El Gordo del verano cayó este 5 de agosto en la Ciudad Condal. Desde Barcelona informaban casi a diario que el acuerdo entre el Barça y Messi era total. A falta de poder inscribir al argentino, para no romper el límite salarial de La Liga, el conjunto azulgrana se aseguraba la continuidad de su mejor jugador. Pero este jueves, el club anunció por sorpresa que esto no va a suceder. Adiós a Leo.
En su comunicado, el Barcelona señaló directamente a LaLiga como la culpable de que Messi tenga que abandonar el club y el fútbol español: "A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de la liga española)".
Es importante recordar aquí que LaLiga no gana nada con la salida de Messi. De hecho, puede ser contraproducente para sus intereses. Para los de todos. Mejores jugadores en el campeonato doméstico español suponen mayor impacto mediático fuera de nuestras fronteras y, por tanto, mejores contratos y una mayor porción del pastel para cada uno.
"Para mí, Messi es el mejor futbolista del mundo y tiene que estar en la mejor liga del mundo. Hago lo que haga falta porque futbolistas como Messi o Cristiano no se vayan nunca", dijo por ejemplo Ángel Torres. El presidente del Getafe pidió hace tan solo unos días que LaLiga fuese "un poco sensible este año después del año tan malo del fútbol español".
Poco después de esto, se dio a conocer que Javier Tebas había llegado a un acuerdo con el fondo CVC para una inyección económica a La Liga de 2.700 millones de euros. Desde la patronal celebraron el negocio: "Se trata de un ambicioso plan de inversión que permitirá dotar a LaLiga y los Clubes de recursos con el objetivo de continuar la transformación hacia una compañía global de entretenimiento digital, fortaleciendo la competición y transformando la experiencia de los aficionado".
El acuerdo que podría parecer beneficioso para todos, con esa venta del 10 por ciento de La Liga al fondo de inversión, no resultó tal para Real Madrid y Barcelona. Así al menos lo han confirmado ambos en las últimas horas. Los dos grandes de España rechazan este acuerdo, del que se han enterado por los medios de comunicación, al considerar que vender en tiempos de crisis es hacerlo por un precio más bajo.
Fuga de talentos
Crear un fuerte formato de La Liga, con jugadores que acaparen portadas en todo el mundo y que sean referentes tanto dentro de los terrenos de juego como fuera de ellos es sinónimo de éxito. España durante muchos años ha sido un ejemplo a seguir. Una década en la que Cristiano Ronaldo y Leo Messi acapararon todos los focos. Pero eso ya es historia.
Los petrodólares han hecho estallar el mercado. Mientras en Alemania se mantienen firmes a sus valores, en la Premier League reina la ley del más fuerte. O directamente como pasa en la Francia, que el más fuerte es el PSG. El Paris Saint-Germain ha ido haciendo a golpe de talonario un equipo con algunos de los mejores futbolistas del planeta, si bien es cierto que eso no les ha hecho ganar la Champions.
Si en la Ligue-1 hay una especie de dictadura, más de cartera que de resultados, en la Premier League el pastel se reparte entre todos, aunque no sea de una manera igualitaria. No es lo mismo el jeque del Manchester City que los dueños del Newcastle. Todos multimillonarios, pero con distintas prioridades en sus proyectos. Eso sí, esto hace que en conjunto la liga inglesa esté repleta de estrellas, sea muy competitiva y tenga la atención del espectador a nivel global.
Algo que tuvo La Liga en el pasado y que se le ha ido escapando de las manos poco a poco. La salida de Messi puede asestar el golpe definitivo, pero hay un nombre que puede cambiarlo todo. Mbappé lleva sonando para el Real Madrid desde que estaba en el Mónaco, incluso cuando era un niño visitó las instalaciones de Valdebebas. Aunque es ahora cuando su fichaje parece más sencillo de hacerse.
Precisamente, la no continuidad de Messi en el Barcelona puede acercar definitivamente a Mbappé al Santiago Bernabéu. El futuro de la 'Pulga' está todavía por resolverse, aunque la opción que más peso está cogiendo es la del PSG, quedando a un lado la vía del Manchester City de Guardiola, que ve ahora imposible realizar una operación como esta.
La llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid supondría un golpe de efecto para la liga española. Después de perder a Sergio Ramos, Raphaël Varane o Leo Messi en un mismo verano, el campeonato doméstico nacional vería llegar a la gran estrella de presente y futuro del planeta fútbol. El francés es un reclamo en sí mismo para aficionados y patrocinadores, pero también para otros jugadores que vean en La Liga un producto seductor para continuar con sus carreras al más alto nivel competitivo.
Derechos de televisión
A mejores jugadores, más dinero para La Liga. Esta es una relación que no debe olvidar ninguno de los agentes del fútbol. Ni clubes ni futbolistas, así como tampoco marcas, instituciones y un largo etcétera que forma esta potente industria. En España hay que ser consciente que la mayor fuente de ingresos para el grueso de equipos que forman nuestro fútbol son los derechos de televisión.
Estos se hicieron aún más importante cuando la pandemia de la Covid-19 se metió en nuestras vidas. Sin ingresos por taquilla, los derechos de televisión aumentaron su relevancia a la hora de cuadrar los balances de los clubes. Pero a peor producto que ofrecer, más bajas cantidades pondrán sobre la mesa las teleoperadoras de televisión para hacerse con sus derechos.
Si bien es cierto que Tebas quiere "liderar la transformación que está viviendo el mundo del entretenimiento e impulsar al máximo todas las oportunidades de crecimiento que tienen los clubes para desarrollar un nuevo modelo de negocio que les permita diversificar e intensificar la generación de ingresos y los modelos de comercialización, acelerando su transformación digital".
En la práctica no es tan sencillo. El presidente quiere competir en la industria del entretenimiento con Premier, NBA o Netflix, pero sin grandes nombres, las complicaciones se amontonan alrededor de La Liga. Uno de cada cinco euros que recibe actualmente la competición viene de la televisión y este porcentaje puede haber aumentado exponencialmente tras el cierre de los estadios por más de una temporada y media por el coronavirus.
La importancia de los derechos de televisión adquiere aún mayor relieve ya que está a punto de comenzar el concurso. En el mes de junio del pasado año 2018, LaLiga adjudicó los derechos de las ligas nacionales para el ciclo de 2019 a 2022. El concurso se prevé que salga a partir del mes de septiembre y existe el temor de cómo serán las negociaciones ante la situación por la pandemia y la fuga de talentos.
Javier Tebas ya avisó hace unos meses que la tendencia tanto en la Premier como en la Bundesliga había sido a la baja, pero que esperaba que esto no sucediese tan fuerte en España, ya que las expectativas de la patronal son de "subir algo", aunque conscientes de que no "a dobles dígitos históricos". En el anterior acuerdo, LaLiga logró una revalorización de sus derechos del 25% para el ciclo 2019-2022, hasta 2.118 millones de euros por temporada sumando los derechos nacionales e internacionales.
Así las cosas, LaLiga tiene un año para que sus clubes vayan firmando a estrellas que dé un vuelco al interés de los aficionados. Que la opción de ver un partido de La Liga sea prioridad no solo en España y más allá de El Clásico entre Real Madrid y Barcelona, sino fuera de nuestras fronteras. Un año para cargar las plantillas y así poder vender caros sus derechos, la única vía para poder competir de tú a tú con la Premier y sus grandes.
Esta vía se abre un poco más gracias al Real Decreto-ley 15/2020, del pasado 21 de abril de medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional y acabó con el límite de temporadas que introdujo en 2010 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (Cnmc).
Según este: "La duración de los contratos de comercialización se supeditará a las normas de competencia de la Unión Europea". Así las cosas, se suprime el límite de tres años de duración en los ciclos audiovisuales. De ello ya se ha beneficiado la Premier League con el acuerdo alcanzado con los países nórdicos por los próximos seis años. Ahora le toca a La Liga poder explotar esos contratos de larga duración para maximizar sus ingresos.
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