El duelo de la última jornada de la fase de grupos de la Champions League entre el París Saint-Germain y el Basaksehir turco, suspendido este martes por un insulto racista del cuarto árbitro a un miembro del equipo de Estambul, se jugará mañana a las 18:55 horas, tal y indicó la UEFA. Además, lo hará con un cuerpo arbitral 'renovado' tras el incidente provocado por Sebastian Coltescu.
El partido fue suspendido cuando apenas se había jugado cuarto de hora después de que Coltescu, el cuarto árbitro, llamara "negro" al exinternacional camerunés Pierre Webo, actual miembro del cuerpo técnico del equipo turco, lo que provocó un altercado y que los jugadores abandonaran el campo.
Los equipos se plantaron y mandaron un gesto al mundo en contra del racismo que está siendo aplaudido desde todas partes. El revuelo ha sido general y del protagonista apenas se sabían las explicaciones que dio a pie de campo, defendiéndose al decir que 'negro' en rumano solo hacía referencia al color de piel de la persona. Ahora, gracias al medio ProSport, se ha podido conocer más de su versión.
El medio rumano cuenta que Coltescu llamó a sus familiares tras el partido para explicar cómo se sentía tras la polémica que ha provocado: "Solo trato de ser bueno. No voy a leer ningún sitio de prensa estos días. ¡Cualquiera que me conozca sabe que no soy racista! Al menos, eso espero", confesó el colegiado rumano, tal y como comparte el entorno cercano del árbitro a ProSport.
Por otro lado, también ha hablado Ovidiu Hategan, el primer árbitro del choque que se celebró en el Parque de los Príncipes. El medio francés europe1.fr ha podido hablar con él y muestra su consternación: "No podemos hacer ninguna declaración, primero debemos hablar con la UEFA. Normalmente, te respondería, pero esta noche no puedo. Evidentemente, estamos desolados, pero respeten nuestro silencio y entiendan la situación", afirmó.
El deporte rumano
Las reacciones también han llegado desde los altos cargos del deporte rumano. Su ministro de Deportes, Ionut Stroe, ha pedido "disculpas en nombre del deporte rumano por este incidente desafortunado", ha declarado Stroe. "Condenamos con firmeza cualquier tipo de expresión o declaración que pueda ser considerada racista o discriminatoria", ha dicho también el ministro.
"El deporte va de algo completamente distinto, de trabajo, ambición, juego limpio", agregó el ministro, que espera "que no lleguemos a un escándalo diplomático" por lo ocurrido y dijo que "se tomarán medidas" una vez la UEFA "nos diga de verdad qué ha pasado". "Esta expresión desafortunada será sancionada", concluyó el ministro.
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