Han pasado casi tres años desde que el Barcelona fichara a Philippe Coutinho. Aquella operación fue la más cara que haya cometido el club azulgrana en toda su historia y a día de hoy todavía sigue pagando variables. Ocurrió hace unos meses cuando el brasileño levantó la Champions League, aunque no con el Barça sino con el Bayern, y ahora podría repetirse tras regresar de su cesión y quedarse en filas culés.
The Mirror, diario inglés, explica qué podría hacer ahora al Barça tener que volver a rascarse el bolsillo para pagar al Liverpool. Es simple: Coutinho debería jugar apenas 14 partidos más como azulgrana para que el Barça tuviera que desembolsar otros 4,4 millones de libras (en torno a 5 'kilos' en euros). Está en la mano de Ronald Koeman, principal valedor de la continuidad de 'Cou' tras su vuelta del Bayern.
El Barça pagó 120 millones de euros fijos por Coutinho en enero de 2018 y acordó un total de 40 millones en variables, ascendiendo la cifra total a los 160 'kilos' que son récord en la entidad catalana. De esos, hace bien poco se tuvieron que pagar cinco por la Champions que levantó el brasileño con el Bayern que, curiosamente, eliminó y goleó 2-8 al equipo entonces dirigido por Quique Setién en los cuartos de final.
La vuelta de Coutinho al Barça ha sido una de las sorpresas del verano. A Koeman le gusta y le ve como un futbolista en torno al que se puede llevar a cabo la revolución que se busca en Can Barça tras tocar fondo la pasada temporada. De momento, el papel del centrocampista está siendo importante tras debutar en Liga este curso como titular.
El rol que Koeman le ha dado a Coutinho hace pensar que no será difícil que el jugador rebase los 14 partidos que le quedan en el Barça para que el club tenga que pagar cinco millones más.
El nuevo Barça de Koeman
Con el 4-2-3-1 que ha dibujado el holandés, un esquema que utiliza la selección 'oranje' en los últimos tiempos, unos cuantos jugadores se sienten más cómodos, pero sobre todo el equipo está más cohesionado, las líneas más juntas y no sufre tanto.
En el primer partido ante el Villarreal se vio como la calidad de los mediapunta, especialmente de Ansu Fati y de Coutinho, fue determinante, y solo Antoine Griezmann rechinó en el engranaje de Ronald Koeman.
El doble pivote (Busquets-De Jong) permitió recuperaciones y creación y cuando Pjanic entró por Busquets añadió un plus en la presión. Atrás, Alba fue de los mejores en la proyección ofensiva; y la pareja de centrales (Piqué-Lenglet) fue de los destacados.
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