España iniciará este mismo fin de semana su esperada 'operación retorno' a los estadios de las ligas profesionales. El Gobierno dio el visto bueno a los partidos con público este miércoles y estableció los diferentes requisitos a cumplir para poder jugar con aficionados en las respectivas gradas. Por el momento, solo algunos territorios -los se encuentren en Fase 1- podrán aplicar la medida, pero el objetivo es evidente: ir sumando más equipos estos días para llegar con la máxima experiencia a junio, cuando comenzará la Eurocopa.
El torneo de selecciones organizado por la UEFA ha vivido meses complicados por las incógnitas de la pandemia. El coronavirus puso en duda la competición tras aplazarla el año pasado y se llegó a sondear la posibilidad de desarrollar toda la cita en una sede fija. Reino Unido, que se erigió referente en su lucha contra la Covid-19 y en la vuelta a los estadios, parecía colocada como favorita. Sin embargo, desde la UEFA siempre defendieron su intención de disputar en varias sedes los encuentros planificados.
Una organización que, aunque con cambios como el de Bilbao por Sevilla, cumplirá prácticamente en su totalidad las previsiones. Once sedes diferentes albergarán los partidos del torneo, desde la fase de grupos hasta el tramo final. Y este último tendrá lugar en Wembley, gran favorecida en el reparto de los partidos. En todas estas elecciones, además, prima lo mismo: tener el máximo público posible en sus partidos.
Esa era la exigencia primordial de la UEFA para mantener las sedes. Quien no pudiera garantizar el acceso de aficionados perdería su condición de anfitriona de la Eurocopa. Y, de hecho, el polémico cambio de Bilbao por Sevilla se ha justificado con los problemas de la ciudad vasca para asegurar un porcentaje asequible de público en los partidos de España. La Cartuja, con el apoyo de la RFEF, ocupará ese lugar con 16.000 espectadores asegurados y un 30% del aforo.
Una cifra importante, aunque comparada con las intenciones de otros países queda en algo menor. Rusia mostró su intención de aceptar un 50% en San Petersburgo, aunque contando ese porcentaje como mínimo y buscando aumentar el dato a medida que se acerque el calendario. Bakú, de igual manera, también ha fijado en un 50% su aforo. España, con el 30%, estará en la zona media por delante de países como Italia, con un 25%. La gran duda está en con qué experiencia se llegará a ese momento.
Y es que, frente a los 10.000 espectadores que va a probar la Premier League en su tramo final, España tendrá que triplicar su aforo en apenas unas semanas. De los 5.000 fijados como límite para el último tramo de La Liga (última jornada el día 23), a los 16.000 asegurados y obligatorios en el inicio de la Eurocopa el 14 de junio.
España, dos semanas para probar
La decisión del Gobierno de permitir espectadores en la grada no ha llegado sin polémica. Además de hacerse pública tras la presión del sector, el anuncio se ha producido con ciertas limitaciones: solo algunos territorios podrán contar con público y el máximo será del 30% de aforo, siempre y cuando no se superen las 5.000 entradas facilitadas.
Una diferencia que puede pasar factura a los clubes y que, según el ministro Rodríguez Uribes, contó con el visto bueno del presidente de LaLiga, Javier Tebas. Las sensaciones, al fin y al cabo, son de no haberse seguido las mejores formas posibles para realizar un anuncio tan importante. Hay dudas, especialmente en el mundo del baloncesto, y quejas por aquellos que tendrán que esperar para tener público.
El protocolo anunciado por el Ministerio, por el contrario, es sencillo. Se tendrá que usar mascarilla FPP2 obligatoria, estará prohibido fumar en el interior de las instalaciones, solo habrá público local y, además de mantener una distancia de 1,5 metros en todas las direcciones, tampoco se podrá consumir ningún tipo de alimento dentro del estadio, solo agua.
Este fin de semana, con la penúltima jornada de La Liga, se podrá ver el mayor movimiento de aficionados en el último año en España. El Valencia - Eibar y el Villarreal - Sevilla tendrán todos los focos sobre sus respectivos campos. Porque, una vez se sienten los hinchas en sus asientos, comenzará la cuenta atrás para la Eurocopa. A Galicia, Comunidad Valenciana, Baleares y Región de Murcia se podrán sumar, si los datos siguen mejorando en los próximos días, Asturias y Canarias. Andalucía, que se quedará con la Euro, es la más esperada.
Un avance paulatino para probar el regreso del público y que será analizado con lupa. Todo para que en prácticamente un mes se pueda afrontar el reto de los 16.000 espectadores de La Cartuja con la mayor seguridad posible. España debutará el día 14 ante Suecia, el 19 se enfrentará a Polonia y el 23 a Eslovaquia. Y el público, tras la decisión del miércoles, será clave. El Gobierno, a tenor de lo explicado en esa rueda de prensa, quiere ir paso a paso sin pensar en el evento multitudinario de junio.
[Más información: El Gobierno autoriza el regreso del público a los estadios, pero solo en los territorios en Fase 1]