Ronald Koeman se ha quedado sin crédito. Si es que todavía le quedaba a ojos de Joan Laporta. El presidente del Fútbol Club Barcelona se ha quedado sin margen para destituir a su entrenador después de la apabullante derrota sufrida este miércoles contra el Benfica (3-0). Algo hay que hacer.
El equipo vaga sin rumbo. Ahora mismo la posibilidad de caer eliminado en la fase de grupos de Champions League (algo que no ocurre desde la temporada 2000/2001) es real. Koeman, que desde hace semanas ha tomado un discurso derrotista, parece incapaz de levantar este proyecto junto a un grupo decepcionado con él y una directiva que desde hace tiempo pide su cabeza.
Koeman ha hecho cosas buenas en este Barça desde que llegara en verano de 2020. Entre ellas, levantó un título, la última Copa del Rey, algo que parecía imposible. Pero en este inicio de temporada se ha terminado por romper casi todo lo que había construido, siendo la apuesta por los jóvenes talentos lo único positivo. El del Benfica es otro partido que entra en su museo de los horrores como entrenador culé.
Barcelona 1-4 PSG
Todavía no había llegado Laporta y Koeman se dio de bruces contra la realidad. Al Barça le cayó el PSG en octavos de la Champions. En la ida se enfrentaban en el Camp Nou y todo resquicio de esperanza en torno a este equipo, todavía sin presidente, desapareció. Messi abrió la lata contra el que ahora es su equipo, pero fue una ilusión. Un hat-trick de un gigante Mbappé y otro tanto de Kean silenciaron el feudo culé.
Aquella derrota demostró que este Barça no está para luchar contra los grandes de Europa. No hubo oportunidad. Laporta ya se sentaría en el palco en la vuelta en el Parque de los Príncipes donde lo máximo que se pudo hacer para lavar la imagen del equipo fue sacar un empate a uno.
Barcelona 1-2 Granada
Casi dos meses después llegó otro partido que marcó a Koeman. Parecía que la nave azulgrana empezaba a despegar. Se había ganado la Copa del Rey y el equipo estaba en la pelea con Atlético y Real Madrid por La Liga. Tanto que le llegó la oportunidad de colocarse líder en un partido para el que, a priori, era claro favorito: contra el Granada en el Camp Nou.
El Barça, que se adelantó con otro gol de Messi, perdió 1-2 y Koeman fue expulsado por decirle "vaya personaje" al cuarto árbitro. Tras aquello, y tras una victoria in extremis contra el Valencia, llegaron tres pinchazos seguidos en las últimas cuatro jornadas que dejaron al equipo sin opciones para el título. A Laporta le dolió, sobre todo, la incapacidad de Koeman y la plantilla de luchar y dar esa imagen. En verano le quiso destituir, pero no encontró sustituto.
Barcelona 0-3 Bayern
Ya en la temporada actual, tras un verano de roces entre Koeman y Laporta, con la salida traumática de Messi aún presente, al Barça le tocó debutar contra el Bayern Múnich, el del 2-8, en el Camp Nou. El ambiente ya era pesimista, pero lo que ocurrió en el campo fue todavía peor. Un Bayern a medio gas pisoteó al Barça en su casa y le ganó 0-3 sin apenas sudar. Otro baño de realidad.
Luego Piqué y Koeman dejaron una misma frase que todavía retumba: "Es lo que hay". Esa imagen derrotista molestó a Laporta y a muchos aficionados culés. Todavía los jugadores intentan borrar aquellas palabras asegurando que solo les vale pelear por La Liga y la Champions, ambas cada día más difíciles.
Cádiz 0-0 Barcelona
La siguiente decepción, en Liga, acabó con Koeman expulsado como ante el Granada el curso pasado. El Barça, que venía de la derrota contra el Bayern y un empate ante el conjunto nazarí, volvió a pinchar. Fue contra el Cádiz como visitante en un partido en el que los síntomas se agravaron por el fútbol que mostró el equipo azulgrana.
Fue ese día en el que se comprobó que no queda nada del Barça de Guardiola, el de Messi, Xavi o Iniesta. El único recurso de los culés fue poner balones al área sin sentido.
Benfica 3-0 Barcelona
Y así se llegó al desastre de este miércoles. Koeman, suspendido en Liga por dos partidos, perdiéndose el último contra el Levante, volvió a sentarse en el banquillo y presenció de cerca el hundimiento definitivo de su equipo. Perder 3-0 contra el Benfica no es admisible, como tampoco lo es llevar 0 puntos tras dos jornadas de la fase de grupos de la Champions.
La pregunta ya no es si Laporta despedirá a Koeman sino cuándo lo hará. Este fin de semana se visita al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano y el neerlandés no estará para cumplir su segundo partido de sanción. Eso da aire como también lo da que luego venga un parón internacional. Da Luz, la casa del Benfica, puede ser el último escenario de Koeman como entrenador del Barça.
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