El 26 de mayo de 2018 el Real Madrid conseguía el hito histórico de ser el primer y único equipo en levantar por tercera vez consecutiva la Champions tras vencer por 3-1 al Liverpool en la final disputada en Kiev. Sin embargo, Cristiano Ronaldo se cargó la celebración al anunciar que quería poner fin a su etapa en el club blanco.
Las declaraciones de Cristiano Ronaldo al micrófono de Rodrigo Faez (BeIN Sports) al término del encuentro fue la última 'amenaza' pública del astro portugués al Real Madrid para un aumento de sueldo. Florentino Pérez no cedió al 'chantaje' de su estrella y semanas después se anunció el traspaso de Cristiano a la Juventus.
Por su parte, el Barcelona sí claudicó ante los deseos de Leo Messi, amo y señor del club azulgrana. Bartomeu firmó en 2017 un contrato de 555.237.619 millones de euros por cuatro temporadas que reportaría a Messi un salario de 75 millones de euros netos anuales, según el contrato publicado en exclusiva por el diario El Mundo.
2 'Cristianos' y 4 'Mbappés'
Las exigencias de Cristiano Ronaldo no llegaron nunca a la altura de las de Messi, pero el portugués cobra a sus 35 años (cumplirá 36 la próxima semana) un sueldo de 31 millones de euros netos en la Juventus, una cifra superior a la que ingresaba en el Real Madrid cuando anunció su marcha en 2018.
El sueldo de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid llegó hasta los 25 millones de euros netos por temporada, es decir, una tercera parte de lo que cobraba Messi ya en 2017. La locura realizada por Bartomeu hipotecó el presente y el futuro del Barcelona, una situación que se ha agravado con la crisis por el coronavirus y las pérdidas de ingresos que ha generado la pandemia para el Fútbol Club Barcelona.
Para más inri, el equipo catalán no ha levantado ninguna Champions desde la fecha de la firma del contrato y solo ha ganado dos Ligas con un Messi cada vez más en declive. Económica y deportivamente la rúbrica de Bartomeu fue la ruina del Barcelona.
Un contrato leonino y completamente fuera de mercado comparado con el resto de los mejores jugadores del mundo. Por ejemplo, Messi cobra más del doble que Neymar en el PSG. El brasileño, que está entre el argentino y el portugués en el podio, ingresa unos 35 millones de euros netos por temporada.
El salto ya es más considerable si comparamos el contrato de Messi con los siguientes en el ránking. Griezmann, también fichado por Bartomeu para el Barcelona, ingresa en la actualidad 20 millones de euros por campaña. Lo mismo que Salah, la gran estrella del Liverpool campeón de la última Premier y de la Champions de 2019, y que Lewandowski, nombrado mejor jugador del año por la FIFA y campeón de la Champions tras humillar precisamente al Barcelona de Messi por 2-8.
Messi también cobra más de cuatro veces lo que Mbappé en el PSG. El francés es la gran estrella del presente y del futuro del fútbol, pero con sus 18 millones anuales queda a años luz del contrato firmado por el argentino en 2017.
Las dos fichas más altas del Real Madrid actual son las de Hazard, alrededor de los 13 millones de euros, y la de Sergio Ramos, en los 12 millones de euros, que sumadas son solo una tercera parte de lo que ingresará Leo Messi este año del Fútbol Club Barcelona y que nos da una visión más amplia del grave problema económico que tiene la entidad catalana.
Bartomeu, la ruina del Barça
La deuda a corto plazo del Fútbol Club Barcelona asciende a 730 millones de euros, de los cuales además 196 corresponde a fichajes aún sin pagar. Su activo corriente no llega a cubrir la totalidad de su deuda, por lo que la necesidad del club en estos momentos pasa por vender jugadores e ingresar para poder hacer frente a los pagos.
Una ruina anunciada en medio de una gran crisis institucional y en pleno proceso electoral que provoca que el Fútbol Club Barcelona pase por la situación más difícil en su historia y con graves amenazas para su supervivencia, ya no a medio plazo sino a corto.
Muy diferente es la situación que se vive en el Real Madrid. A pesar de la crisis por el coronavirus, el club blanco cerró el ejercicio pasado con unos beneficios de 320.000 euros tras una ardua labor en la contención del gasto. La labor de Florentino Pérez permite a la entidad blanca mirar con distinta preocupación a la crisis de lo que se hace desde su eterno y gran rival deportivo.
Florentino Pérez decidió en su momento no hipotecar el futuro del club ante las exigencias de Cristiano Ronaldo. El presidente prefirió vender al máximo goleador de la historia del club que claudicar ante una subida salarial que hubiera hecho un gran roto en las arcas merengue. Una decisión que, con el tiempo y viendo la situación del Barcelona tras la publicación del contrato de Messi, tiene un mayor valor debido a la gran dosis de responsabilidad que demostró el máximo dirigente madridista.
Florentino salvó al Madrid
En más de una ocasión Florentino Pérez avisó a Cristiano Ronaldo de que el Real Madrid no era el Barça. Messi ha demostrado tener más poder que los presidentes azulgranas y ha ganado todos los pulsos, poniendo ahora en una situación crítica a la entidad. La mano de hierro con la que dirige Florentino al Real Madrid ha propiciado lo contrario, estando siempre el club por encima de todo.
El tiempo ha dado la razón a Florentino Pérez en su gestión del 'caso Cristiano' y ha retratado a un Bartomeu que cayó, entre otros muchos motivos, por poner su cabeza a disposición de la estrella a la que le firmó el mayor contrato en la historia del deporte mundial.
El futuro del Barcelona se tiñe de negro y la filtración del contrato de Messi es una carta de despido encubierta, ya que la relación entre el club catalán y el argentino se hace ya imposible más allá del 30 de junio. Mientras, Florentino Pérez se carga de razón ante el pulso que ha decido echarle ahora Sergio Ramos al no aceptar la oferta de renovación. El capitán deberá seguir con un sueldo de 12 millones netos al año o marcharse. En el Real Madrid son lentejas y Florentino no vacila.
[Más información: El FC Barcelona niega haber filtrado el contrato de Messi y anuncia acciones legales]