Cuenta atrás para el nuevo Barça. Joan Laporta iniciará una esperada revolución en la plantilla, aunque sin grandes nombres ni fichajes bomba imposibles de abordar económicamente. Se renunció a Haaland y, en estos momentos, el único gran nombre al que aspira la entidad azulgrana es al de un Leo Messi que sigue sin hacer pública su decisión. Ser -culé- o no ser, esa es la cuestión del argentino.
El presidente culé fue tajante. Tras un mal tramo final de La Liga, una eliminación en la Champions y el único título de la Copa del Rey, Laporta no quiere seguir estancado. Se ha atrevido a hablar de "fin de ciclo" y espera poder acometer los cambios estructurales en la plantilla que Bartomeu prometió, pero que estuvo muy lejos de cumplir.
Movimientos que pasarán por vender a algunos de los veteranos de la plantilla y a otros tantos que han pasado sin destacar por el vestuario culé. Y, evidentemente, también por comprar a otros que ocupen su lugar. La premisa no puede ser otra que la de la estabilidad económica, teniendo siempre en el recuerdo los 97 millones en pérdidas que anunció Bartomeu el año pasado y que podrán ir a más en una campaña entera sin público.
Su objetivo es claro: crear "un equipo muy competitivo para ganar Champions y Ligas". El tiempo ya corre y, con él, los rumores sobre a quién convencerá el reciente nuevo presidente del FC Barcelona.
Tres fichajes gratis
Laporta apenas se ha pronunciado sobre las incorporaciones que tendrá el FC Barcelona. De hecho, será clave conocer primero qué entrenador llevará las riendas del banquillo la próxima temporada. Pero, más allá de la incógnita de Koeman y su posible sustituto, Laporta ya mantuvo total precaución durante la campaña electoral. El por entonces candidato no se mojó y evitó hablar de nombres, ni para fichajes ni para directivos. Palabra que cumplió y que, hasta el momento, está manteniendo.
Sin embargo, hay dos jugadores cuyo futuro parece irremediablemente en Barcelona y otro en duda, pero que cumple similares condiciones. Gustan entre los aficionados y no supondrán un desembolso importante que acabe afectando a las arcas azulgranas. Sergio 'Kun' Agüero, Eric García y Memphis Depay son las 'estrellas' que sigue el Barça en el mercado de agentes libres.
El argentino acaba contrato con el Manchester City y no renovará. El club inglés ya le ha despedido por todo lo alto y Pep Guardiola, algo emocionado, llegó a desvelar su incorporación inmediata al Barcelona durante la celebración de la Premier League. Agüero, a sus 32 años, está valorado en 25 millones de euros por portales especializados como Transfermarkt, pero el Barça no tendrá que pagarlos.
De igual manera, los culés tampoco desembolsarán nada por Eric García. El joven central del City pudo llegar en enero. Pero Laporta, en una reunión con los candidatos y la Junta Gestora, rechazó gastar menos de cinco millones en el jugador. Veía más coherente esperar unos meses y ahorrarse unos millones. Y cumplirá. García, valorado en 20 millones de euros, llegará libre.
El último es Depay, que también acaba contrato con el Lyon y que sabe que saldrá de la Ligue-1 a algún gran club. El holandés fue petición de Koeman, por lo que si el técnico es cesado podría preferir echarse atrás. En cualquier caso, el Barcelona no tendrá que realizar ningún desembolso por un jugador valorado en cerca de 45 'kilos'.
Los errores de Bartomeu
El anterior presidente del Barcelona se caracterizó por su mala gestión en el tema de los fichajes. Pero especialmente en ese último verano cuando la crisis de la Covid-19 ya había estallado. Bartomeu dejó marcharse a Rakitic y Arturo Vidal por un precio simbólico de algo más de un millón de euros. Igualmente, siguió el mismo proceso con Rafinha. Y el culmen fue Luis Suárez, que ha acabado ganando La Liga con el Atlético siendo traspasado por cerca de siete millones de euros. Juntando todas estas ventas podría haber sacado aproximadamente 60 'kilos', pero el Barça se conformó con mucho menos.
Una estrategia fallida y que también se vio con las incorporaciones. Bartomeu traspasó a Arthur Melo a la Juventus por 72 millones, pero pagó otros 60 a la misma Juve por un Pjanic que apenas ha contado para Koeman. Solo Semedo, que dejó 30 millones en las arcas azulgranas, salvaron a la directiva culé.
Laporta, con mayor experiencia de gestión y gran apoyo entre el aficionado, aspira a acometer operaciones completamente opuestas. Por el momento, y a la espera de si hay resultados deportivos, no se empeorará la ya dificultosa situación económica.
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