Joan Laporta tiene un problema con la viabilidad del proyecto del Espai Barça. Después de conseguir el crédito de 500 millones de euros para solucionar las deudas pendientes con los jugadores y reestructurar las que tienen con otros compromisarios, se está valorando cómo se podrá llevar a cabo la reforma del Camp Nou y del resto de lugares que conforman la idea que se planteó en 2014. Según RAC1, las cifras para poder acometer la reforma superan los 1.000 millones de euros.
En un principio, Josep Maria Bartomeu planteó en el referéndum que se llevó a cabo en 2014 una cifra de 600 millones de euros, que ellos sabían que no serían suficientes, pero que les valió para obtener la aceptación de los socios con un 72% de votos favorables. En octubre de 2020 se pactó la financiación de Goldman Sachs, que fue presentada por Jordi Moix donde explicó que se requerirían 825 millones de euros. Pero esta estimación que quedó pendiente de la aprobación de los socios tampoco es correcta.
Laporta ya se ha puesto a trabajar para conocer las entrañas del proyecto y tratar de sacarlo adelante. Fuentes conocedoras del Espai Barça han explicado a RAC1 que para sacar adelante la obra harán falta más de 1.000 millones de euros. En principio, el plan del presidente es seguir contando con la financiación de Goldman Sachs, ya que la relación entre las partes es buena como se ha podido comprobar con lo cosechado este martes.
En cualquier caso, el proyecto tendrá que ser replanteado de arriba abajo, ya que determinados imprevistos han ido apareciendo cada vez que investigaban una de las partes de la idea que gestó Bartomeu. Esto ha provocado, por ejemplo, que Laporta se cargase al que fuera director del Espai Barça, Bill Mannarelli. Son demasiadas las incertidumbres que genera esta gran reforma y la realidad es que incluso se plantea que no se pueda llevar a cabo en los plazos previstos y haya que aplazarlo.
Las cifras
Las dudas que había en el equipo de Mannarelli en torno a las previsiones que se habían hecho se han terminado confirmando. Para el Camp Nou se habían presupuestado 400 millones de euros que, entre los imperfectos que se han encontrado en el inicio de la reforma y los nuevos detalles que necesitan cambiarse, se incrementarán notablemente. Tanto es así hasta que se desconoce si será viable hacer obras mientras haya público en el estadio. Hace unas semanas ya se habló de la posibilidad de que el equipo cambie de coliseo al Lluis Companys durante un tiempo.
Pero es que es más grave la situación del Palau Blaugrana. Es la parte más atrasada del proyecto y hay varios motivos por los que se ha tenido que parar completamente. Las previsiones que tienen desde la junta de Laporta explican que se triplicará el coste previsto: de 90 millones de euros a 250 millones. En cualquier caso, Goldman Sachs puso como condición que se reformase antes el Camp Nou que el pabellón de las secciones culés para recuperar la inversión cuanto antes.
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