Que el fútbol femenino continúa en su proceso de crecimiento parece que satisface a unos tanto como molesta a otros. Buena prueba de ello es cómo tratan distintos dirigentes mundiales a este deporte. El ejemplo más claro para ver las dos caras de una misma moneda se tiene en Bolsonaro y Biden, presidentes de Brasil y Estados Unidos respectivamente.
Hace ya varios meses que desde la Federación Brasileña de Fútbol se confirmó que habrá igualdad salarial entre los internacionales masculinos y femeninos. Otra cosa es lo que ganen las estrellas canarinhas en sus clubes. Poniendo el ejemplo de Marta, la mejor futbolista de todos los tiempos, y de Neymar se comprueba el abismo que existe entre ambos.
Marta Vieira es una de las leyendas vivas en el deporte rey. Ganadora en seis ocasiones del FIFA World Player y una vez del The Best, la delantera es un referente para las nuevas generaciones y aunque cuando vista la elástica de la Canarinha su sueldo sea el mismo que el de Neymar, otra cosa es lo que gana al año por desempeñarse como futbolista.
La polémica ha llegado a raíz de una pregunta que salía en el examen nacional de Bachillerato de Brasil. En este se comparaba lo que cobraban Marta y Neymar en el año 2017. Los datos son de lo más llamativos: la delantera ganaba 400.000 dólares y había marcado 103 goles, esto es 3.900 dólares por cada tanto; el extremo del PSG, por su parte, ganaba 14,5 millones y marcó 50 dianas, 290.000 dólares por gol.
Golpe al FutFem
Sobre ello fue preguntado Bolsonaro y este lejos de defender la igualdad entre sexos, criticó la comparación entre mujeres y hombres futbolistas. Esto es un discurso con el que muchos pueden llegar a estar de acuerdo, pero una frase del presidente brasileño echa por tierra cualquier defensa: "El fútbol femenino todavía no es una realidad en Brasil".
Precisamente lo dice el dirigente de un país en el que el fútbol es una religión, que cuenta con la mejor jugadora de todos los tiempos y con una selección que ha logrado ganar siete ediciones de la Copa América, tres Juegos Panamericanos, además de un subcampeonato en el Mundial de China de 2007.
"Todavía hay cuestiones ridículas en la prueba, comparando mujeres y hombres jugando al fútbol. No es necesario compararlo", comenzó diciendo Jair Bolsonaro. "El fútbol femenino todavía no es una realidad en Brasil. Lo que gana Neymar al año es lo que todos los equipos de fútbol juntos en Brasil ganan en una temporada. ¿Cómo le van a pagar a Marta el mismo sueldo? A esto se le llama iniciativa privada, es la que hace el salario y muestra hacia dónde debe ir el mercado", añadió el dirigente.
Biden sí da su apoyo
Si el presidente de Brasil menosprecia al fútbol femenino, Joe Biden, recién investido como presidente de los Estados Unidos de América, se alinea a favor de romper el techo de cristal. Antes de ser elegido, ya afirmó que iba a trabajar por el fútbol femenino y la igualdad salarial: "Para ellas: No se rindan, esta lucha sigue. Para la US Soccer: Salario igual, ya. O bien, cuando sea presidente, pueden buscar en otra parte dinero para el Mundial (de 2026)".
Joe Biden siempre se ha mostrado a favor de la igualdad salarial entre deportistas de diferente sexo y eso le hizo forjar un vínculo con Megan Rapinoe, estandarte de la selección de EE. UU. de fútbol femenino y Balón de Oro del año 2019. Las internacionales estadounidenses apoyaron al actual presidente en las elecciones contra Donald Trump.
La propia Rapinoe publicó un mensaje en Twitter en la toma de posesión de Biden. "No desperdiciemos esta oportunidad de contar con nuestro pasado y hacer avanzar la justicia y la igualdad", escribió la mediática futbolista. Fue en el año 2015, durante la final del Mundial de Canadá donde tuvieron su primer contacto, ya que el actual presidente de EE. UU. es un gran seguidor del fútbol -su hija jugó como portera en su etapa en el instituto-.
De ahí a que en abril de 2020 ambos, además de Jill Biden, mantuviesen una comentada charla en Instagram Live. En este encuentro telemático, el ahora presidente ofreció la vicepresidencia a la futbolista, quien entre risas le sacó el tema de la igualdad salarial. Y entonces llegó la promesa: "Deberías recibir el mismo salario que tus colegas que los hombres. No es una broma. Hemos estado reclamando sobre eso durante mucho tiempo".
[Más información: Marta Vieira y Toni Deion, la historia de una pareja que rompe moldes en el fútbol y venció al cáncer]