La crisis que se desató en el FC Barcelona tras la derrota en Champions no ha hecho más que empezar y sus consecuencias se espera que sean a largo plazo. Y es que la eliminación ante el Bayern es solo el detonante de una campaña contra un proyecto que no cuenta con el respaldo de los jugadores con mayor peso dentro del vestuario. Los capitanes del equipo dieron un paso al frente para abandonar el Barça y señalaron a la directiva, pero semanas más tarde lo único que parece cerrado es que no saldrán este año.
Piqué y Messi, referentes dentro del barcelonismo y representantes del escudo por todo el mundo, se han posicionado públicamente en contra de Bartomeu. La gestión del presidente no gusta y la grieta entre el vestuario y la cúpula de la entidad es cada vez mayor. El primero llegó a ofrecer su marcha del Barcelona nada más perder contra el Bayern y el segundo la pidió por medio de un burofax. Sin embargo, la directiva ha acabado cerrando la puerta a sus ventas por motivos diferentes.
Por delante queda una temporada donde Koeman tendrá que 'domar' a un vestuario revolucionado y con escasas caras nuevas. La venta de las 'vacas sagradas' ya es cosa del pasado y el técnico holandés tendrá que planificar una plantilla sin apenas fondos. Sin los 700 millones de euros que se pedían por Messi, y sin ofertas para los jugadores que querían traspasar, se antoja imposible realizar grandes incorporaciones.
El centro de atención estará en cómo es posible gestionar un equipo donde el presidente y dos de los capitanes del equipo no tienen relación ni confianza mutua. La moción de censura planteada contra Bartomeu sigue adelante y, en caso de que no prospere, esta será la atmósfera en la que se moverá el Barcelona durante el año.
Las críticas de Piqué
El central siempre se ha caracterizado por hablar alto y claro dentro del vestuario. Y nada más terminar el encuentro ante el Bayern de Múnich, cuando más lo necesitaba la afición blaugrana, Piqué salió a dar explicaciones. Fue el único capaz de articular palabra tras el 2-8 histórico y que suponía un tremendo empujón a una mala temporada del Barcelona.
El zaguero, uno de los capitanes del equipo, dejó claro que había que cambiar algo. Más allá de entrenadores y jugadores, Piqué puso su atención en la necesidad de remodelar la estructura de la entidad. Unas palabras que pusieron a Josep María Bartomeu en el centro de la diana.
Desde entonces, el defensa del FC Barcelona no ha vuelto a pronunciarse. No hay más que silencio en torno a su persona. Ningún comentario ni valoración pública acerca de cómo está gestionando el club esa necesaria revolución que había que llevar a cabo para no repetir errores de pasado.
"Vergüenza es la palabra, nadie es imprescindible. Si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica, soy el primero en irme y en dejarlo. Ahora sí hemos tocado fondo". Sin embargo, a unas semanas de que comience la temporada liguera, nada de eso se ha producido.
Messi le señala
El argentino confirmó que iba a continuar en el FC Barcelona, pero contra su voluntad. No quería seguir y si lo hará es porque no quiere entrar en una guerra judicial contra el equipo de su vida. Messi fue tajante y claro como nunca. No tiene ninguna relación con Bartomeu, no avala su gestión del club y no está optimista respecto a la etapa que va a iniciar Koeman.
Por lo tanto, Bartomeu tendrá que convivir con un Messi que le ha tachado de hombre sin palabra como presidente del Barcelona. "Ya dije en su momento que no nos daba para ganar la Champions. Ya la verdad, ahora no sé qué va a pasar. Hay un entrenador nuevo y una idea nueva", espetó en esa entrevista.
Messi se quedará hasta 2021 sin confiar en Bartomeu ni en el proyecto en general. Piqué se quedará en el FC Barcelona después de haber pedido una limpieza en el club que no se ha producido. Y Koeman tendrá que lidiar con todo ello.
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