Fue el pasado mes de julio cuando se confirmó la sentencia de ocho años sin poder entrar a España al futbolista Rubén Semedo. Condena impuesta por la Audiencia Provincial de Valencia después de que en 2018 fuera detenido por secuestrar y agredir a un hombre en su vivienda del municipio de Bétera.
Lejos de escarmentar y aprender la lección, el jugador ha vuelto a meterse en un lío y es que el defensa del Olympiacos acudió a una fiesta privada, junto a otros jugadores como Lazar Randelovic y Bruno Felipe, y jugó un partido, saltándose así las restricciones impuestas en Grecia por la pandemia.
El Olympiacos no ha dudado en emitir un comunicado público para confirmar los hechos y ha señalado que los tres futbolistas que forman parte de sus filas deberán "pagar multas de la máxima cantidad permitida por el reglamento". La cuantía de estas irá destinada a la sanidad del país griego.
"PAE Olympiakos condena de forma inequívoca la participación de tres de sus jugadores, Rubén Semedo, Lazar Rangelovic y Bruno Felipe, en un encuentro de 30 personas el domingo por la noche en un hotel de L. Syggrou, como lo demuestra lo que salió a la luz según el informe policial", comienza la nota del club del Pireo.
"Descuidar las prohibiciones y el reglamento de nuestro equipo para esta temporada, es inaceptable. Los involucrados ya han sido citados para disculparse y serán multados con el monto máximo, que será donado íntegramente como donación al Sistema Nacional de Salud", sentencia el comunicado de Olympiacos.
Las autoridades de Grecia también han hablado sobre el tema. El portavoz del gobierno griego, Stelios Petsas, ha descrito todo lo sucedido como "un ejemplo de comportamiento irresponsable". Y es que el momento que se vive en el país, así como en el resto de Europa por el coronavirus, es muy delicado.
Evitó la cárcel
En su paso por España, la polémica fue de la mano de Rubén Semedo. Se llegó a pedir para él quince años de prisión, pero logró eludir esta pena, aunque no la de no volver a entrar en territorio español durante los siguientes ocho años. El defensa admitió los delitos de secuestro, robo y lesiones.
Como ahora en el Olympiacos, también fue sancionado por salir de fiesta cuando jugaba en el Huesca. Y en el conjunto griego no es la primera polémica que protagoniza, ya que fue expulsado por tirar al suelo a un recogepelotas y dar el pistoletazo de salida a una tangana.
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