La Premier League puede presumir de haber sobrevivido a la crisis del coronavirus. Los fichajes no han cesado este verano y los millones van y vienen hasta que se cierre el mercado el próximo 4 de octubre. Los equipos ingleses gastan mucho, algunos más que otros, y entre los que sacan la chequera hay un club que está llamando la atención por su forma tan peculiar de hacerlo: el Wolverhampton Wanderers. Los 'Wolves'.
Este equipo del oeste de Inglaterra apenas lleva dos temporadas en la Premier desde su último ascenso, en 2018. Dos años en los que ha repetido posición en la tabla, séptimo clasificado, y se ha ganado el derecho a ser una de las principales amenazas para el 'Big Six'. Conseguirlo ha tenido un precio para un histórico del fútbol inglés que en 1888 fue uno de los 12 fundadores de la Football League.
Los Wolves se tuvieron que entregar al capital extranjero en 2016. Renunciar a su historia para dar un paso adelante en manos del magnate chino Guo Guangchang, uno de los 200 hombres más ricos del planeta. Se gastó 52 millones de euros para comprar el club y desde entonces ha multiplicado por siete su inversión inicial para hacer fichajes: 375 millones. Antes de comprar el club hizo otro movimiento que marcaría el futuro de la entidad: se hizo con el 20% de la agencia Gestifute.
Gestifute es la empresa del 'súper agente' Jorge Mendes, uno de los representantes más influyentes que, entre otros futbolistas, maneja la carrera de Cristiano Ronaldo. Mendes ha sido la mano derecha de Guangchang y gran responsable del rumbo que han tomado los Wolves en el mercado. La alianza del portugués y el club ha traido mucha cola en Inglaterra y ahora se reproduce por toda Europa.
Las compras de Mendes
Los primeros fichajes fueron Hélder Costa e Ivan Cavaleiro, representados por la agencia Gestifute. Después les siguieron Ruben Neves, Roderick Miranda y Diogo Jota, sin olvidarse de Nuno Espírito Santo, exentrenador del Valencia y desde mayo de 2017 técnico del Wolverhampton. Con el ascenso a la Premier se fueron uniendo Rui Patricio, Joao Mourinho, Pedro Neto, Podence y, este verano, Vitinha y Nelson Semedo. Todos portugueses y todos llevados por Jorge Mendes.
Los movimientos de los Wolves provocaron malestar entre equipos de la Championship, primero, y de la Premier, después. Hasta el punto de que la Federación inglesa (FA) tuvo que investigar la fórmula de la dupla Guangchang - Mendes. La UEFA les 'castigó', si se puede decir así, con una leve multa y reduciendo su número de fichas en torneos europeos de 25 jugadores a 23. También está obligado a alcanzar un equilibrio económico en 2022, pero es lo de menos.
Mendes ha convertido el equipo del Molineux Stadium en su centro de operaciones. El lugar perfecto para el agente luso para colocar a sus futbolistas e impulsar sus carrera, ya sea que se encuentren en su punto más maduro o siendo solo unos jóvenes. Los Wolves han sufrido una transformación contando actualmente en su plantilla con ocho jugadores de Gestifute. En la plantilla son 10 portugueses. El club no se esconde y ya saca partido vistiendo los colores de Portugal en su tercera equipación.
Sospechas sobre Fabio Silva
El de Semedo, procedente del Barça a cambio de 30 millones de euros, ha sido el último trasvado de Mendes de uno de sus jugadores a los Wolves. Este verano también hizo de intermediario en la operación que llevó al joven Fabio Silva (18 años) del Oporto al equipo amarillo. Un fichaje que ha levantado todo tipo de sospechas por las comisiones que se llevó el 'súper agente' y las condiciones bajo las que se cerró el fichaje.
El fichaje de Fabio Silva costó 40 millones, de los que 10 fueron en concepto de comisiones: tres para STV, agencia que representa al jugador, y siete para Jorge Mendes, que hizo de intermediario. Hay que recordar que el 20% de Gestifute, la empresa de Mendes que recibió ese dinero, es del dueño de los Wolves. El Oporto, ahogado por el Fair Play Financiero, aceptó una buena cantidad en efectivo bajo la sospecha de que se 'infló' el precio.
Los Wolves juegan con fuego mientras la UEFA sigue permitiendo el conglomerado de fichajes-comisiones que ha montado Mendes en el club inglés. En lo deportivo no hay mucho malo que decir, habiendo formado un equipo con estrellas como Raúl Jiménez o el español Adama Traoré, habiendo jugado la Europa League la pasada temporada y sacándole rentabilidad a inversiones como la de Diogo Jota, fichado en 2018 por 14 millones y vendido ahora por 45 al Liverpool. Otro representado de Mendes, por cierto.
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