Así funciona el ERE del Málaga: despidos, nuevos contratos y 4 millones de presupuesto como objetivo
14 jugadores de la primera plantilla se han visto afectados por esta medida para no superar los 4 millones de tope salarial que impone LaLiga.
26 agosto, 2020 00:00Noticias relacionadas
El Málaga CF hizo oficial este lunes la iniciación de un procedimiento de despido colectivo, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), en la primera plantilla. Después de que los ERTE, la misma solución de forma temporal que promovió el Gobierno tras la llegada de la pandemia de la Covid-19, estuvieran de moda durante el confinamiento, el equipo andaluz, en una situación límite tras el paso del jeque Al-Thani, que sigue pendiente de que la jueza embargue sus acciones, y una administración de BlueBay que no convence a los malaguistas.
El Málaga, después de presentar también un Expediente de Regulación de Empleo a 50 trabajadores del club, ha tomado la misma vía para regularizar los contratos de su primera plantilla acorde a la situación económica que vive el club. Después de recibir una ayuda por parte de LaLiga de 20 millones de euros y la adjudicación del 49 por ciento de las acciones del club a BlueBay que sacó de una vez por todas a Al-Thani del club, la entidad malaguista sigue sometida al mando del administrador judicial, José María Muñoz, para reconducir a un club que se ha quedado al borde del descenso administrativo.
Son 14 jugadores los afectados por esta situación. Munir, Miguel Ángel Cifuentes 'Cifu', Juan Carlos Pérez 'Juankar', Luis Hernández, David Lombán, Diego González, Diego Rolón, Emanuel Cecchini, Badr Boulahroud, Juanpi Añor, Adrián González, José Rodríguez, Dani Pacheco y Renato Santos han ido pasando por las oficinas del club, o han sido contactados de forma telemática porque están fuera de la ciudad, para empezar las negociaciones para la rescisión de sus contratos o para la renegociación de sus salarios que le permitan al club cumplir con un tope salarial de unos cuatro millones de euros, una cifra que se ha visto reducida en cinco con respecto a la temporada pasada.
Después de las ventas de Alex Mula y la aún esperada de Keidi Baré, desde el club confían en llegar a un acuerdo con, al menos, cuatro o cinco para que sigan. Algunos de los otros, si llegase alguna oferta por ellos, sería bien recibida por la entidad. El resto se irán del Málaga con la parte de su contrato que le quedase por cumplir. Sobre todo se busca compromiso y hay varios de esos jugadores que están mostrando esa intención.
La situación de los jugadores
Adrián González, capitán del equipo de la Costa del Sol, estaría muy cerca de llegar a un acuerdo. Luis Hernández, con un contrato muy bueno y con una diferencia notoria en su rebaja, también está por la labor. David Lombán ha iniciado esas negociaciones y la entidad confía en que llegarán a un acuerdo. Con Juankar la situación se repite, pero no debería haber ningún problema con el canterano del Real Madrid.
Con Munir, tras mostrar un buen rendimiento, también hay interés, pero sus últimos comentarios y sus intereses económicos complican la operación. También está el caso de José Rodríguez, que no pudo ser inscrito la temporada pasada y se quedó fuera del club a pesar de haber sido fichado. El jugador se fue al Fuenlabrada, pero ahora pretende volver y rebajarse el salario.
Ninguno de los contratos del Málaga en la 2020/2021 superará los 200.000 euros. El de Juanpi, por ejemplo, está cerca de los dos millones, por lo que un jugador, con experiencia en Primera División, no tiene pinta de que se vaya a rebajar cerca del 90 por ciento de su nómina. Otros verían también su salario reducido en torno al 80 por ciento, por lo que parece inviable la operación.
Un ERE necesario
Mientras la jueza se decide en el caso de Al-Thani, el resto del accionarado lo componen BlueBay, con un 49 por ciento, y la Asociación de Pequeños Accionistas del Málaga, con un 3,1 por ciento. Contactados todos ellos por EL ESPAÑOL, solo son estos últimos los que han querido comentar la situación del club tras esta decisión tan drástica.
Así la calificaba Antonio Aguilera, el presidente de la asociación, ya que le parece "ingrato" tener que "despedir a padres de familia, pero no había otra posibilidad". Son malaguistas y se preocupan por el estado de su club y después de muchos "paños calientes", no quedaba más opción. Para ellos prevalece el hecho de que la viabilidad del Málaga CF no se vea comprometida.
Este grupo de inversores a pequeña escala se mira en el espejo del Elche, club que ha pasado por grandes penurias y que consiguió el pasado fin de semana el ascenso. "El Elche tenía un presupuesto total de seis millones de euros, tres y medio de tope salarial, y han ascendido", explicaba sobre una situación que invita al optimismo ya que contarán incluso con un millón más para este año en comparación con los ilicitanos.
El problema está en que, aunque con estas soluciones el club podrá jugar en Segunda División una temporada más, mientras que esté BlueBay ahí y no acepte ninguna de las ofertas que tienen para hacerse cargo del club, no se sienten seguros desde la Asociación de Pequeños Accionistas. "Quieren hacerse con el Málaga por el euro famoso, no quieren poner un duro. Solo hablan de ampliar La Rosaleda y de hacer un hotel de cinco estrellas. Al estadio, con 32.000 asientos, la media de esta temporada no ha llegado a 15.000. ¿Para qué queremos un estadio más grande?", explica Aguilera.
De hecho, hace un llamamiento a esos inversores para reunirse con los malaguistas y conocer de cerca esos proyectos. "Hay un grupo de accionistas que estamos dispuestos a charlar con los grupos inversores que quieran comprar el Málaga. Si hay uno que, por escrito, se comprometa a invertir, de forma controlada y no como Al-Thani, a estar aquí y a que la afición esté representada en el Consejo, nosotros apostaremos por ellos", explica el presidente de esta asociación.
Los cinco millones que se esperan de ahorro se sumará al millón que ya consiguieron con el ERE a los trabajadores. Todo ello mientras la entidad sigue esperando que Al-Thani devuelva los préstamos que se autoconcedió durante sus últimos años como presidente del Málaga. Después de una inversión de 137 millones para afianzar a un equipo que situó en el mapa futbolístico de Europa a la ciudad de la Costa del Sol, el proyecto no se asentó, acabó descendiendo y con una situación que, sin la intervención de LaLiga, habría acabado sin duda con el descenso administrativo y, quién sabe, si con una refundación.
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