El deporte femenino vive sus dos últimas semanas antes de la transformación más importante de su historia reciente. La primera división femenina, ahora denominada Primera Iberdrola, se convertirá en la Liga Ellas, la primera liga femenina considerada profesional en el deporte español. Una categorización que dejará a sus jugadoras en la misma posición que ACB y La Liga, hasta ahora únicas competiciones consideradas profesionales por el Gobierno. Un cambio importante y que se espera que suponga una mejora en condiciones laborales y producción económica para la competición nacional.
La noticia la ha dado el propio presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco, en su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados tras obtener el cargo. "He querido que sea en mi primera comparecencia en sede parlamentaria y ante esta cámara, donde les anuncie solemnemente que el próximo 15 de junio el Consejo Superior de Deportes declarará profesional el fútbol femenino de máxima categoría", anunció este mismo martes el Secretario de Estado para el Deporte. Un gesto que no es en absoluto baladí, sino que sigue la hoja de ruta de los últimos meses donde convertir la liga femenina en profesional se ha convertido en una verdadera decisión política.
La primera comparecencia de José Manuel Franco en el Congreso, en representación del CSD, ha sido para dar la noticia de que el 15 de junio se declarará profesional la liga femenina. Sin embargo, también Irene Lozano, anterior líder del Consejo, realizó su último acto antes de saltar a las listas del PSM con el fútbol femenino de protagonista. En aquella ocasión, concretamente el 25 de marzo, Lozano confirmó que la competición se denominaría Liga Ellas. Además, se acompañó de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. El acto apenas dio novedades sobre la liga y en ciertos sectores se vio como una ceremonia más política que deportiva.
Un par de detalles que sirven para reflejar que la decisión no es una más dentro de la gestión deportiva, sino que deriva de una propuesta política del Gobierno. Ya durante el verano pasado, tal y como adelantó EL ESPAÑOL, en las reuniones entre CSD y asociaciones del fútbol femenino se reconoció la necesidad de convertir en profesional la liga femenina, haciendo incluso hincapié en una presión social para igualar las competiciones masculinas y femeninas. Y, después de que Irene Lozano confirmara que la temporada 2021/2022 sería la primera como profesional, comenzó un proceso que consumará José Manuel Franco.
Durante todo este tiempo se han producido tanto gestiones como parones. Por ejemplo, el Consejo trasladó a todas las partes implicadas un documento para conocer cuál era su idea de liga profesional femenina, donde se pedía opinión sobre el formato de la competición o las claves económicas que marcarían la nueva liga. De igual manera, también ha habido semanas de calma. Estas llegaron a generar cierta tensión entre jugadoras y clubes, que veían que la promesa podía esfumarse con el tiempo. Sin embargo, como trasladaron a este periódico, la máxima seguía siendo la misma en el CSD: hacer profesional la liga. El retorno del público, el trabajo en los fondos europeos destinados al deporte, y el cambio de presidencia contra todo pronóstico, fueron algunas de las iniciativas que ralentizaron la configuración de la Liga Ellas.
Presente en Europa
La apuesta del Consejo Superior de Deportes, órgano dependiente del Gobierno, en hacer profesional la liga femenina es tal que se incluye en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia publicado por Moncloa y trasladado a Europa. En él, en el 'Componente 26', que incide en el Plan de fomento del sector del deporte, se cifra en 300 millones de euros la inversión estimada.
De esa cantidad, una parte se destinará a la nueva ley del deporte, que aparece como la Reforma 1 de este Componente 26. Esta nueva ley del deporte, según recogía el documento, abordará modificaciones entre las que "destacan aquellas orientadas a garantizar la profesionalización del deporte de mujeres y la igualdad en el ámbito deportivo". Más adelante también se recalca que se producirá una "dinamización del deporte femenino" por medio del impulso de "una competición profesional sostenible tanto económica como deportivamente, e innovadora, recordando en el propio plan el lanzamiento el 1 de diciembre de 2020 el "proyecto de profesionalización del fútbol femenino desde el Consejo Superior de Deportes".
El CSD será clave
El Consejo Superior de Deportes será, como viene haciendo en estos últimos meses, quien organice la creación de esta nueva liga. Tal y como trasladan a EL ESPAÑOL fuentes del CSD, el trabajo para configurar la competición se extenderá durante estas semanas, pero también tras el día 15 de junio que se produzca esa declaración oficial. Es decir, la competición no pretende llegar completamente estructurada a esa fecha histórica en el deporte femenino.
Estas últimas semanas ya se han ido produciendo reuniones entre las partes implicadas para dar forma a la Liga Ellas. Y, ya cuando algunas voces del fútbol femenino criticaban que el proyecto parecía paralizado, desde el CSD trasladaban que no había ningún cambio de planes respecto a convertir la liga en profesional. Por delante quedan por resolver muchas dudas: formato de competición, cuestiones económicas, liderazgo de la nueva asociación y, como destacan desde el sindicato mayoritario AFE, asuntos laborales como la eliminación de la parcialidad o las cuestiones salariales.
La Comisión Directiva del CSD, por lo tanto, tiene trabajo por delante. Será esta quien trabaje para la elaboración de la primera liga femenina profesional en España como será la máxima división del fútbol nacional. El 15 de junio no es más que el inicio de un proyecto que tendrá que adaptarse con el tiempo, que aspira a igualar la situación al fútbol masculino y que, necesariamente, debe contar con el respaldo de todos los actores participantes en la liga femenina.
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