Josep María Bartomeu fue detenido este lunes a la vez que los Mossos registraban las oficinas del Fútbol Club Barcelona en el Camp Nou. El caso llamado 'Barçagate' ha provocado que el último presidente del club tenga que pasar la noche en el calabozo, aunque esto no es nuevo para un máximo dirigente azulgrana. De hecho, de los últimos cinco, solo Joan Gaspart no ha tenido problemas con la justicia.
José Luis Núñez y Sandro Rosell terminaron en la cárcel, Joan Laporta fue imputado por comisiones y ahora Bartomeu ha sido detenido por el 'Barçagate', el caso que investiga las campañas en redes sociales con noticias fakes para atacar la reputación de futbolistas como Messi o Piqué y de críticos a la gestión de la directiva como Jaume Roures, propietario de Mediapro.
Ser presidente del Barcelona se ha convertido en los últimos años en el prólogo para terminar sentado en el banquillo o entre rejas. José Luis Núñez fue el máximo mandatario azulgrana durante 22 años (de 1978 a 2000). Durante su mandato, el club logró su primera Champions, en 1992, de la mano del Dream Team entrenado por Johan Cruyff y, en total, 27 títulos en fútbol y 26 en baloncesto.
Sin embargo, en 2011, fue condenado junto a su hijo a seis años de cárcel por cohecho y falsedad documental dentro del 'Caso Hacienda'. En 2014 ingresó en prisión tras ser rebajada la pena a una de dos años y dos meses que cumplió. Murió en 2018 y, su final personal, no ensombreció su labor al frente del Fútbol Club Barcelona en una etapa en la que la entidad dio el gran salto nacional e internacional.
Solo Gaspart se salva
A Núñez le sustituyó Gaspart, el único presidente que no ha tenido problemas ante la justicia, que era su fiel vicepresidente. Sin embargo, la era de Gaspart duró poco debido a los malos resultados y a que su presidencia quedó marcada desde el inicio por la marcha de Luis Figo al Real Madrid.
Joan Laporta, candidato en las elecciones del próximo domingo, cogió el testigo de la presidencia entre 2003 y 2010 y acabó dimitiendo después de que se conocieran los espionajes y las escuchas a directivos y futbolistas por una empresa, Método 3, contratada por el director general, Joan Oliver.
Además, Laporta fue imputado por el impago de comisiones dentro de las investigaciones del 'caso Uzbekistán'. Finalmente, el ahora candidato a la presidencia, fue absuelto y el intermediario Bayram Tutumlu fue condenado a pagar las costas del juicio.
Su sucesor fue Sandro Rosell, que fuera vicepresidente deportivo de Laporta entre 2003 y 2005. Su mandato duró hasta 2014 cuando, acechado por la justicia, dimitió. El fichaje de Neymar fue el principio del fin de Rosell, que fue acusado de apropiación indebida en modalidad de distracción y por simulación contractual.
Sin embargo, lo peor para Rosell estaba por llegar y es que fue detenido por la Guardia Civil debido a presuntos delitos de blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal en 2017 por comisiones en la venta de los derechos audiovisuales del fútbol brasileño. El entonces ya expresidente del Barcelona pasó dos años en prisión provisional hasta que, finalmente, fue absuelto por la Audiencia Nacional.
Un club en ruinas
Antecedentes había y los habrá el próximo domingo cuando los socios tengan que elegir en las urnas al próximo presidente del Barcelona entre Laporta, Font y Freixa. En la figura del próximo máximo mandatario también recaerá la responsabilidad de levantar o no las alfombras en el Camp Nou con un club que acumula una deuda de más de 1.000 millones de euros y con un fondo de maniobra negativo superior a los 600 millones.
El próximo presidente tendrá que dar estabilidad y limpiar la imagen de una institución que se ha visto manchada por las andanzas de sus dirigentes tanto en el cargo como por sus actuaciones en su vida personal y profesional después de dejar la presidencia.
Junto a Bartomeu fueron detenidos el actual CEO del Barça, Óscar Grau, el jefe de los servicios jurídicos, Romà Gómez Ponti, y el que fuera jefe de gabinete de Bartomeu y señalado como principal responsable del 'Barçagate', Jaume Masferrer.
La directiva culé se enfrenta a posibles delitos de administración desleal, en caso de que el Barcelona hubiera pagado a la empresa I3 Ventures un precio fuera de mercado, y de corrupción entre particulares en el supuesto de que se hubieran pagado comisiones a algún dirigente azulgrana.
El 'Barçagate' amenaza con ser solo la punta de iceberg de los problemas que se le presentan a Bartomeu tras una nefasta gestión institucional, económica y deportiva del Barcelona durante los últimos años. De momento, estará una noche en el calabozo antes de pasar a disposición judicial por la mañana.
Ser presidente del Barcelona o el preludio de una detención asegurada. Al menos, así lo dicen los últimos antecedentes. El Fútbol Club Barcelona es, en la actualidad, un club en ruinas y el domingo se conocerá al sucesor de Bartomeu. Que la justicia le acompañe.