Los esfuerzos por hacer crecer el fútbol en Norteamérica y en especial en Estados Unidos están teniendo éxito. En una parte del mundo donde el 'deporte rey' es conocido como soccer y otras disciplinas como el baloncesto, el fútbol americano o el hockey son más seguidas, en los últimos años se ha visto una expansión a todos los niveles del fútbol tradicional en el gigante americano.
La MLS, la gran liga de fútbol de EE.UU. sigue creciendo. En 2020 ha llegado a los 28 equipos en la competición y sigue creciendo tanto en valor, cada vez más cerca de los 1.000 millones, como en audiencia, siendo seguida por el 31% de la población estadounidense. Los estadios están a la vanguardia y, aunque ahora estén vacíos por el coronavirus, en la final de 2018 se llegó a un récord de 73.000 asistentes.
El fútbol en Estados Unidos sigue atrayendo la atención de grandes estrellas del fútbol europeo que ya no tan mayores se atreven a probar suerte allí. Gonzalo Higuaín y Blaise Matuidi, ambos flamantes fichajes del nuevo Inter Miami CF, son de las últimas grandes incorporaciones de una liga que, a su vez, capta la atención de todo Centroamérica y es un trampolín para algunos futbolistas de países como México.
Aunque lo que hoy nos toca no es el crecimiento de la MLS sino del fútbol estadounidense desde su base. Y es que la cantidad de escuelas de fútbol en EE.UU. se ha disparado, como si de un país tradicionalmente futbolero se tratara. Grandes clubes de Europa como el Real Madrid, el Barcelona o la Juventus y de Sudamérica como Boca Juniors o River Plate se atreven a montar sus propias academias allí y se ha multiplicado la creación de talento propio.
Los grandes exportadores del fútbol de EE.UU. han sido a lo largo de la historia los Clint Dempsey, Tim Howard o Landon Donovan. El caso es que, aunque sean conocidos todos ellos, sobre todo en Inglaterra, tampoco llegaron al nivel más alto ni de talento ni de competición durante sus carreras. La tendencia ha cambiado y en la actualidad se está viviendo una irrupción de jóvenes talentos que proceden de Estados Unidos.
Pulisic, Dest y los que vienen
De esta camada, seguramente que el que abrió el camino fue Christian Pulisic. De abuela croata pero nacido en Pensilvania, creció en la cantera del Borussia Dortmund y hace un año dio el salto al Chelsea como reemplazo de Hazard costando más de 60 millones. Con 22 años es la esperanza de todo un país y de un combinado nacional que lo máximo que ha alcanzado en su historia en los Mundiales son los octavos de final y no clasificó para jugar en Rusia en 2018.
Estados Unidos no es solo Pulisic. Jugadores aún más jóvenes están surgiendo y se van haciendo hueco entre los grandes de Europa. De los 10 futbolistas estadounidenses con más valor, solo dos (Brooks y Yedlin) tienen más de 25 años. Este verano, Sergiño Dest (19 años) y Weston McKennie (22) han sido protagonistas fichando por el Barcelona y la Juventus, respectivamente.
El caso más cercano en España es el de Sergiño Dest, quien pudo jugar para los Países Bajos pero eligió Estados Unidos. Una muestra más del crecimiento que vive el fútbol del país. Procedente del Ajax, al equipo culé le ha costado más de 20 millones de euros. Curiosamente, en la cantera azulgrana crece otro futbolista estadounidense, Konrad de la Fuente, que juega en el Barça B.
Siguiendo con los nombres hay que hablar de la fuerte influencia en la Bundesliga, con Giovanni Reyna (Dortmund, 17 años), Tyler Adams (RB Leipzig, 21) o Josh Sargent (Werder Bremen, 20) jugando allí. La lista la completan otros como Timothy Weah (Lille, 20) o Zack Steffen (Manchester City, 25).
'Fenómeno' Davies
Y aunque no sea estadounidense no hay que obviar el fenómeno Alphonso Davies. Con 18 años llegó al Bayern Múnich en enero de 2019 procedente del Vancouver Whitecapes, equipo canadiense (como él) de la MLS. Costó 10 millones y en la actualidad es uno de los laterales más dominantes del mundo y levantó la Champions League con el equipo bávaro este verano.
'Tata' Martino, seleccionador de México, reconocía la realidad hace poco: "Lo que no podemos negar es lo que está pasando con los jugadores en Estados Unidos jugando en las mejores ligas y equipos de Europa". Es innegable el cambio de orden en el fútbol norte y centroamericano y la expansión estadounidense en la disciplina, siendo ya mucho más que una liga exótica en la que se retiran las estrellas de este deporte a edades avanzadas.
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