El propietario del Chelsea y magnate ruso, Roman Abramovich, está en el punto de mira después de una investigación realizada por la BBC. Según la información del medio británico, el máximo responsable del club ha estado ocultando durante años que contaba con los derechos de jugadores externos al club inglés. Es decir, que el Chelsea podía enfrentarse a equipos cuyos jugadores pertenecían, en parte, al dueño de la entidad.
Las primeras informaciones apuntan a que jugadores como Andre Carrillo se enfrentaron al Chelsea cuando parte de sus derechos pertenecían al propietario Abramovich. En el caso del peruano, formaba parte del Sporting de Lisboa, conjunto contra el que el equipo inglés jugó en 2014 dos partidos de la Champions League al coincidir en la fase de grupos.
Sin embargo, Carrillo no sería el único jugador del que Abramovich tenía derechos. Esta práctica fue prohibida en 2008 en la Premier League. Es por ello que el propietario del Chelsea tiene cierta estrategia de defensa en ese aspecto, pues a nivel internacional no se prohibió hasta al año 2015.
Expertos en la materia como el expresidente de la federación inglesa, han puesto en duda la legalidad de los hechos acometidos por Abramovich y su empresa fantasma. "No creo que sea posible que el propietario de un club de fútbol tenga jugadores en otros clubes de fútbol. Esa es precisamente la razón por la que la propiedad de terceros está prohibida".
"Esto arroja sospechas y una sombra sobre el fútbol. En los documentos que he visto me hubiera gustado, como presidente de la FA, investigarlos", ha indicado Lord Triesman a la propia BBC.
Esta estrategia, que pone en duda la pulcritud del deporte y la competitividad de todos los jugadores, se basa en adquirir parte de los derechos de jugadores con futuro y que militen en clubes con dificultades económicas. Así, el club 'rico' se hace con parte de un jugador y el club 'pobre' solventa sus problemas de liquidez. Las dudas sobre poder hacer determinadas apuestas sobre el resultado del partido también surgen a raiz de estas actividades.
Abramovich suma así una nueva polémica a su historial. Y es que cabe recordar que son muchas las noticias que le vinculan con Rusia y Putin. Su potencial económico, además, le llevó a estar en el algunas de las revelaciones del caso de Football Leaks.
La defensa de su entorno
La investigación es completamente legal, pues el mismo entorno de Abramovich ha reconocido los hechos. Pese a las acusaciones, los cercanos a Abramovich explican a la BBC que "el hecho de que las transacciones hayan sido confidenciales" no implican que "fueran ilegales o infringieran las normas o reglamentos". Su principal defensa, además,e stá en que las revelaciones "se refieren al periodo anterior a que la FIFA cambiara sus reglas". Por tan solo un año, del 2014 al 2015 que se prohibió este mecanismo.
La portavoz de Abramovich, lejos de esconderse, subraya que el hecho de que no hayan sido conscientes de "este asunto", confirma que "no ha habido ninguna infracción". "No se ha tomado ninguna medida", se defienden.
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