El fútbol europeo se ha convertido en un lugar donde los inversores ven una oportunidad de negocio a pesar de la crisis de la Covid-19. Concretamente los de Estados Unidos, que han aumentado su influencia sobre el continente que vio nacer este deporte. Son precisamente esos problemas económicos derivados de la pandemia los que han incrementado las necesidades de las entidades, que se han convertido en una oportunidad para estos grupos.
Estados Unidos está encontrando en este deporte un lugar de expansión, pero desde los despachos. Aunque la irrupción de jóvenes talentos que proceden de este país es más que interesante, la presencia de propietarios norteamericanos está creciendo. En esta camada, el que abrió el camino fue Christian Pulisic, aunque Sergiño Dest y Weston McKennie también están ganando influencia. Giovanni Reyna, Tyler Adams y Josh Sargent también apretan desde abajo.
En la actualidad hay 45 clubes en Europa dónde el dinero norteamericano tiene una importante participación que les hacen ser parte fundamental de la pirámide. El último en unirse a la lista ha sido el Genoa FC de la Serie A. 777 Partners, el fondo de inversión con sede en Miami, espera cerrar la operación con la que se hará con el club a cambio de 150 millones de euros. Cabe destacar que es Italia el sitio favorito en los últimos años ya que la anterior inversión fue la del Ascoli.
En los últimos tres años se ha acelerado su apuesta por los clubes europeos, haciéndose con el control de entidades deportivas de hasta once países del viejo continente, hasta el punto de que el 64% de las adquisiciones de clubes se han concretado desde 2018. Por ejemplo, 777 Partners también está presente en La Liga con el Sevilla ya que, a través de la sociedad Sevillistas Unidos 2020, controla el 12% del capital. El objetivo que tuvo este grupo es duplicar el presupuesto del conjunto andaluz en el año 2025.
Interés inglés
La Premier League sigue siendo la principal referencia en esta cuestión, aunque es el Reino Unido en general donde dominan con 19 entidades deportivas repartidas entre Inglaterra y Escocia. El mercado británico es el más atractivo para los inversores por la tradición que existe en estos países. La profesionalización del fútbol inglés, por encima del resto, es lo que les hace meter la cabeza desde categorías inferiores para hacer un proyecto a largo plazo y tratar de llevarles a la máxima división.
Su influencia va de clubes históricos y relevantes como Arsenal (Stan Kroenke), Liverpool (Fenway Sports Group) o Manchester United (familia Glazer) de la Premier League hasta clubes de la tercera categoría del fútbol inglés, como el Ipswich Town (Brett Johnson). Te puedes encontrar a un norteamericano fichando a Cristiano Ronaldo para que vuelva a Old Trafford, como haciendo inversiones en forma de cesiones de jugadores prometedores de grandes clubes para que les guíen hacia el ascenso.
Esto hace que personalidades como LeBron James, detrás del conjunto de Anfield, o Ryan Reynolds, que invirtió en el Wrexham, también tengan influencia sobre las competiciones inglesas.
Italia, España...
Italia es otro lugar colonizado por el dinero norteamericano, otro mercado propicio para el dinero estadounidense que de momento controla hasta ocho clubes. Destacan los negocios que los norteamericanos han establecido con clubes históricos como el AC Milan (Elliott Management Corporation), la AS Roma (Dan Friedkin) o la AFC Fiorentina (Rocco Commisso). Además, la Serie A sigue negociando con fondos de inversión que tienen su base en Estados Unidos para invertir en la competición.
España no se queda atrás, aunque en la actualidad solo son dos los clubes que pertenecen en parte a capital de Estados Unidos, además del Sevilla: RCD Mallorca y UD Alcorcón. Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns, se convirtió en el máximo accionista del equipo bermellón a través de Liga Acq Legacy Partners haciéndose cargo de la ampliación de capital por valor de 20 millones de euros. En el caso del conjunto alfarero, Iván Bravo y el fondo de inversión estadounidense Best Navy se hicieron con la propiedad por 14 millones de euros.
Francia y Dinamarca, con cinco y cuatro clubes respectivamente, son otros países con amplia presencia de inversores estadounidenses. Pero también se puede ver dinero norteamericano en Irlanda, Grecia, Países Bajos, Portugal o Suiza. Por ejemplo, un conglomerado conformado por Pacific Media Group, Partners Path Capital, Randy Frankel, Chien Lee y Krishen Sud se hicieron con el FC Den Bosch, de la segunda división neerlandesa.
Estados Unidos ve en el futbol europeo una oportunidad de negocio tras la crisis de la Covid-19 para extender su poder. Mientras el dinero de los petrodólares y los gaseodólares trata de imponerse mediante el PSG, el Manchester City o el Chelsea, desde el otro lado del charco también quieren ser dueños de los sueños de los aficionados de muchos clubes del viejo continente.
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