El FC Barcelona se encuentra al borde del desastre económico y lo más complicado de la situación es que la solución se antoja complicada. El mayor drama para la afición culé, incluso por encima de la ruina de su club, es que la debacle financiera que vive podría llevarse por delante a los nuevos fichajes y también a Leo Messi.
El objetivo número 1 de la junta directiva que preside Joan Laporta es conseguir la renovación del argentino. El propio presidente no se atreve todavía a dar una respuesta clara sobre donde jugará el '10' porque ni él mismo lo sabe realmente. Su corazón le dice que en el Barça, pero su cabeza le hace ser cauto porque si las cuentas no cuadran, por mucha rebaja que haya, lo de Messi es inviable.
Laporta no miente cuando dice que las negociaciones con Messi va por buen camino porque el acuerdo es un hecho, incluso aunque el argentino decidiera seguir bajándose más el sueldo. Sin embargo, la junta directiva necesita organizar el resto de problemas que orbitan en forma de astros alrededor de Leo.
El Fair Play Financiero, las amortizaciones, los préstamos y la masa salarial son conceptos que están sonando más estas semanas en Barcelona que sus propios fichajes, otros que tampoco deben perder detalle de la situación porque en la escala prioridades parecen estar muy por detrás de Messi. Y si Messi lo tiene complicado, alguno podría enfilar la rampa de salida poco después de tomar la puerta de llegada.
El Barça no puede descartar ninguna opción ni ninguna posibilidad porque, tal y como indica el propio Laporta, es tiempo de hacer malabares económicos para poder salir hacia delante y a la vez intentar montar un equipo medianamente competitivo. Nadie le podrá negar a Laporta que no lo está intentando, aunque puede que con eso no sea suficiente.
Lo que necesita como el comer y casi como el respirar son ventas y ahí aparecen el nombre de varios futbolistas. El que más está sonando en las últimas horas es el de Antoine Griezmann, quien podría entrar en alguna especie de trueque con el Atlético de Madrid donde podría haber dinero, jugadores y quien sabe si algo más.
Se atascan las ventas
Sin embargo, el Barça tiene otros tres grandes problemas en su plantilla que son quienes más le ahogan. El primero de ellos es Philippe Coutinho. El brasileño, que llegó por una cantidad de 120 millones de euros fijos más 40 en variables, tiene todavía 50 millones de amortización pendiente y un suelo que supera los 20 millones brutos. Además, acaba de cumplir 29 años y lleva siete meses sin jugar, desde el 30 de diciembre.
Está pendiente de terminar la recuperación de su rodilla y con este panorama se le intenta encontrar una salida. El Olympique de Marsella lo intentó buscando un patrocinador externo, pero ni por esas. El brasileño sigue quedándose con gran parte del aire que necesita el Barça para subsistir. Desde la ciudad condal se sigue vendiendo que en la Premier League sigue teniendo mercado, pero de momento nadie ha llamado preguntando por un jugador que se ha devaluado hasta en 120 millones de euros en los últimos años. Un problema grande y una venta casi imposible.
Otro de los grandes problemas que tiene el Barça es Samuel Umtiti. Es una situación parecida a la de Coutinho. Su salario se encuentra entre los 15 y los 20 millones de euros brutos, sus problemas físicos y de rodilla son su carta de presentación y ya ha rechazado hasta la liberación del contrato que le resta con el Barça. No parece abierto ni siquiera a una cesión y las opciones de que salga, sin jugar y sin dar garantías médicas de estar bien, son casi nulas.
Y el último en esta ecuación es Miralem Pjanic. El bosnio llegó al Barça mediante una operación para cuadrar cuentas el pasado año y ahora es un problema. No ha jugado casi con Ronald Koeman, que no le quiere, y encontrarle una salida es misión imposible. La Gazzetta dello Sport informaba que la Juventus le quería de vuelta y ofrecía un intercambio con Ramsey como ya se hizo con Arthur Melo. Sin embargo, su salario de 9 millones brutos es demasiado alto y además, el gales ocuparía plaza de extracomunitario en el Barça tras el Brexit, por lo que la operación parece también complicada. La operaón salida se atasca y el Barça empieza a quedarse sin aire, sin Messi y sin fichajes.
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