El aficionado del Athletic no debía tener muchas esperanzas en la Supercopa de España hace solo un par de semanas. El año arrancaba con el equipo hundido en la tabla y a los tres días, pese a ganar al Elche, Gaizka Garitano era destituido. Era Marcelino García Toral quien recogía el testigo y con él volvió la ilusión: "Estamos a dos partidos de ganar un título", avisaba nada más llegar. El calendario decía que se tenía que medir al Barcelona, al Atlético y al Real Madrid en sus primeros días, pero no le asustaba.
Pocas formas más complicadas se le ocurren a uno para debutar a los mandos de un histórico del fútbol español que hace tres años que no se clasifica para Europa. Marcelino se atuvo a las circunstancias, no le quedaba otra. Su Athletic luchó contra el Barça en Liga, pero cayó 2-3. Al menos, por la suspensión de su partido contra el Atlético por Filomena, tuvo una semana para preparar la Supercopa a conciencia.
El 'método Marcelino' ha funcionado. Como le funcionó al Valencia que ganó la Copa del Rey en 2019 y muchos ches aún recuerdan. El Athletic le devolvió al técnico de Villaviciosa la Supercopa que el fútbol le debía por aquel polémico despido orquestado por Peter Lim y Anil Murthy. Ganó el título y en unos meses tendrá la oportunidad de revalidar 'su' Copa, lo que sería otro directo al magnate singapurense y su proyecto che.
Prisa por empezar
Marcelino llegó a Bilbao sin rencores tras más de un año sin entrenar decidiéndose por un equipo al que entrenar. Tuvo ocasión de ir al extranjero, pero llegó la oportunidad del Athletic y no pudo decir que no. El 5 de enero estampó su firma en su nuevo contrato, aunque el día anterior ya había dirigido la sesión de entrenamiento en Lezama. Tenía prisa por comenzar a trabajar a sabiendas de que esta temporada hay pocos respiros.
Su entrada en el club no tiene comparación y es que en solo dos semanas ha pasado de ser presentado a ser recibido como campeón en el Ayuntamiento de Bilbao y la Diputación Foral de Bizkaia. La pena es que haya sido sin la gente por culpa del coronavirus, aunque eso no quiere decir que ya se haya ganado el cariño de su nueva afición. Marcelino es ahora 'Martxelino Gartzia', como le han bautizado en euskera.
Todo el mundo quiere saber cuál es el secreto de Marcelino, pero él prefirió repartir el mérito: "Es de los jugadores. Lo merecen por el trabajo que hicieron el año pasado y porque ahora han ganado estos dos partidos al Madrid y el Barça. Tienen un mérito mayúsculo". Y con un gesto noble hizo partícipes del triunfo a Garitano y su cuerpo técnico y Beñat y San José, dos ilustres rojiblancos que se fueron en verano.
La cultura Athletic
Seguramente, el secreto de Marcelino haya estado en no entrar como un elefante en una cacharrería. El trabajo realizado por Garitano y su equipo le ha sido útil. Ya habrá tiempo para impregnar su sello en el equipo, pero por ahora el que se ha empapado ha sido él de la filosofía del Athletic. "En estos quince días, he comprobado que el Athletic es un sentimiento, es parte de una cultura. Es una cultura", reflexionaba tras el título.
Menos de quince días han bastado para que Marcelino entienda qué es el Athletic, un club con una identidad tan definida en la que no cualquiera encaja. Marcelino ha sabido encajar en ella y también con los jugadores. Y los jugadores con él. Con ellos ha sido cercano desde el día uno y les va conociendo poco a poco, sin tiempo para empezar con prejuicios.
La fuerza de los leones
Lo que se encontró en el Athletic fue un equipo fuerte, con unas condiciones físicas por encima de la media. Eso ya se sabía con Garitano. "Son esponjas. Son un plantilla increíble. Pelean, trabajan. Tenían entre ceja y ceja este trofeo y han ido a por él. Estoy muy orgulloso de ellos [...] Estos futbolistas son diferentes", reconocía este domingo. Él les dio la confianza para ganar y unas pinceladas sobre las que empezar a trabajar.
Tras estre triunfo comienza la parte dos. Será más fácil ahora que los jugadores creen, pero con el paso de las semanas se irá viendo la evolución del Athletic bajo el perfil Marcelino. La pizarra irá ganando presencia en su método, con el que hasta ahora apenas le ha dado tiempo a tocar un poco los entrenamientos y mostrar al equipo su forma de dirigir el vestuario.
El Athletic tiene proyecto con Marcelino. Su trayectoria le respalda y es que la Supercopa es el último de sus triunfos que van desde meter al Racing por primera vez en Europa hasta sus tres ascensos a Primera (Recreativo, Zaragoza y Villarreal) y, por supuesto, la Copa del Rey del Valencia. Ha empezado con buen pie y todo Bilbao se entrega a lo que pueda venir en la 'era Martxelino'.
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