La vuelta del fútbol no profesional está más cerca. El CSD remitió a las Comunidades Autónomas el esperado protocolo sanitario. Era un borrador y generó cierta incertidumbre, pero suponía un paso hacia delante en aras del regreso de estas competiciones. Falta que se apruebe y, una vez sea ratificado, la cuenta atrás comenzará.
Las fechas que se barajan y que han sido confirmadas por la Real Federación Española de Fútbol sitúan la vuelta a las principales competiciones no profesionales el próximo 18 de octubre. Una cita muy lejana y para la que faltaría más de un mes, por lo que los términos de "urgencia" y "brevedad" que se vienen pidiendo desde el mundo del deporte no se cumplen.
Según lo informado por la RFEF, en caso de que haya unanimidad entre los clubes, se podría adelantar el inicio de estas competiciones como la Primera División de fútbol sala, la Liga Iberdrola y la Segunda División B al cuatro de octubre. Una fecha que ni se baraja entre los principales actores del panorama futbolístico, pues el protocolo no está ratificado. Y, en caso de que se obrara el milagro, ya sería bastante tarde para salvar sus economías.
La segunda semana del mes sería más viable, pero igualmente faltan muchos aspectos por pulir hasta llegar a ese punto. Y, por si fuera poco, un escenario de unanimidad se descarta entre los diferentes sectores por la dificultad que ello implica.
Esta situación se alcanza después de un final de temporada complicado, sin contar con el público que genera ingresos y con constantes riesgos sanitarios, que caracterizaron lo que muchos conocen ya como la temporada más larga de su historia. Y para más inri, con una comunicación completamente nula entre la Federación y las principales asociaciones y sindicatos que representan al mundo del fútbol no profesional.
El próximo viernes, tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, el fútbol considerado "no profesional" tendrá una cita clave y que podría ser histórica. El CSD recibirá a asociaciones como ACFF, LNFS y ProLiga para analizar la situación de sus categorías. Será la primera vez que tengan este encuentro y que dichas asociaciones puedan debatir, de manera oficial, sobre las medidas que se deben tomar.
Supone esquivar la incomunicación con la RFEF, que será protagonista indirecta de la reunión. ¿Por qué? La petición es clara: como organizadora, la Federación debe asumir algún coste del protocolo sanitario que obligan a realizar a los participantes.
La sensación generalizada es de engaño. Primero les dijeron una fecha y, pese a que entre los clubes y jugadores eran conscientes de que no se iba a poder empezar en esos tiempos, la RFEF mantuvo el calendario. A menos de un mes de que empezara la nueva temporada, el organismo federativo se reunió y mostró su predisposición a iniciar cuanto antes las ligas que dependían de ella. Semanas después, el protocolo no está aprobado y ya se habla de mediados de octubre para volver. La urgencia, como se pedía, brilla por su ausencia para la mayoría de implicados.
La situación de los jugadores
Los jugadores y jugadoras de fútbol se han pronunciado en los últimos días. Quieren regresar cuanto antes a sus competiciones. Es, como han explicado en diversas ocasiones, su única fuente de ingresos. Hasta 6.000 empleos directos llegó a contar AFE, sindicato mayoritario, como dependientes del fútbol no profesional de Segunda B, Tercera y fútbol femenino.
Los comunicados se han sucedido. Tanto jugadores de Segunda B y Tercera como jugadoras de la élite del fútbol femenino. "Tenemos derecho a que se garantice el ejercicio de nuestra profesión y se establezcan las medidas necesarias para desarrollarla con garantía sanitaria".
Fuentes del sindicato recalcan a EL ESPAÑOL que "lo importante es que se apruebe un protocolo unitario con incidencia en todo el territorio". Así se respetaría la igualdad de oportunidades y derechos de todos y todas las futbolistas más allá de su zona territorial.
Y van más allá: quieren que se incluya la realización de tests 72 horas antes de cada partido. El CSD lo incluyó, pero solo 72 horas antes de cada competición. En el primero de los casos, los clubes no podrían financiarlo en su totalidad y necesitarían el respaldo de la RFEF.
El fútbol femenino, tocado
La Liga Iberdrola no pudo regresar a la competición. No hubo un final de temporada como en otras categorías y el año se quedó a medias. Según trasladan a EL ESPAÑOL, la Federación ni siquiera planteó a los clubes la posibilidad de regresar como hicieron en competiciones masculinas de fútbol.
La única información que recibieron, como otras ligas no profesionales, es que la nueva temporada iba a comenzar el 5 de septiembre. Una fecha imposible teniendo en cuenta la situación sanitaria. Los clubes dudaron de que se pudiera iniciar la competición. No hubo respuesta y la RFEF mantuvo ese día hasta el pasado 10 de agosto. Cuando los equipos ya se habían organizado, sobre todo en lo que respecta a nivel contractual, la Federación aplazó el inicio de las competiciones.
Ahora, tras retrasar varias semanas -entre cuatro y seis- el inicio de la Liga Iberdrola, queda en el aire el formato que podría implantar la RFEF para poder cuadrar el calendario. Desde la ACFF, que representa a gran parte de los clubes femeninos de la élite, rechazan tajantemente esa posibilidad.
Los clubes se oponen a "cualquier escenario que implique alterar los formatos de las competiciones" y que, además, supondría un grave perjuicio para las entidades participantes. "Resulta innegociable para los clubes de la ACFF ningún escenario que no sea el de una liga regular a dos vueltas, con un grupo único para Primera Iberdrola y dos grupos para Reto Iberdrola", sostienen.
17 de los 18 equipos que disputan la primera división femenina comenzaron la pretemporada cuando se indicó en un primer momento. Ahora, todos deben esperar hasta bien entrado octubre para poder jugar. Los tiempos y las dificultades económicas les dejan a la deriva y de ahí que reclamen el "comienzo inminente de las competiciones de fútbol femenino para asegurar su viabilidad".
La guerra contra el fútbol sala
La LNFS perdió la dirección del fútbol sala hace meses. La Federación de Luis Rubiales se hizo con el mando de este deporte y abrió un cisma entre los diferentes clubes e instituciones. No hay diálogo ni comunicación alguna entre LNFS y RFEF. Y eso, en tiempos de pandemia, resulta casi obligatorio.
La Liga Nacional de Fútbol Sala, al igual que la ACFF, pidió más concreción: si no había protocolo de forma inmediata, la fecha de inicio marcada en un primer momento se iba a tener que modificar. Era inviable comenzar el 5 de septiembre y más cuando les prohibieron desde el Comité Nacional de Fútbol Sala disputar ningún amistoso. Sin protocolo, no podían saltar a la pista. Y, pese a ello, no les trasladaron la intención de retrasar el inicio de la competición.
Por ello, el fútbol sala se encuentra en una situación de debilidad. Hay clubes que han pagado mensualidades a jugadores que no han podido jugar ni entrenar. Hay otros que dudan de si podrán cumplir el protocolo. "Están hablando de más de 100.000 euros". Son cifras que pocos pueden asumir en una situación de inestabilidad como la actual. "Es inviable".
Las sensaciones no son nada positivas. "Si ya se empieza el 18, pues bien", espetan. Alcanzar una unanimidad, en este caso, también es algo bastante complicado y más teniendo en cuenta que hay clubes alineados con la RFEF, acrecentando la división en el fútbol sala.
El calendario, además, se deberá apretar notablemente. Las jornadas entre semana ya eran varias cuando la temporada iba a empezar en septiembre. Si a eso se le suma que se va a retrasar más de un mes, las cuentas son difíciles de cuadrar. De nuevo, dudas. Su objetivo: conseguir que la RFEF aporte económicamente para poder cumplir los protocolos y reiniciar el fútbol sala cuanto antes para sobrevivir.
[Más información: La Segunda B, la Tercera y la Primera Iberdrola ya tienen fecha para la temporada 2020/2021]