El PSG de Pochettino consiguió llevarse la Supercopa de Francia tras ganar a uno de sus máximos rivales, el Olympique de Marsella, por un solo gol. El conjunto parisino se hizo con el título gracias a un 2-1 en el que contribuyó Neymar. El brasileño marcó en el tramo final para encarrilar la victoria y, al término de la cita, se convirtió en protagonista por sus polémicos gestos en redes sociales.
En primer lugar, Neymar la llamó la atención con la celebración de su gol. El ex del Barça miró a cámara y gesticuló como si de un payaso se tratara. Poco después, en su cuenta de Instagram, utilizó una camiseta del Marsella para bromear sobre la derrota del conjunto de Villas-Boas. Y, para colmo, en su cuenta de Twitter se acordó de Álvaro, jugador del equipo rival. El español replicó con que sus padres le enseñaron a "sacar la basura".
Y es que uno de los grandes morbos de la pelea por el título era el reencuentro del delantero del PSG con Álvaro González. El central del Olympique de Marsella fue acusado hace unos meses de racista. La estrella de la entidad parisina le señaló durante el encuentro de la Ligue-1 y desató toda una investigación en la competición francesa.
Neymar, con ganas de más, respondió de nuevo: "Se olvidó de ganar títulos". El pique no quedaría ahí y Álvaro volvería a contestar al jugador del PSG. En esta ocasión, el español le respondería con una foto de Pelé y diciéndole que siempre "estarás a la eterna sombra del rey". El brasileño zanjaría la disputa sentenciando que es realmente el central del Marsella el que está a su sombra: "te hizo famoso".
El asunto se abordó como una de las mayores crisis del fútbol francés en los últimos años. Neymar movilizó a todos sus seguidores, promovió una campaña contra Álvaro González insistiendo en las acusaciones de racismo y provocó una tangana en pleno encuentro que conllevaría graves sanciones para algunos de los implicados.
Finalmente, y después de semanas de testificaciones y análisis de cámaras, la competición francesa dejó sin sanción a Álvaro González. El jugador español no había cometido ningún acto racista, ni ningún comentario de dicha índole. No había pruebas y, teniendo en cuenta que no había aficionados en el campo, el hecho de que ningún jugador ni ningún árbitro escucharan nada permitió zanjar el asunto.
Álvaro lo entierra
Sin embargo, como relató el propio Álvaro, el calvario ya lo había vivido. El jugador español llegó a analizar la posibilidad de dejar la Ligue-1 e iniciar una nueva carrera deportiva en otro país por la presión sufrida. Su familia recibió amenazas de muerte y fue gracias al apoyo del Marsella por lo que resistió la campaña de acoso y derribo. Apenas habló del caso y, ante la insistencia de la prensa francesa, González dejó claro durante una intervención que había olvidado todo y que no volvería a hablar de ello.
Una actitud muy diferente a la tomada por Neymar, que en su primer cara a cara desde lo ocurrido, ha aprovechado todas las plataformas para sembrar la polémica por el primer título de la era Pochettino. Hace unos días, de hecho, ya se pronunció al respecto aprovechando lo sucedido ante el Basaksehir en la Champions League. Por el contrario, en la Ligue-1 son segundos con 39 puntos, marcando una escasa diferencia de siete puntos sobre el Marsella de Álvaro González.
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