Benjamin Mendy está cerca de poner fin a su carrera deportiva tal y como la conocía. El jugador francés del Manchester City, a sus 27 años, se encuentra en prisión provisional antes de comparecer en los juzgados. Se le acusa de cuatro casos de violación y uno de agresión sexual. El club británico, hasta que se resuelva la investigación, ha apartado al zaguero con un comunicado tajante. Mendy, fichaje de 2017 y que contó con la confianza de Guardiola en los momentos más complicados, siempre ha estado envuelto en polémicas.
Su historia comienza hace cuatro años. Es julio de 2017. El Manchester City, en busca de rearmar su defensa, hacía oficial la incorporación de Benjamin Mendy procedente del AS Monaco. Los de Mánchester, inmersos en una inversión constante en el mercado, pagaban casi 60 millones de euros. "Es uno de los clubes líderes de Europa, y con Pep Guardiola se han comprometido a jugar un fútbol ofensivo", decía por entonces Mendy de su nuevo equipo. Iniciaba así un camino hacia lo que prevería iba a ser el éxito como futbolista.
Las cosas, sin embargo, no tardarían en torcerse. En la temporada de su debut apenas pudo disputar nueve partidos entre todas las competiciones por culpa de una lesión. Concretamente de una rotura de ligamentos que le dejó seis meses fuera cuando solo se habían disputado seis jornadas de la competición nacional. Mendy tenía que 'renovarse' tras una lesión tan complicada y pelear por convencer a Guardiola. Lo intentó, pero el físico se convirtió en un muro constante que le separaba del asentamiento en el City.
La campaña 2018/2019 fue similar. En esta ocasión, el francés ascendió hasta los 15 partidos en todo el curso. Una lesión de rodilla con posterior operación y otra lesión en el muslo lastraron al defensa. Guardiola tenía que apañárselas y el City veía como su fichaje de 60 millones de euros apenas había podido aportar nada al equipo. No sería hasta la 2019/2020 cuando consiguiera jugar una cifra más normal como la de 30 partidos, aunque en la última campaña bajara a 20. El físico ya no era su principal enemigo, sino su actitud. Entre otras cosas, le pillaron circulando sin seguro y sin carnet de conducir.
Polémicas en pandemia
La prensa inglesa no duda en señalar a Mendy como un jugador al que le gusta el ocio nocturno de Mánchester. Salir y celebrar aunque los resultados deportivos o el simple calendario no acompañen es una de sus aficiones. Por ello, en 2019 y antes de un partido, el jugador fue captado de fiesta en un local de la ciudad. No estaba convocado para jugar contra el Fulham, pero el simple hecho de esa falta de disciplina ya llevó a Guardiola a lanzarse un aviso en público.
"No soy su padre", destacó el técnico catalán, que tenía que ponerse serio ante las actitudes de Mendy. Entre lesiones y falta de adaptación, el francés rompía el ritmo de trabajo yéndose de fiesta. El combo perfecto para ser expulsado de cualquier equipo, aunque la confianza de Guardiola en sus cualidades deportivas siempre le mantenían con ficha en el Manchester City.
El fútbol paró con la llegada de la pandemia y la vida de los jugadores se vio modificada como la del resto de la población. Los entrenamientos se tuvieron que trasladar a los domicilios particulares y el control de las rutinas se dificultó para los clubes. Sin embargo, las ligas nacionales no tardaron en adaptarse y el fútbol pudo volver a diferencia del día a día de otros sectores. Quizás por ello Mendy tuvo que buscar alternativas: sin el ocio que tanto había disfrutado, había que ingeniárselas. El resultado no fue otro que una nueva polémica.
Mendy organizó una fiesta ilegal en Nochevieja el pasado diciembre de 2020. Su defensa fue que solo asistieron sus familiares más cercanos y un chef. Un hecho grave al saltarse las medidas del país, pero aún más señalado debido a que en ese momento el City estaba luchando contra un brote de la Covid-19 en su vestuario. Además, medios británicos revelaron que había pedido "chicas" a una agencia de modelos. Todos los focos le apuntaban y Guardiola, en un movimiento valiente pero polémico, salió en su defensa. La imagen del técnico a nivel interno se vio fortalecida, aunque en el exterior le costara más de una crítica.
"Benjamin ya tuvo Covid en el pasado, ha pasado test todos los días como todos los demás. Se ha explicado, sabe lo que ha hecho y aprenderá en el futuro. Es parte del grupo, es uno de los muchachos más queridos en nuestro grupo", espetó Guardiola, que logró dejar a un lado la polémica y enterrar la crisis de Mendy en el Manchester City.
Apartado y acusado
Acostumbrado a estar rodeado de polémicas, la última ha sido excesiva y traspasa todos los límites. La Premier, que en los últimos meses ya vio cómo un referente como Giggs era acusado de agredir a dos mujeres y cómo un jugador era detenido por presuntos delitos sexuales contra menores, sufría un nuevo revés.
Fue el pasado 26 de agosto cuando se producía la detención y suspensión de Mendy. Tras un primer comunicado de la policía, el club inglés reaccionaba para evitar más rumores. "Manchester City puede confirmar que tras ser acusado por la policía, Benjamin Mendy ha sido suspendido a la espera de una investigación El asunto está sujeto a un proceso legal, por lo que el club no puede realizar más comentarios hasta que esté completo", indicó el club.
Las autoridades, por el contrario, sí que detallaron los hechos de los que se le acusa. En total son cuatro cargos de violación y uno de agresión sexual. Las denuncias proceden de tres mujeres mayores de 16 años y se remontan al año 2020 y este mismo mes de agosto de 2021. Además, se le acusa de romper las condiciones de libertad bajo fianza impuestas el pasado mes de julio. Por todo ello, Mendy está detenido y bajo prisión provisional hasta que comparezca el 10 de septiembre tras una primera estancia ante el Tribunal de Chester.
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