporal desde 2009, cuando se cosechó la famosa 'Orejona' de Roma. En definitiva, de las últimas diez ediciones, España se hizo con seis títulos (cuatro madridistas y dos culés).
Un claro dominio que esta temporada llega a su fin. Ningún equipo nacional en las semifinales y dos temporadas seguidas sin lograr el título. Algo que, en la última década, solo había ocurrido entre las ediciones del 2013 y el 2014: entre la de Londres del Barcelona y la de Lisboa del Madrid.
El Lyon acompaña al PSG
El fútbol francés ha celebrado como nunca la clasificación de sus dos equipos. Más allá de las rivalidades internas entre cada equipo, la sorpresa del Lyon ante el Manchester City hizo que los jugadores de la Ligue 1 hayan reafirmado su condición de estrellas. Hartos del desprestigio que suele vivir su competición nacional, referentes como Mbappé han sacado pecho de dónde juegan.
Y no es para menos. El Olympique de Lyon no contaba con opciones en esta Champions. Ni contra la Juventus, a la que ya habían conseguido ganar en la ida, ni mucho menos ante el Manchester City. El cuadro inglés había ganado al Real Madrid y ya había visto las sorpresas anteriores de la competición. Sin embargo, esos avisos no fueron suficientes.
El Lyon se unió al PSG en las semifinales e hizo historia. Por primera vez en la historia de la competición (desde que es Copa de Europa) habrá dos clubes galos a un paso de la gran final. Todo un logro para reafirmar el nivel de la liga nacional francesa y más si se compara con la ausencia de clubes ingleses y españoles en la carrera por el título. Un doblete.
Además, refleja que todo va más allá de los fondos de cada equipo. La clasificación del PSG era casi una obligación teniendo en cuenta la inversión realizada en estas últimas temporadas. De hecho, una derrota hubiera supuesto el adiós definitivo de Tuchel como técnico parisino. Pero el Lyon no tenía presión. Eran todo ganas y fútbol para erigirse como uno de los equipos revelación de la temporada europea.
Cabe destacar que la liga francesa no se reanudó, como sí hizo la inexistente Premier y LaLiga en la Champions, por lo que existió un vacío de partidos que para muchos era todo un riesgo. La falta de rodaje podía mostrar un desnivel entre los equipos de la Ligue 1 y el resto que sí habían competido. Semanas después, Lyon y PSG han tumbado esa teoría.
La dupla alemana
Las semifinales las completarán dos clubes alemanes e, igual que en el caso de los franceses, con un habitual y una sorpresa. El Bayern llegaba también con muchas opciones. Era uno de los favoritos, también ante el Barcelona, aunque ese encuentro se veía como uno de los que podría determinar al siguiente campeón de la Champions.
Pero, más allá de la tradición de los de Múnich, pocos contaban con el Leipzig en semifinales. El equipo de Nagelsmann había cumplido ya llegando a Lisboa. Todo un logro. Habían hecho historia y podían regresar a Alemania completamente satisfechos y más jugando ante el Atlético, que también tenía opciones de alcanzar la gran final.
De nuevo, a partido único, el cuadro alemán tumbó al español. El tercero de la Bundesliga, tan denostada por muchos, se cargaba a su homólogo en La Liga. Y, además, dando toda una lección de táctica. El Atlético de Simeone no apareció en ningún momento y su escaso nivel en ataque dejó mucho que desear.
La guinda para la Bundesliga la puso el Bayern. Si bien ganar al Barcelona entraba dentro de los planes, en ningún momento se barajaba la posibilidad de que lo hicieran con una goleada histórica. 2-8, cifra jamás encajada por los culés en la competición europea. Y justo horas después de que desde el Barcelona se restara valor al campeón de la competición nacional alemana. "No juegan contra un equipo de la Bundesliga, sino contra el mejor del mundo", avisó Arturo Vidal en la previa.
No sabía que horas después el Bayern se iba a cargar al último representante español en la Champions, certificando unas semifinales con Bundesliga y Ligue 1 copando todo el protagonismo de la mejor competición del mundo a nivel de clubes.
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