El nuevo FC Barcelona de Joan Laporta ha tomado sus primeras decisiones. La cúpula azulgrana se ha reunido para formalizar los diferentes cargos que se encargarán de solucionar la crisis en la que está inmerso el club catalán. Laporta contará con 18 componentes en su equipo, con una sola mujer y con cuatro caras nuevas tras el lío del aval.
Estos cuatro nombres que no figuraban en un primer momento, son: Eduard Romeu (vicepresidente del área económica), Ferran Olivé (tesorero), Ángel Riudalbas y Joan Soler (ambos vocales). El nombre de Romeu es uno de los más determinantes en el proceso de alcanzar el aval, pues procede de la empresa Audax y ocupa el puesto que dejó Jaume Giró a última hora y contra todo pronóstico. Por ello, teniendo en cuenta que han sido incorporados a la Junta de forma posterior, sus nombramientos tendrán que ser aprobados por la Asamblea de Socios Compromisarios que celebre la entidad.
Otro de los nombres más importantes es el de Elena Fort, única mujer de las 18 caras que acompañarán a Laporta y que, en el organigrama ofrecido por el Barcelona, aparece en tercera posición después de Laporta y el vicepresidente Rafael Yuste. Fort se encargará, especifican desde el club, del área institucional. Uno de los ámbitos más importantes para una entidad deportiva como el Barcelona y más teniendo en cuenta las relaciones políticas que tuvo el club en la primera etapa de Laporta.
Los nombres de la Junta Directiva, en orden de importancia, quedarían así: Laporta (presidente), Yuste (vicepresidente y área deportiva), Elena Fort (vicepresidenta y área institucional), Romeu (vicepresidente y área económica), Ferran Olivé (tesorero), Josep Cubells (secretario) y vocales como Josep Maria Albert, Xavier Barbany, Miquel Camps, Alfons Castro, Antonio Escudero, Juli Guiu, Jordi Llauradó, Josep Ignasi, Aureli Mas, Xavier Puig, Ángel Riudalbas, Joan Solé y Joan Soler.
El lio del aval
Joan Laporta encaraba la recta final para hacerse con el mando del FC Barcelona. Había ganado las elecciones con claridad y no había rival alguno capaz de plantarle cara. Solo tenía que presentar el aval en LaLiga y asumir el cargo como número uno de la entidad azulgrana. Sin embargo, empezaron los problemas. Su mano derecha, Jaume Giró, dimitía como vicepresidente encargado del área económica y dejaba coja la cúpula blaugrana. Uno de los principales rostros de la campaña se echaba atrás justo antes de confirmar su nuevo cargo al frente del Barcelona.
El aval, de aproximadamente 125 millones de euros, quedaba en el aire. Y en caso de no lograrlo, se tendrían que convocar nuevas elecciones. Pero, pese a las dudas, Laporta y los suyos lograron encontrar el apoyo económico necesario para alzarse con el poder y consumar el triunfo electoral. Lo hicieron a altas horas de la madrugada y después de intensas reuniones. Jaume Roures, según confirmó el propio empresario, colaboró por medio de una de sus empresas para evitar que se tuvieran que repetir los comicios, aunque lo hizo sin avalar a Laporta, como en un primer momento se indicó. De ahí que Eduard Romeu, uno de los hombres fuertes de la empresa Audax, haya asumido la cartera económica.
[Más información - Roures niega haber avalado a Laporta: fue una "colaboración" para evitar la repetición de elecciones]