Por si fuera poca la crisis que ha vivido en el último mes el Barça, la de la Covid-19 ha vuelto a hacer presencia. La última reunión de la Junta Directiva abordó los datos que se estiman para esta nueva temporada. Después de que no se haya ido Leo Messi, los azulgrana tendrán que afrontar su último año de contrato, sin la seguridad de que vaya a renovar, y también afrontarán una pérdida importante de ingresos mientras cuadran unas cuentas que tienen que dejar en positivo antes de que Josep María Bartomeu abandone la presidencia culé.
El FC Barcelona presentó esta pasada semana las previsiones de la incidencia económica de las dos crisis que han vivido en los últimos tiempos. Evidentemente, la del coronavirus era la principal consecuencia, pero la de Messi también la tendrá a largo plazo. El conjunto azulgrana espera un 30 por ciento menos de ingresos, que en cifras concretas serán unos 314 millones que dejarán de llegar a las arcas del club.
"El cálculo de esta cifra se ha realizado en el supuesto de que la actividad del club se pueda volver a normalizar a partir de inicios del año próximo", anunciaba la entidad en el comunicado que publicó esta semana. Por lo que estas cifras podrían ser aún peores si el público sigue sin regresar a los estadios, así como para poder tener a pleno rendimiento las instalaciones que también suponen una buena cantidad de esos ingresos.
Sobre todo se han referido a las previsiones que ha hecho la ECA, la Asociación Europea de Clubes, donde se esgrimió que en las próximas dos temporadas las entidades dejarán de ingresar un total de 4.000 millones de euros por culpa de la pandemia. Una cuestión que podría agravarse en el futuro para los culés, por ejemplo, con lo que supondría un adiós de Messi. El pan para hoy, hambre para mañana podría ser una realidad en Can Barça.
Los movimientos
Todo esto ha sucedido cuando la entidad hizo un movimiento para paliar el déficit en el presupuesto de la pasada temporada con la salida de Arthur Melo y el fichaje de Miralem Pjanic. La parte de la previsión de ingresos por ventas no iba a cumplir con las perspectivas de los 1.047 millones de euros, por eso el movimiento se produjo en esos días de junio, justo antes de que se cerrase el período 2019/2020. Mientras tanto, este verano está ingresando más bien poco por los Rakitic, Luis Suárez y Arturo Vidal.
En cuanto a la pandemia, el club reforzó su posición financiera ampliando las pólizas de los créditos que aún están vigentes a un período de tres años más y un 10 por ciento más. La entidad sumaba a sus deudas 120 millones con ese acuerdo con CaixaBank, Sabadell, Bankia, BBVA y el Banco Santander. También aralizó algunos proyectos como el del Espai Barça y la inauguración del nuevo Palau Blaugrana, que estaba previsto para 2022.
Además, solicitó un ERTE para una gran cantidad de empleados. Así mismo, la plantilla se redujo el sueldo un 70 por ciento durante el estado de alarma, junto a un dos por ciento para que esos mismos trabajadores pudieran cobrar la totalidad de sus sueldos a pesar del Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Todo ello con toda la polémica que hubo alrededor de esta situación en la que incluso Messi tuvo que salir a aclarar esas negocaciones.
Así quedan los datos
La entidad ha presentado una previsión de unos 733 millones, unas cifras que no se recordaban desde la temporada 2016/2017, cuando el club percibía 708 millones. Estas medidas duras con "el objetivo de maximizar el ahorro para minimizar las pérdidas ocasionadas por la falta de ingresos en el transcurso del último cuatrimestre del ejercicio 2019/2020" ya quedarán como una de las bajadas más importantes de la historia.
Los dos grandes se han visto afectados sobre todo por esa pérdida de 575 millones de euros de los derechos televisivos de la Champions League y la Europa League por el aplazamiento de esta cita y la reducción en el número de partidos. Es mucho el dinero que Barça y Madrid suman con esta competición y, acostumbrados a llegar a las últimas rondas, ambos se han visto eliminados en octavos y en cuartos de final. Todo suma cuando se trata de una situación tan delicada como la de la pandemia.
Por lo menos, la estimación de las ventas de merchandising que están relacionadas con Messi, tras esa decisión de quedarse, parece que están a salvo. Son unos 50 millones de euros los que genera solo en esta cuestión el argentino. Cabe resaltar que esta situación tendrá que ser replanteada al final de la temporada en función de la decisión que tendrán que rumiar los candidatos a la presidencia para conseguir que Leo se retire en el club.
Mientras tanto, el club sigue sin renovar a sus principales activos, cuestión sobre la que la ampliación de contrato de Messi también será de vital importancia. Si mantiene esa intención de salir el verano que viene, podrá afectar en las próximas negociaciones que tendrá que entablar la próxima Junta Directiva. El candidato que salga elegido afrontará las renovaciones de Rakuten, patrocinador principal, y Beko, uno de los secundarios, que repercuten de forma notoria a esas arcas. Tener al argentino en tus filas hace que seas más atractivo para estas empresas.
La tormenta perfecta, denominación que dan algunos de esos candidatos a esta situación, sigue tronando. Estos datos no hacen más que empeorar aún más la imagen ya deteriorada por los últimos acontecimientos. Aunque en esta cuestión económica no se ha librado nadie y el vecino, el Real Madrid, se hace evidente que Bartomeu tendrá que hilar aún más fino para conseguir su objetivo de ajustar las cifras de las pérdidas y los ingresos sin que tenga que poner parte de ese aval que depositó para convertirse en presidente del club.
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