No se las prometía tan felices y, de hecho, se tomaba su elección como un gran reto; pero Joan Laporta ha llegado a los 100 días como presidente del Barça entero y con más ganas de su 'rock and roll' particular. El excéntrico máximo representante del club azulgrana ha llegado a la cifra redonda dentro de su segundo proyecto. El hombre que hizo muy felices a todos los culés durante su primera etapa está encontrando más dificultades en la segunda.
El 7 de marzo se ponía manos a la obra para tratar de volver a traer estabilidad a la entidad culé. Desde el día uno se mostró comprometido en la tarea de cambiar un club que venía muy tocado en lo deportivo y en lo social por la etapa de Josep María Bartomeu. Si bien es cierto que esto hacía que no vaya a ser muy difícil hacerlo mejor que el último mandatario, también lo es que la situación es más que complicada de cara a que su transformación llegue en el período de tiempo más corto posible.
El que fuera presidente en la primera década del siglo XXI y que llenó de gloria a este club aceptaba un marrón, ya que la situación económica era, y sigue siendo, muy delicada. Los más de 1.000 millones de euros de deuda que tiene la entidad es una traba muy grande para cualquier gestor. Las medidas de ahorro van a ser lo habitual, aunque en estos primeros 100 días se hayan visto más decisiones que suponen gastos al área económica.
En estos primeros tres meses en el cargo, Laporta ha acometido algunas medidas para remediar esta crisis, aunque la mayoría de ellas han ido encaminadas a establecer su grupo de trabajo que a empezar a hacer decrecer esa cantidad. Se ha cargado a todo el equipo directivo y ha ido colocando a sus hombres de confianza como Jordi Cruyff o Ferran Reverter, haciendo desaparecer a otros ilustres como Guillermo Amor u Oscar Grau.
La plantilla
No cabe duda de que a Laporta no le ha temblado el pulso para mejorar su plantilla a pesar de que tengan más del 110% de la masa salarial ocupada. 'Kun' Agüero, Eric García y Emerson han sido los tres primeros fichajes para tratar de revertir la tendencia mala en lo deportivo. Solo ha pagado por el último, nueve millones concretamente. El resto han llegado a coste cero, como se espera que fiche Memphis Depay en las próximas semanas.
Las salidas tienen que llegar para que esta situación salarial se regularice y no se descartan que los nombres más principales se puedan ver afectados. Mientras se intuye que Ousmane Dembélé renovará, hay otros en la cuerda floja. La continuidad de Antoine Griezmann no hay quien se atreva a darla por hecha. Además, se quieren regularizar de otra manera algunos contratos vigentes para tratar de entrar dentro de los límites que exige LaLiga. Junior Firpo, Samuel Umtiti, Sergi Roberto, Miralem Pjanic y Martin Braithwaite serán bajas prácticamente seguras.
En cualquier caso, el gran reto llegará en los próximos días cuando hagan la primera gran oferta a Leo Messi para su renovación cuando quedan menos de 15 días para terminar su vinculación. Todo hace pensar que el argentino se quedará, pero el capitán del Barça sigue sin formalizar el acuerdo. Si bien es cierto que todavía el club no ha planteado la propuesta, se habla de un contrato de larga duración que abarque su futuro en la entidad fuera de los terrenos de juego, así como una experiencia en Estados Unidos.
Lo que le queda
Además de resolver el problema con el mejor jugador de la historia del club, Laporta tiene que avanzar con las obras de un estadio que necesita una reforma estructural como agua de mayo. Ha conseguido que Goldman Sachs amplíe ese acuerdo para financiar el Espai Barça y también ha conseguido más dinero para poder afrontar los pagos de los salarios que adeudaban esta temporada. Cabe destacar que la deuda a corto plazo está en los 730 millones y, este año, tienen que pagar 265.
También tendrá que finalizar esa 'due dilligence' para destapar quién tuvo la culpa de la gestión tan nefasta de la última junta directiva, así como que se vaya resolviendo el caso 'Barçagate'. A final de mes podría defenderse Bartomeu de las acusaciones que vertieron Grau y Gómez Ponti. Pero, sobre todo, el club podría recibir algún tipo de indemnización por los daños y perjuicios que provocó la gestión del anterior equipo directivo.
Pero al final lo más importante es lo deportivo y ahí tiene una gran cuenta pendiente el Barça: volver a ser importantes en Europa. En este área ha apostado por la continuidad de Ronald Koeman, colocando sobre él la sombra de Cruyff, en el que confiará si tiene que despedir al neerlandés. Con estas dudas en el cuerpo técnico, serán los jugadores los que tendrán que dar ese paso adelante. La plantilla que empiece la temporada todavía es una incógnita.
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