El fútbol sala está más cerca de comenzar. Tras semanas de incertidumbre y negociaciones por el protocolo sanitario, la élite de dicha disciplina volverá a pisar una pista para disputar un encuentro oficial. Será el fin de semana del 4 de octubre, la fecha más temprana autorizada y que generó consenso tanto entre los clubes como en la propia Federación, organizadora de la liga.
El acuerdo se alcanzó en una polémica reunión donde, salvo un equipo participante, todos dieron su visto bueno a adelantar el inicio al día 4 y no mantenerlo en el 18, como se había fijado en un primer momento por el ente federativo. Ahora, todos trabajan para iniciar de la mejor manera la competición después de meses de parón.
Los detalles para iniciar la liga se van perfilando y, en los últimos días, se ha trasladado a los clubes las reglas de competición que deben cumplir. Un documento al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL y que, según refleja, limita notablemente aspectos como la publicidad en las camisetas de los clubes.
En el documento distribuido a todos los equipos se aborda el tema de la publicidad en las equipaciones. Y es ahí donde la RFEF, como organizadora de la competición, deja claro que solo podrán lucirse como patrocinadores a aquellas asociaciones que tengan alguna vinculación o asociación con la RFEF.
Un apartado que ha generado bastante polémica entre los participantes, pues la publicidad supone su gran fuente de ingresos y limitarla de esta manera, en tiempos donde las economías han sido castigadas por la Covid-19, es un golpe muy duro.
Además, esta exigencia sale a la luz después de que la RFEF presentara su ambicioso programa para reconquistar al fútbol sala y donde se podrían obtener, adheriéndose a un determinado plan, más de 90.000 euros. Entre otras cesiones había que darle a la Federación la gestión de determinados activos, en la proporción deseada, y entre los que se encuentran los derechos televisivos. Para ello habría que romper el contrato firmado con LaLiga y que tiene vigencia hasta 2023.
Las exigencias para el patrocinio
El documento, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, subraya en el apartado de la publicidad que "los patrocinadores del club podrán ser incluidos libremente en forma, tamaño y ubicación en las equipaciones". Se tendrá que respetar, como suele ser habitual, la zona del brazalete de capitán y "los elementos de inserción obligatoria según los criterios de aplicación". Y dicha publicidad "nunca podrá alterar el color de la equipación".
Sin embargo, a continuación se especifica que todas las entidades que aparezcan en las equipaciones de juego deben tener una vinculación con la Federación liderada por Luis Rubiales. Una limitación que deja en el aire los contratos de cada club, gestor único de la publicidad que aparece en sus camisetas.
La RFEF, en dicho documento distribuido a los equipos, indica que "en ningún caso" se podrán incluir "como patrocinador en las equipaciones de juego" a "ninguna institución o asociación no vinculada a la RFEF y a la organización de la competición". Una medida que no ha gustado entre los equipos que lo ven como "una locura" y con poca concreción porque "asociaciones y entidades hay muchas".
Fuentes de la organización de Luis Rubiales trasladan a EL ESPAÑOL que esta práctica es habitual en las ligas de élite y se incluye en las "normas de competición". Como organizadora, la Federación sostiene que hay "una serie de publicidad y logos que se llevan en la camiseta y los marca el organizado", al igual que sucede en competiciones como la NBA o en La Liga, apuntan.
El veto a la LNFS
Esta normativa impulsada por la RFEF, aunque no nombre directamente a la LNFS, se ve como un movimiento para evitar que la Liga Nacional de Fútbol Sala. La asociación a la que siguen ligada numerosos clubes y que se mantiene en el bando enemigo de la Federación es la figura en las camisetas de los equipos y, según este código repartido por los de Rubiales, el escudo de la LNFS tendría que desaparecer.
En dicho documento, además, se incide en este aspecto. La RFEF remarca que el parche que debe figurar es el de la Federación como organizadora de la competición, será de uso "exclusivo y obligatorio" en las equipaciones oficiales y tendrá que situarse en la manga izquierda. "En ninguna de las mangas podrá aparecer ningún tipo de institución o asociación ajena a la RFEF", apunta el documento.
Estos parches serán repartidos por la Federación de forma gratuita y en una cantidad cercana al centenar de unidades por club para cubrir "las necesidades deportivas básicas". Y entre los equipos no lo dudan: "Ha intentado bloquear la situación del parche de la Liga". Una situación que definen como "surrealista".
Esta regla, de obligatorio cumplimiento, ha sido rechazada por numerosos clubes. Y según ha podido saber EL ESPAÑOL, ya se ha trasladado a la RFEF que no portarán el parche de la Federación de forma gratuita y que, por lo tanto, mantendrán el logo de la Liga que lucen actualmente. "Muchas entidades pagan por ello", recalcan desde los equipos a este periódico, y hacerlo gratis para la Federación no tendría sentido alguno.
Los clubes afines a la RFEF serían los únicos dispuestos a cumplir esta normativa. El FC Barcelona, por ejemplo, también se baraja que asuma el requisito.
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