Todos los clubes de La Liga han confirmado a la competición cuáles serán los estadios alternativos para esta nueva temporada. Una novedad respecto a años anteriores y que simplemente tiene la explicación de hacer frente a la Covid-19. LaLiga y la RFEF pactaron una serie de medidas de competición para esta campaña con el objetivo de evitar contratiempos generados por la pandemia y uno de estos cambios era la de establecer un segundo campo.
Este tiene que cumplir con los requisitos habituales y, sobre todo, situarse fuera de la Comunidad Autónoma a la que pertenezca cada equipo. De esta manera, si por la circunstancia sanitaria impedía la disputa de un determinado partido, el equipo local tendría la solución de jugar en esta segunda sede. La fecha límite era este 18 de septiembre.
"Excepcionalmente y a lo largo de la presente temporada cuando por circunstancias derivadas de la pandemia un club estuviera imposibilitado para disputar sus encuentros en su estadio, ya sea por imposibilidad de acceder al territorio donde se debía disputar el encuentro o por imposibilidad de utilizar la instalación previamente definida, deberá utilizar, previa autorización de la LNFP y de la RFEF, otro estadio de los que estén homologados al inicio de la temporada para la disputa de partidos de Primera o Segunda División", aseguró textualmente tanto LaLiga como la RFEF.
Los destinos de los cuatro grandes
Los cuatro primeros clasificados de la temporada pasada, como el resto, también han designado sus estadios alternativos. El Real Madrid, que jugará estos primeros meses en Valdebebas debido a la ausencia de público y a las obras del Santiago Bernabéu, ha pactado con el Real Valladolid jugar en el José Zorrilla si ocurre cualquier problema. Ambas entidades mantienen una gran relación y este es el último ejemplo. Los vallisoletanos, por su parte, han fijado el Alfredo Di Stefano.
El otro equipo de la Comunidad, el Atlético de Madrid, irá un poco más lejos que su máximo rival. Los de Simeone han fijado el Reale Arena, estadio de la Real Sociedad y más conocido por el nombre de Anoeta, como su segundo estadio de la temporada. Los vascos harán lo mismo pero a la inversa.
Igualmente, la elección del Sevilla también ha llamado la atención por la distancia entre su habitual sede y la escogida. Y es que los de Lopetegui jugarían en San Mamés si la ciudad hispalense se viera muy afectada por la Covid-19. El Athletic, aunque buscaba opciones más cercanas
Por último dentro de la cabeza de La Liga, el FC Barcelona viajará fuera de la península para jugar en su estadio alternativo. La entidad de Josep María Bartomeu ha acordado con el Mallorca jugar en San Moix. La distancia entre ambas es escasa y las facilidades de viaje ayudarían al transporte del equipo.
El resto de intercambios
Como se comprueba en el caso del Barça, no es obligatorio que el estadio sea de la misma categoría. Es decir, un equipo de Primera División puede jugar en el campo de uno de Segunda. Y, como han hecho los blaugrana, también el Valencia. Los che jugarían en el Carlos Belmonte, campo habitual del Albacete. Ambos clubes anunciaron que intercambiarían sus instalaciones si se diera la situación.
El Granada, por su parte, se desplazaría a Leganés; Osasuna a Mendizorroza y el Alavés en El Sadar; el Betis al Ciutat de Valencia y el Levante al Villamarín; el recién ascendido Huesca jugaría en Montilivi; el Celta jugaría en el José Zorrilla, al igual que el Real Madrid; el Eibar tiene previsto hacerlo en Anduva; el Getafe en La Romareda; el Villarreal en el campo del Espanyol y el Cádiz, otro de los nuevos en Primera, también propone hacerlo en el Carlos Belmonte.
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