Las últimas semanas del mundo del fútbol han estado marcadas por la tensión derivada de la Superliga Europea. La competición impulsada por 12 clubes fundadores, y que hasta el momento solo cuenta con cuatro entidades que siguen defendiendo la necesidad de su nacimiento, unió a entidades tan relevantes en la gestión del deporte como FIFA y UEFA.
Ambas criticaron la creación de una competición cerrada y que solo favorecía, según esgrimieron, a unos pocos. Unieron fuerzas y se opusieron al proyecto, evitando una división que habría sido clave para que la propia Superliga. La nueva competición, desde entonces, provocó un aluvión de reacciones. Clubes de La Liga optaron por lucir camisetas contra esa nueva competición en la previa de cada partido. En Italia se presionó para expulsar de la Serie A a los fundadores. Y desde la UEFA se barajó dejar sin Champions a los equipos vinculados con el nuevo torneo.
En definitiva, el peso de las instituciones acabó por sofocar la creación de la Superliga. Al menos, eso sí, por el momento. Esa unidad tan importante, además, puede tener los días contados. Y es que la FIFA tiene planes propios para sostener el fútbol mundial y obtener beneficios de su gestión. Operaciones que, a la vista de los últimos acontecimientos, pueden suponer su alejamiento de la UEFA de Ceferin.
La Superliga africana
Es uno de los grandes proyectos por los que Infantino quiere que se recuerde su etapa al frente de la FIFA. Y reflejo de ello es el tiempo en el que se lleva trabajando sin dar demasiados detalles públicos. La primera vez que salió a la luz la Superliga africana, de hecho, fue en enero de 2020. Luego llegó la pandemia de la Covid-19 y el mundo del fútbol, como en la mayoría de sectores, concentró toda su labor en buscar soluciones y evitar los parones. Sin embargo, por aquel entonces, Infantino dejó claras sus intenciones.
El máximo representante de la FIFA anunció su intención de crear ese nuevo campeonato con 20 clubes fijos y varias incorporaciones por méritos deportivos. La obligación de los clubes fijos, sin embargo, era de invertir 18 millones de euros al año y durante cinco temporadas, además de fomentar el fútbol en todas sus vertientes. Así, se crearía un marco de acción del fútbol africano donde se podrían retener talentos, evitando así la fuga de estrellas a Europa y creando una economía sostenible en el fútbol africano.
Desde entonces, el plan de la Superliga africana ha quedado relegado a un segundo plano. Por delante se han situado los rumores de la Superliga Europea que acabaron explotando estas semanas, la gestión de la pandemia y la reorganización del calendario ante la suspensión de torneos. Sin embargo, ese anuncio de la Superliga Europea y la oposición de la FIFA hizo recordar el proyecto de Infantino.
Además, Bárbara González, CEO del Simba Sports Club, publicó una imagen junto a Infantino el pasado mes de marzo donde adelantaba que la Superliga africana esta a punto de darse a conocer. "El lanzamiento de la Superliga Africana con 20 clubes miembros permanentes está en marcha", reconoció la dirigente. Un torneo que, en caso de impulsarse, dejaría sin argumento a la FIFA contra la Superliga Europea.
La Liga Mundial
La FIFA ya fue señalada por Javier Tebas, presidente de LaLiga, como una de las grandes promotoras de esta Superliga Europea. Aunque desde el organismo de Infantino se negó esa posibilidad, demostrando esa postura tras el nacimiento del proyecto, el tiempo parece haber dado parte de la razón al dirigente de la competición española. Y es que desde la FIFA se ha desvelado la intención de crear una especie de Superliga, pero a nivel mundial. Se podría denominar 'Liga Mundial' y permitiría juntar a clubes de élite de Europa con otros en pleno crecimiento en el fútbol africano.
"Permitirá que tres o cuatro equipos de África jueguen contra el Liverpool y los mejores equipos. Es el gran desafío que estamos barajando para los próximos dos años", ha confirmado en los últimos días Hany Abo Rida, uno de los miembros de la FIFA. No se conoce formato, ni fechas, ni tan siquiera negociaciones, pero sí una idea que iría directamente contra la organización de la UEFA de Aleksander Ceferin.
Ese objetivo de globalizar el fútbol no es nuevo. Infantino y su FIFA, de hecho, siguen trabajando en el nuevo formato del Mundial de Clubes con el objetivo de enfrentar a clubes de todas las partes del mundo. Acabar con esa división por continentes y aumentar los duelos entre conjuntos de diferentes zonas para dar la posibilidad a cualquiera de ser campeón. Sin ir más lejos, su oposición a la Superliga Europea ya reflejaba su idea de torneo: "No se trata del Bayern Múnich contra el Liverpool, sino del Bayern contra Boca Juniors".
El nuevo formato del Mundial de Clubes incluiría una celebración cada cuatro años y la participación de 24 equipos, fase de grupos y muchos más encuentros. Cuando fue anunciado, la ECA mostró su oposición. Y Ceferin, al ser reelegido, también criticó el formato. Sin embargo, los frentes siguen abiertos y la FIFA continúa con su proyecto propio. El nuevo Mundial de Clubes y su intentona de Liga Mundial son el ejemplo.
[Más información - Florentino Pérez señala al City por la crisis de la Superliga: "Un club inglés no tenía mucho interés"]