Barça sí, Barça no, Barça sí, Barça no... Leo Messi se encuentra de vacaciones en la Cerdaña, en la zona de los Pirineos catalanes, aislado del ruido que difícilmente pueda evitar debido a los rumores de su salida. Pero en su mano hay una margarita que deshoja ante lo acontecido el último año en la entidad azulgrana y después de que se haya confirmado que Josep María Bartomeu seguirá siendo el presidente del club hasta que finalice su legislatura.
El astro argentino ya no es intocable en Can Barça. Uno de los jugadores que pasará a la historia del fútbol, a sus 33 años, está más cerca que nunca de dejar el club en el que creció, en el que se convirtió en futbolista de primer nivel y en el que tocó el cielo como muchos nunca han visto en la vida. Parecía que nunca llegaría este día, pero la realidad es que Messi está apretando las tuercas de la dirección deportiva de una manera más agresiva que nunca.
Víctor Font, uno de los candidatos a la presidencia del Barça el próximo mes de marzo de 2021, confesaba en EL ESPAÑOL que gestionar el final de la carrera del '10' era el "gran reto" que tendría el que fuera máximo dirigente del club en la próxima legislatura. "En primer lugar, esperemos que esto pase cuanto más tarde, mejor. Leo es un jugador que se ha ido reinventando y adaptando su rol en el campo a su madurez. Le quedan aún buenos años y nosotros contamos con Leo Messi", explicaba la cara visible del proyecto 'Sí al Futur'.
La realidad que existe a 24 de agosto es que quizás el próximo presidente ya afrontará un futuro sin el de Rosario. Si al Real Madrid ya le tocó afrontar una reconstrucción tras la decisión de Cristiano Ronaldo de no seguir en España. Ese momento tendrá que lidiar ahora el Barça para hacer lo menos traumática posible el final de un matrimonio que quedará en la retina para todos los aficionados que suelen copar las gradas del Camp Nou.
¿Y por qué?
En la Cerdaña, Messi no está solo. Pasa sus vacaciones con dos de sus amigos del vestuario, con dos de esas vacas sagradas que parece que la dirección deportiva ha decidido que salgan este verano y se desvinculen de la entidad a pesar de ser también dos de los jugadores de más calidad. Luis Suárez y Jordi Alba son transferibles y eso no le ha sentado bien a Leo.
Una de las razones por las que se ha llegado a esta situación es por la gestión de la situación por parte de esta Junta Directiva. Si después de un año en el que Messi y el vestuario han tenido que salir al paso cuando desde la dirección se les señalaba como los responsables de los cambios de entrenador, esto ha sido la puntilla que necesitaba el argentino para plantearse una salida prematura.
Evidentemente los bandazos deportivos y esa relación con Josep María Bartomeu y los suyos ha terminado por hacer una fricción que pueda acabar con Messi fuera del Barça. Pero tampoco es ajeno al público que el '10' ha tomado decisiones a la hora de favorecer las renovaciones de los jugadores con los que mejor relación tiene, entre los que están estos dos y otros que siguen formando parte de la plantilla.
No faltan ofertas
Han trascendido en los últimos días los acercamientos del Paris Saint-Germain y el Inter de Milan para conocer la situación de Messi. Son dos de los cuatro equipos que tienen capacidad económica para poder llevar a cabo la operación que sacaría a Messi del Barça esta misma temporada. Entre estos también están el Real Madrid y el Manchester City.
La realidad es que esos 100 millones que cobra al año son una losa para la economía del Barça que tenía sentido si el argentino es determinante. Pero la realidad es que el bajón en las cifras y en el rendimiento de Messi es un hecho que se vislumbra sobre los terrenos de juego en algunos momentos de la temporada. Y nadie está dispuesto a poner sobre la mesa esa misma cantidad.
¿Es lógico arriesgarse y mantener a Messi sin tener certezas de que ese bajón de nivel se va a hacer más patente? Sí. La realidad es que Leo le ha dado todo al Barça en este siglo y ha supuesto que el club sea una de las principales entidades deportivas en el mundo. ¿Debe seguir cobrando lo mismo? No. El coronavirus ha dejado un agujero económico demasiado grande y ya nadie puede asumir un sueldo así cuando va camino de cumplir 34 años. Si eso supone que, cuando venza su vinculación, o sea, en 2021, se irá, el Barça tendrá que asumir que su relación con Messi ha llegado a su fin.
Messi no se va a ir al Real Madrid, pero las otras tres vías sí están abiertas. La familia Zhang tiene 260 millones reservados para que el '10' vista de neroazzuri, los británicos podrían vender para poder hacer hueco a ese salario, aunque la amenaza del Fair Play Financiero del que finalmente se libraron sigue haciendo sombra sobre el Etihad Stadium, y los parisinos, a pesar de haber desembolsado una importante cantidad por Icardi, podrían abrir el grifo de los petrodólares para hacer un tridente junto a Neymar y Mbappé, al menos durante un año.
Saber en qué punto de deshoje está la margarita de Leo es una incógnita. Pero la situación actual indica que hay más pétalos que indican la salida de los que llevan el escudo del Barça que indique que se quede, como mínimo, una temporada. Los cambios de ciclo conllevan estas situaciones, pero es evidente que superar la salida de uno de los mejores jugadores de la historia es más traumático que cualquier otra transformación que ha sufrido el club azulgrana.
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