Es La Liga del Atlético de Madrid, pero la mitad de este triunfo vuelve a ser de Diego Pablo 'Cholo' Simeone. Los rojiblancos han levantado el undécimo título del campeonato nacional en el Estadio José Zorrilla, el segundo con el técnico argentino. Él es el hombre que ha devuelto a este club a su lugar entre los mejores con una filosofía propia, amparándose en la gran fuerza que tiene esta entidad -sus aficionados- y creando una mentalidad ganadora que se había quedado en el olvido.
Con el 'Cholo' quedó atrás todo eso de 'El Pupas', el equipo que descendió a los infiernos de la Segunda División y que llevaba ese complejo pegado al escudo. Precisamente de eso ha tirado el argentino. Ha hecho que sus jugadores solo miren abajo para darse cuenta de que defienden una entidad que es más grande de lo que el presupuesto en comparación con Barça y Real Madrid dice, aunque esto se ha visto alterado con el movimiento que el club hizo por Joao Félix.
Los rojiblancos se han mostrado como el equipo más regular del año por delante de los, a priori, dos grandes de España. Aunque la gran ventaja que consiguieron en algunos momentos se vio reducida hasta el punto de que se ha peleado por el título en esta última jornada. Simeone ha hecho que los suyos aguanten el tipo ante esta presión que en otras ocasiones les pasó factura; valga el ejemplo de las dos Champions League que perdieron en la última década.
El "partido a partido" del que se apropió Simeone volvió a aparecer tanto cuando mejor estaban como cuando veían al Real Madrid y al Barça acechar el liderato. No han ganado a los blancos en esta edición del campeonato, pero sí que han sabido lidiar con los problemas de las lesiones y los contagios por la Covid-19 mejor que los merengues, a los que esta condición les ha mermado sustantivamente. En esta pelea también gana el cuerpo técnico del argentino.
Cambio táctico
No era una temporada fácil tras el fracaso de la temporada anterior en la Champions League. El 'Cholo' llegaba tocado por lo que sucedió ante el Leipzig. Esta competición sigue siendo su gran china, la que comenzaría encajando una goleada ante el Bayern Múnich y terminaría sin poder hacer frente al Chelsea en octavos. Pero en Liga estaba floreciendo un nuevo Atlético. Parecía que el Simeone más pragmático había quedado atrás dando salida a un equipo más vistoso.
El inicio de temporada de Joao Félix, apoyándose en Luis Suárez, el gran aliado de Simeone para llegar hasta donde se ha llegado en esta temporada, y en Marcos Llorente, su gran invento para darle aire fresco a una plantilla que parecía anclada en el pasado. Dio puerta a Diego Costa en invierno para airear ese fútbol que ya no funcionaba, aunque seguía encontrando en Jan Oblak el cerrojo al que ampararse cuando las cosas no funcionaban.
En la segunda parte de la temporada se vio a un Atlético de vuelta al conformismo y lo pagó. Desaprovechó una ventaja que era superior a los 10 puntos, pero mantuvo fuerte al equipo. Desde las ruedas de prensa lanzaba mensajes en los que dejaba claro que no se veían campeones, amparándose en el partido a partido. No se entendería la remontada ante Osasuna sin su carácter. Solo los jugadores saben lo que sucedió en la pausa para la hidratación tras encajar el gol que les hizo perder La Liga durante 10 minutos.
Héroe rojiblanco
Aunque Luis Aragonés siempre estará en el recuerdo de la afición atlética como el entrenador que cambió al club por completo, Simeone le ha superado en todos los sentidos. Esta generación de colchoneros será la primera que vea dos Ligas en una década, ha disputado dos finales de Champions que pudo ganar perfectamente y ha vuelto a levantar otras dos Europa League. En su mano está prolongar su legado hasta las 15 temporadas que estuvo 'Zapatones' después de hacer nueve de auténtico ensueño.
Con esta Liga le supera en número de títulos con ocho, aunque el hecho de que uno de los de Luis fuera el triunfo en Segunda División ya hacía que la sensación de que Simeone le había adelantado fuera real. Dos Ligas, dos Europa League, dos Supercopas de Europa, una Copa del Rey y otra Supercopa de España es el legado que nadie le va a quitar al argentino. La religión que se ha creado en torno a este entrenador que cuando agita los brazos en el Metropolitano, lo hace todo el estadio al unísono, está más que amparada por sus éxitos.
Eran tres años de sequía que pesaban en el pensamiento de muchos aficionados. Algunos, en contra de lo que dice el lema de esta entidad, dejaron de creer. No hay mejor medicina que un éxito conseguido de la manera que se ha hecho esta temporada, que quedará como una de las más difíciles por la incidencia del virus. Tras dimitir en la pelea por el título en algunas temporadas, Simeone ha vuelto a poner en el pensamiento rojiblanco que pueden y deben luchar por La Liga cada año.
Estos mismos seguidores seguirán a su 'Dios' hasta que él diga. Son varias las ocasiones en las que se ha dejado en el aire que el mesías del color rojiblanco podía abandonar el barco. Esta Liga podría ser un bonito final, pero también un gran motivo para reforzar el proyecto en torno al entrenador mejor pagado del mundo. Él es la estrella, su sueldo lo reconoce y desde Enrique Cerezo a Miguel Ángel Gil Marín, pasando por el resto de la directiva, confían que esto siga siendo así.