El Atleti ya no es el equipo del pueblo y se sienta en la mesa de los ricos: su nuevo papel en Europa con el PSG

El Atlético de Madrid ha salido airoso de las últimas grandes crisis del fútbol europeo y español. Lejos de salir perjudicado, el conjunto rojiblanco ha logrado codearse con las principales entidades del deporte hasta entrar en los órganos de decisión de varias instituciones. Ello, acompañado del gasto realizado en el mercado de fichajes, transforma la imagen del 'equipo del pueblo' hacia un perfil que se sienta en la misma mesa que el PSG. 

El último movimiento clave del conjunto colchonero se ha dado en una ECA dominada por Al-Khelaifi. El máximo representante del PSG estrechó la mano de Miguel Ángel Gil Marín para celebrar su incorporación a la Ejecutiva del organismo representativo de los clubes continentales. Después de que en su día dimitiera, al igual que otros como Agnelli (Juventus), el rojiblanco ha vuelto a incorporarse. Su club lo ha celebrado pues "será el único representante del fútbol español en el organismo presidido por Nasser Al-Khelaifi". Real Madrid y Barcelona, defensores de la Superliga, no tienen opción alguna. 

Y, al igual que hay cargos en la ECA, Gil Marín también sigue en la vicepresidencia primera de LaLiga tras recibir el perdón del resto de entidades. Sin embargo, no es el único detalle que catapulta al Atlético a la clase alta del fútbol continental. Los fichajes acometidos, especialmente en tiempos de crisis por la pandemia y en contraste con Madrid y Barça, fomentan ese adiós a la imagen de equipo sin recursos para formar una plantilla candidata a casi todo.

En resumen, tras estos tiempos de crisis el Atlético de Madrid se ha conseguido codear con las grandes entidades del momento. Por medio de Miguel Ángel Gil Marín, su consejero delegado, el conjunto rojiblanco estará representado en la vicepresidencia primera de LaLiga y en la Ejecutiva de la ECA. Ambos cargos ya los ostentaba, pero con la explosión de la Superliga todo cambio... salvo para Gil Marín.

El caso de la Superliga

El Atlético de Madrid está actualmente muy alejado de la Superliga. Y esta actitud puede haberle servido para que Miguel Ángel Gil Marín vuelva a formar parte de la Ejecutiva de la ECA tras la última reunión del máximo organismo representativo de los clubes europeos. Sin embargo, el consejero delegado rojiblanco fue uno de los que dimitió en su día para mostrar su respaldo al proyecto de la Superliga Europea.

La nueva competición, cabe recordar, fue anunciada el pasado mes de abril con la rúbrica de 12 grandes clubes europeos. Todos ellos se asociaban para crear una nueva competición donde se aumentaran los ingresos y las audiencias. El objetivo era frenar la crisis del fútbol en pleno golpe económico por la Covid-19. 12 entidades aceptaron sumarse al proyecto, pero solo tres aguantarían la presión. Y ninguna de ellas el Atlético de Madrid.

El conjunto colchonero fue el primer y único español en dar un paso atrás. La UEFA atacó sin mesura a la Superliga, poco después llegó la Premier League y la intervención de Boris Johnson acabó por frenar en seco el avance de la Superliga. El proyecto quedaba en pausa y tocaba el momento del 'perdón'. Real Madrid, Barcelona y Juventus se mantuvieron. El Atlético, por medio de un comunicado, se disculpaba por la decisión tomada. Pero no iba a ser tan fácil.

Gil Marín tuvo que acudir a LaLiga para recibir el apoyo de todos los clubes, explicar las razones de su decisión y el porqué de su arrepentimiento. Salió con 'vida' y mantuvo su vicepresidencia primera. Poco después siguió los mismos pasos con su afición, pues en cierto sector se rechazaba formar parte del proyecto. Decisiones que chocaron con las palabras de Enrique Cerezo, que definió como la "gran solución" el hecho de impulsar la Superliga Europea.

El Atlético, pese a defender por medio de su mandatario la creación del proyecto, acabó firmando el documento de la paz con la UEFA. Una paz con condiciones, pues se 'condenaba' a los firmantes a pagar una sanción y perder ingresos en favor del resto de entidades europeas. Se comprometían, además, a no volver a defender el proyecto. El club rojiblanco firmó junto a los otros ocho equipos. La Justicia, sin embargo, anuló las sanciones dando la razón a la Superliga. 

Meses después, el Atlético se ha aliado junto a un PSG señalado por numerosos clubes por posible incumplimiento del Fair Play Financiero. Y su idea de la necesidad de la Superliga ha quedado completamente opacada ante un dirigente que en un mismo verano ha fichado a Messi, Ramos y Donnarumma rechazando 200 millones de euros por Mbappé.

Apoyo a CVC

El acuerdo de LaLiga con CVC ha sido el otro gran conflicto de los clubes en los últimos meses. Además, de una intensidad similar al de la Superliga, pues también se han visto involucradas instituciones como la Real Federación Española de Fútbol. Sin embargo, el Atlético de Madrid ha huido de toda polémica y se ha alejado de los otros clubes tradicionales del fútbol español.

Real Madrid y Barcelona, como con la Superliga, fueron los principales opositores a firmar el acuerdo. El Athletic Club también se negó y acabó emitiendo un duro comunicado donde explicaba la celeridad con la que se había impulsado el trato y las dudas que surgían en torno a las condiciones. El Real Oviedo fue quien dio la sorpresa al evitar firmar el acuerdo. El Atlético, sin embargo, sí que lo apoyó con el objetivo de percibir cerca de 200 millones de euros.

Un aumento de ingresos que ha ido de la mano de su ampliación de capital. El Atlético anunció recientemente un acuerdo con un fondo norteamericano para ampliar el capital en casi 182 millones de euros. Todo un impulso en términos económicos que ha permitido a la entidad colchonera dar la cara en el mercado hasta situarse entre los grandes.

Los datos del fin del mercado así lo constantan, pues el Atlético ha sido el equipo español que más ha gastado (75 millones de euros) y el décimo en toda Europa según datos de Transfermarkt. La temporada pasada finalizó undécimo en inversión de mercado y en total acumula un balance negativo de 70 millones de euros y un gasto de 154 'kilos' las dos últimas temporadas. Si no se tuvieran en cuenta las incorporaciones del PSG con agentes libres previo pago de una prima de fichajes, el Atlético habría gastado más en los dos últimos años que el equipo del jeque. 

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