Una semana después de la creación de la Superliga Europea, siguen abriéndose nuevos frentes para afrontar la revolución necesaria en el mundo del fútbol. Durante esta última semana han sido varios los que han puesto en énfasis que este primer paso es "un aviso" de una realidad que cambiará más pronto o más tarde. UEFA también lo sabe, aunque su innovadora Champions League de momento no convence ni a los entrenadores ni a los jugadores.
Este proyecto ha evidenciado los grandes problemas que tiene este deporte, aunque las cifras económicas que sacó a relucir la pandemia eran un preludio de que las instituciones necesitan una renovación. También fue premonitoria la presentación del 'Project Big Picture', la propuesta de reorganización del fútbol inglés que presentaron Liverpool y Manchester United en el pasado mes de octubre de 2020 y que finalmente no fue refrendada.
Los diferentes caminos se van abriendo y se va aclarando cuáles son los que cada club quiere coger. El resto de clubes de las principales ligas que no estaban adscritos a esta nueva competición se han manifestado en contra de este tipo de movimientos, manteniéndose fieles a UEFA con el objetivo de aumentar su influencia en este estamento. Estos están poniendo algunas trabas de cara al futuro del fútbol, aunque algunos como el Bayern Múnich han tendido la mano para negociar.
Ahora, con la Superliga con las cenizas encendidas y la intención de seguir llevando a cabo esta idea, van apareciendo otras innovaciones que serán una realidad en el futuro. Y hay dos ideas que ya están cogiendo forma. La primera es la filtración en Inglaterra de un proyecto de 'Superliga Británica', que no copiaría su formato pero que viene a unir fuerzas con Escocia para que estos se enmarquen en la competición inglesa.
'Superliga Británica'
Si ha habido una nación protagonista en estos días ha sido Reino Unido. El papel de Boris Johnson, primer ministro británico, como el principal líder político que se ha postulado en contra de este proyecto tendrá su importancia en estos cambios. El responsable de la nación se ha comprometido con el fútbol inglés y esto favorecerá cualquier tipo de cambio. Ahí entra dentro este proyecto de 'Superliga Británica', que sí contaría con el visto bueno de los aficionados, UEFA y FIFA.
La necesidad que tienen desde Escocia de aunar fuerzas con Inglaterra para unirse a su competición madre empieza a apremiar, con el objetivo de subir el nivel de la Premier League y de que clubes históricos como Rangers y Celtic no sufran problemas económicos que les puedan dejar tocados para siempre. La tradición del fútbol inglés está muy relacionada con la del escocés, por eso se ve con mejores ojos desde las aficiones.
Boris Johnson se ha comprometido a escuchar al fútbol para efectuar una reforma en el país que regule el control de los clubes (el 50+1) y de otros planes incluidos en el 'Project Big Picture' del pasado mes de octubre. En concreto, este proyecto de 'Superliga Británica' aumentaría el interés de los aficionados según los estudios que han establecido para defender la idea, así como verían un aumento en el número de patrocinadores y cadenas dispuestas a presentar ofertas por los derechos televisivos. En clave 'Brexit', Johnson lo ve también con buenos ojos.
Reducción de partidos
En el otro lado del canal de la Mancha, la nueva Champions League de 2024 ha traído consigo más críticas desde los entrenadores y los clubes por aumentar el número de partidos sin pensar en la carga física que ya tienen los jugadores. Ceferin se ha mostrado dispuesto a reformar esta idea en los años venideros y la negociación se plantea bastante dura. Es por lo que quieren poner el foco en otras cuestiones para convencer a los protagonistas de este deporte.
UEFA ya viene planteando, a través de sus federaciones, la posibilidad de reducir el número de equipos en las grandes ligas para disminuir este cansancio a la vez que el nivel aumenta al hacer más complicado estar entre los mejores. El mismo Rubiales ya lo planteó este año. "Las Ligas tienen que ayudar disminuyendo las jornadas. Solo se pueden hacer dos cosas: disminuir los equipos o cambio de formato. 33 jornadas, más de dos Clásicos, campos neutrales...", comentó en una entrevista en El Larguero.
Esta tendencia parece inapelable, ya que los datos de audiencias solo hacen que respaldar la necesidad de que haya más partidos de élite. Nuevos planteamientos desde el organismo de la Superliga vendrán en los próximos meses, tal y como han asegurado los responsables de esta nueva institución. El cambio será con UEFA o sin ella, con las ligas o sin ellas, pero terminará sucediendo. El que siga poniendo trabas en vez de tratar de frente el problema, quedará atrás en la lucha por mantener el fútbol como deporte rey.
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