Hace ya una semana que Leo Messi mandó el famoso burofax al Barcelona en el que comunicaba la decisión de salir del club de inmediato. El culebrón continúa y apunta a animar un mercado de fichajes que parecía que este año iba a estar exento de grandes polémicas y movimientos.
A la espera de que se produzca la cumbre entre Jorge Messi y Josep María Bartomeu, el tira y afloja continúa. El futbolista argentino cumplió su palabra y no se presentó ni a los test PCR ni tampoco a los primeros entrenamientos de la era Ronald Koeman. El pulso está echado y las posiciones de una y otra parte son antagónicas.
Mientras el futbolista y su entorno mantienen que puede irse libre gracias a la cláusula que figura en su contrato, bajo la cual puede rescindir de manera unilateral el acuerdo que le vincula con el Barça e irse libre. El club asegura que esta vía quedó cerrada después de que el jugador no la ejerciese el pasado mes de junio.
El Barcelona pretende convencer a Messi y que este acepte una renovación. Pero el de Rosario se mantiene firme en su decisión y no quiere ni oír hablar de la foto con Bartomeu en la firma de la prolongación de su contrato. Es por esto, que los Messi están dispuestos a negociar una salida, pero el problema reside en Can Barça: no hay dinero.
Las urgencias del Barcelona
Después del 2-8 frente al Bayern Múnich, se habló de una auténtica revolución liderada por Koeman. Nada más lejos de la realidad. Futbolistas como Piqué, Jordi Alba o Busquets se quedan ante la falta de ofertas y en la rampa de salida están otros como Umtiti o Arturo Vidal.
El que ya salido del club es Ivan Rakitic. El centrocampista croata regresa al Sevilla, con el cual ha firmado hasta junio de 2024. El futbolista era uno de los jugadores del Barça que no contaban para Koeman. Pero ya a lo largo de toda la temporada pasada se venía especulando con su salida, la cual se ha cifrado en 1,5 millones de euros más 9 en variables.
Ante la imposibilidad de hacer caja con los jugadores que tiene en plantilla, el Barcelona ha optado por quitarse fichas. No hay que olvidar que el conjunto blaugrana es el equipo de La Liga que tiene las fichas más altas. Sin dinero para fichajes, en el Camp Nou son conscientes de que Messi no puede irse gratis.
Sin dinero para fichajes
Durante el último año se ha hablado de los fichajes de Neymar y Lautaro Martínez. El extremo brasileño es imposible, pero es que además el propio jugador ha confirmado que se queda en París: "Me quedo en el PSG. Tenemos ambición de volver a la final de la Champions League, pero esta vez para ganarla".
Tampoco llegará Lautaro Martínez. "Hubo un acercamiento con el jugador, pero nunca se inició una negociación. Hubo una cláusula que no se ejerció a mediados de julio, y desde el día siguiente lo consideramos fuera del mercado", ha asegurado Piero Ausilio, director deportivo del Inter de Milán, en Sky Sport.
También se había hablado de Donny Van de Beek, quien ya en el pasado estuvo relacionado con el Real Madrid. La llegada de Ronald Koeman provocó que se comenzase a relacionar con el Barça a jugadores holandeses, pero en el caso del centrocampista, está muy cerca de abandonar el Ajax de Ámsterdam para aterrizar en el Manchester United.
Última bala
El Barcelona necesita dinero si quiere fichar algún refuerzo para el que esperaban fuese un nuevo proyecto potente y capaz de volver a poner al club entre los equipos que optan a ganarlo todo. Pero para ello necesitan que el Manchester City ponga dinero sobre la mesa para llevarse a Messi.
Mientras los citizens saben que no pueden pagar cualquier cifra por el rosarino y es que el Fair Play Financiero acecha y las sanciones pueden ser épicas. El City le ofrecería al futbolista un contrato por los cinco próximos años a razón de 100 millones de euros por temporada, cantidad que cobra en el Barça. Además, estos cinco cursos se dividirían en tres en Mánchester y dos en Nueva York.
De no producirse la salida de Messi, pese a todo el lío que se ha montado, la última opción para el club blaugrana es que se queden tanto el '10' argentino como su gran amigo Luis Suárez, a quien ya han comunicado que no entra en los planes de Koeman. De quedarse ambos en el Barcelona, esa revolución de la que se habló tras el 2-8 quedaría en nada.
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