Vuelve al público a los estadios de Primera y Segunda División. O al menos a unos pocos de ellos. En concreto, serán cinco los clubes de las dos máximas categorías del fútbol español los que este fin de semana abran las puertas a sus aficionados tras más de un año sin haberlo hecho. Es una gran noticia, pero ha venido estos días acompañada de distintas dosis de polémica.
El regreso de las aficiones a los estadios, como ya se sabe, no será una realidad para la gran mayoría de los clubes profesionales. Solo podrán abrir sus estadios los equipos que se encuentren en aquellos territorios que se encuentren en Fase 1 de la pandemia y con un límite de 5.000 aficionados siempre que esto suponga el 30% del aforo. Es decir, este fin de semana solo pasarán el corte los de la Comunidad Valenciana, Galicia y Baleares (y Murcia, que no tiene clubes en Primera y Segunda).
¿Qué clubes podrán reencontrarse ya con su público? Este sábado será el turno de Castellón y Lugo, de LaLiga SmartkBank. El domingo les llegará el momento a Valencia y Villarreal, de LaLiga Santander, y Mallorca, de LaLiga SmartBank. Habiendo llegado la noticia el miércoles, estos cinco equipos han echado a correr para repartir las entradas disponibles entre sus aficionados.
Así se han repartido las entradas
Cada uno ha elegido su método particular para el regreso del público. El Valencia ya tenía unos criterios definidos desde el verano pasado, dando prioridad a los abonados que no solicitaron la devolución de los partidos que se jugaron a puerta cerrada la pasada temporada. Un 15% de los abonados, cerca de 6.000 abonados, renunciaron a favor del club tanto a la devolución de parte del abono como a tener un descuento en el pase. Pero no todos podrán sentarse en las gradas para ver el partido contra el Eibar.
El Villarreal, que ya repartió 1.800 entradas para acompañar al equipo a Gdansk para la final de la Europa League, activó este viernes una plataforma online en la que los abonados debían inscribirse y a partir de ahí este sábado los afortunados recibirán este sábado la confirmación de su entrada, que será digital.
El Lugo, de Segunda, lo hizo de forma más tradicional para los dos partidos que celebrará en casa. Citó a sus abonados en las taquillas del estadio para que fueran retirando por orden de llegada las 2.100 entradas -solo una por abonado- disponibles. Esto originó cierto descontrol, ya que alguno de los socios llegó a estar más de cuatro horas esperando para poder comprar su billete. El Castellón sorteó ante notario 4.100 entradas entre los abonados que las solicitaron y el Mallorca optó por el mismo proceso para los 4.086 espectadores que podrá tener en sus gradas.
¿Se desvirtúa la competición?
Habrá aficionados que se han quedado sin sus entradas, pero la verdadera polémica está en aquellos clubes que seguirán jugando a puerta cerrada. El motivo es que varios de ellos entienden que la competición se adultera al haber equipos que tendrán público y otros que no y lucharán en estas últimas jornadas por los mismos objetivos.
Se desvirtúa la competición en su tramo más decisivo
Es el caso del Logroñés, que fue el primero en saltar para denunciar que la forma de llevar a cabo el regreso del público "desvirtúa la competición en su tramo más decisivo". Y es que el club riojano afronta estas últimas jornadas la lucha por la permanencia en Segunda contra rivales entre los que se incluyen Castellón y Lugo, que sí sentirán de cerca el apoyo de su afición.
"Por todo ello, la UD Logroñés solicita a la autoridades competentes que unifiquen los criterios de acceso a los estadios, igualando de esta manera los aspectos que afectan en el devenir de los partidos y evitando así que haya diferencias entre unos lugares y otros", decía en un comunicado el club de La Rioja.
Otro club de Segunda, el Leganés, se pronunciaba este viernes con otra nota. El club pepinero dijo sobre el regreso del público que "lamenta profundamente que se produzca en unas condiciones que atentan directamente a la equidad e integridad de la competición en su fase más decisiva". En su caso, su mensaje iba directo al Sporting de Gijón, club cuya comunidad autónoma, el Principado de Asturias, podría entrar en Fase 1 la próxima semana. Ambos -además de otros equipos- se juegan clasificarse para el playoff de ascenso y puede que hasta el playoff en sí, pero El Molinón abrirá sus puertas.
En Primera se encuentra el caso del equipo que puede salir más perjudicado de esta medida, el Eibar. Al conjunto armero le tocará visitar este domingo Mestalla con público che en las gradas y en la última jornada, si llega con opciones de salvar la categoría, vería como uno de sus rivales directos, el Elche, podrá contar con sus aficionados para un partido que, para bien o para mal, será definitivo si no se desciende antes.
Me parece fatal, es adulterar claramente la competición
Pero de momento se mantiene el silencio entre clubes de forma oficial. Curioso es el caso de la Real Sociedad, rival directo del Villarreal por la Europa League. Su presidente Joakim Aperribay celebraba el miércoles la "grandísima noticia" del regreso del público y dos días después, este viernes, su entrenador Imanol Alguacil estallaba por la forma de llevarse a cabo: "Me parece fatal. Es adulterar claramente la competición. No tiene ningún sentido".
Disparidad entre los clubes que tendrán aficionados y los que no. Mientras los fans piden volver a la vez: "¡Afición en TODOS los estadios ya!", clamaba un comunicado emitido por la plataforma Aficiones Unidas dirigido al Consejo Superior de Deportes. LaLiga presiona también expresando "su deseo de que esta vuelta del público se generalice y se flexibilice en el menor tiempo posible". La patronal cree que se trata de "una decisión incoherente", pero la temporada se acaba y no hay apenas margen de reacción. La vuelta del público en el fútbol profesional español, más de un año después, ya está aquí.
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