Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, ha mostrado su descontento con el funcionamiento del formato multisede. Esta Eurocopa se caracterizó por la distribución de partidos en diferentes países. Algo que, en tiempos de pandemia, llegó a estar al borde de la modificación. Sin embargo, la organización apostó por el plan y mantuvo las 11 sedes. A dos días de la gran final, el máximo responsable de la UEFA ha explicado que "no es justo" y que no lo repetiría.
El presidente de la organización ha destacado que no es justo ni para los aficionados, grupo muy perjudicado en esta Eurocopa por las medidas de restricción de los distintos países involucrados, ni para las selecciones, que han recorrido diferentes distancias en función de la sede asignada. Por todo ello, Ceferin ha reconocido en la BBC que "no la apoyaría más". "No es justo que algunos equipos tengan que viajar más de 10.000 kilómetros mientras otros solo recorren 1.000 kilómetros", ha justificado.
Ceferin, además, se ha escudado en que no fue un formato escogido por él. "Tuvimos que viajar mucho, a países con diferentes jurisdicciones, diferentes monedas, países de la Unión Europea (UE) y de fuera de la UE, así que no fue fácil [...]. Fue un formato que se decidió antes de que yo llegara -a la presidencia- y lo respeto. Es una idea interesante, pero es difícil de aplicar y no creo que volvamos a hacerlo", ha espetado.
Este formato multisede, cabe recordar, estuvo muy cerca de suspenderse y hubo ofrecimientos para albergar toda la Eurocopa en un mismo país. Reino Unido, que al fin y al cabo es quien se ha quedado con los partidos más importantes del torneo, propuso a la UEFA celebrar toda la Eurocopa en su territorio, aunque la organización rechazó la propuesta. Por otra parte, la propia UEFA canceló algunas sedes por motivos sanitarios -como ocurrió con Bilbao- y esperó hasta el último momento para confirmar la lista de estadios en los que se jugarían los partidos.
Aleksander Ceferin, que aplaudió la actuación de los jugadores de Dinamarca cuando Eriksen cayó desplomado en la primera jornada de la Eurocopa, también mostró su predisposición a que la UEFA defienda los derechos humanos. Unas declaraciones en respuesta a las críticas por sus negativas a iluminar con los colores arcoíris el estadio de Múnich en un partido de Hungría, cuyo parlamento ha aprobado una ley para prohibir la "promoción de la homosexualidad".
Polémica LTGBI
"El problema es que recibimos una carta con una petición para iluminar el estadio con los colores del arcoíris como protesta contra el gobierno de un país de Europa, y contra un parlamento de un país de Europa".
"La UEFA es una organización en la que, por estatuto, no podemos hacer política. Castigamos a la gente si se dedica a la política. No podemos protestar contra ningún gobierno y no nos veremos arrastrados a ninguna lucha política", ha asegurado, sosteniendo que la petición era una "protesta contra el gobierno de un país de Europa, y contra un parlamento de un país de Europa". Por ello, ha reconocido, se suspendió el procedimiento contra Neuer por portar un brazalete con la bandera LTGB.
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