En menos de dos meses, José María del Nido Benavente podría volver a tener el poder del Sevilla. Después de firmar el pacto de la Junta de Accionistas de 2019, el expresidente ha solicitado una Junta Extraordinaria antes del 1 de noviembre para lo que él ha denominado como una "profesionalización" de la gestión del club. El imputado en el 'Caso Minutas' quiere volver a mandar en el club, aunque no deja claro que vaya a ser la cara visible.
El expresidente ha ido recuperando su notoriedad poco a poco. Hace algo más de tres años, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Huelva otorgó a Del Nido el tercer grado debido a la "excelente evaluación global del centro" y su "plena integración familiar, social y laboral" el pasado 13 de junio de 2017. Antes, entre el mes de abril de ese mismo año y 2014, estuvo en la prisión de Huelva. Fue condenado a siete años, pero su buen comportamiento le liberó antes de la pena privativa de libertad y la sustituía por la estancia en el Centro de Inserción de Sevilla, donde solo iba a dormir.
Desde ese momento y con su 35 por ciento del accionariado sevillista, Del Nido comenzó su reconquista particular. A pesar de que el club ha continuado haciendo un buen trabajo con el liderazgo de José Castro, las ansias de poder del sevillano pueden encontrar su paso definitivo en los últimos meses de 2020. Si el año prometía emociones fuertes, después de que los del barrio de Nervión levantasen su sexta Europa League, se viene una guerra de poder.
El máximo accionista del club solicitó, a título individual, en la mañana del martes 1 de septiembre, la celebración de una Junta General Extraordinaria de Accionistas. Durante el verano las cámaras de unos aficionados sevillistas le cazaron hablando con alguien sobre este asalto al poder del club y captaron el momento. El que fuera máximo responsable del club entre 2002 y 2013, cuando entró en prisión por prevaricación, malversación y fraude dentro del marco del 'Caso Minutas' lleva tiempo preparando esta situación.
Guerra accionarial
En febrero de este año Del Nido se congratulaba por el trabajo del equipo directivo, pero parece que esas declaraciones que visualizaban la paz social que vivía el club no eran más que humo. "La gestión actual del club acredita que después se ha sabido continuar con ese proyecto y lo que hay es que congratularse como sevillista y disfrutar con lo que estamos viviendo", esgrimía el expresidente en un acto.
La excusa de ese cambio en su forma de pensar justo cuando el equipo acaba de volver a triunfar es la "profesionalización de la gestión corporativa y financiera del club". La ambición de Del Nido no tiene parangón y cree en la idea de un gran Sevilla. Para ello, quiere dotarlo de las "las herramientas económicas necesarias", aunque la situación de la pandemia haya puesto a todos los clubes contra las cuerdas. En cualquier caso, su objetivo es que la entidad opte como claro candidato al título de Liga.
Pero el paso que lo ha cambiado todo es su alianza con Sevillistas Unidos 2020. Junto a este grupo accionarial ha conseguido tener unas 39.000 acciones para poder imponerse en esta nueva lucha de poder que se ha iniciado en el club hispalense. Ahora tendrá que verse hacia donde se decanta el grupo Accionistas Unidos, ya que son 4.000 acciones que decantarán la batalla ya que actualmente habría unas 50 acciones de diferencia entre Castro y Del Nido. En cualquier caso, el segundo, en ese comunicado que hizo, dejó en el aire la posibilidad de comprar más acciones.
Quiénes son 'Los Americanos'
El socio perjudicado por la paz social que imperaba en el Sevilla provocó muchas dudas en su llegada a la Junta, pero ahora parece ser el mejor aliado para Del Nido. Detrás de Sevillistas Unidos 2020 están tres grandes inversores norteamericanos. Steven W. Pasko, Wayne Boisch y James Pulasky, que tienen un 50 por ciento de su capital el primero y 17,33 por ciento los dos restantes. Después habría otros 22 "sevillistas" desconocidos.
Estos mismos estadounidenses también poseen 777 Partners LLC, una empresa afincada en Delawere, como Sevillistas Unidos 2020, que entra en sociedades con alto crecimiento, preferentemente enfocada en los servicios financieros. Sus nulos movimientos generaron desconfianza, pero el hecho de que Joshua Wander, el israelí encargado de financiar los movimientos de esta empresa, puso encima de la mesa los 10 millones para el paquete accionarial, dejó todo a un lado.
Cuando llegaron apoyaron la candidatura de Pepe Castro y se situaron de ese lado, una cuestión que aseguraba la paz social. Esta traición, como se ha denominado en los fueros internos, en el momento en el que se han ubicado tras Del Nido fue explicada por su representante en España, Andrés Blázquez, en una entrevista en MARCA alegando otras traiciones.
El pacto de paz
El hecho de que se firmara un gran pacto por la paz ha impedido que este grupo pudiera rentabilizar mejor su inversión. En la Junta de Accionistas de 2019 las grandes familias que copan el poder del Sevilla acordaron que en los próximos cinco años no iba a haber movimientos de compras de acciones para asegurar la estabilidad del proyecto de José Castro.
El Sevilla publicó una carta redactada por su presidente en la que anunciaba "un gran pacto por la estabilidad" para garantizar la unión de todas las grandes fuerzas accionariales, es decir, la familia Carrión, la familia Alés y el grupo de Utrera y también la familia Del Nido. De esta forma se demostraría que ninguna de estas fuerzas tienen intención de vender el club a inversores externos.
Ante la ruptura de este pacto, la semana pasada José Castro interpuso una demanda en el Juzgado de lo Mercantil contra José María del Nido denunciando la ruptura del pacto de gobernabilidad firmado. En esa misma acción, el actual presidente también habría pedido que se revoque la solicitud de una Junta General Extraordinaria de Accionistas. De esta forma, quizás el proceso podría ir más allá de esos dos meses citados anteriormente.
El lío con sus hijos
Del Nido no podría ser presidente si termina ganando esta guerra. La inhabilitación para ocupar cargos sigue vigente por lo que todos los ojos apuntaban a su hijo José María. Es uno de los dos vicepresidentes actuales del Sevilla, por lo que su situación y el vínculo le convertían en el principal candidato a ser el nuevo máximo responsable del club.
Pero no. Los planes de su padre no pasan por ese camino. Cuando Del Nido anunció la petición de la Junta para renovar el Consejo de Administración, quedó implícita la intención de quitar de en medio a su hijo. Pero es que en julio ya pidió que dejase de ser el representante de su paquete accionarial en el mismo requerimiento que envió al club anunciando, prácticamente, la guerra.
Su otro hijo, Miguel Ángel, era el anterior dueño del paquete accionarial. Pero su salida con dirección al Cádiz, club al que sigue perteneciendo, dejó el poder en el notario José María Manzano. Pero esta misma semana se ha conocido que la Fiscalía le investiga por un presunto delito de falsedad documental cuando trabajaba en el Sevilla como responsable del área de Control de Gestión y Financiero.
Se avecinan nubarrones sobre Sevilla y el club y no es por el fin del verano. Del Nido quiere recuperar el poder de la entidad del barrio de Nervión y lo va a tratar de conseguir a toda costa. El sevillismo vive con incertidumbre este inicio de la guerra de poder entre los principales accionistas del club. Todo indica que empezará de nuevo el movimiento accionarial, pero el desenlace, por ahora, es toda una incógnita.
[Más información: Uno de los hijos de Del Nido, investigado por falsedad documental]