La Premier League había sido muy criticada por diferentes sectores al abrirse a que un nuevo club-estado aparezca en la élite europea con el Newcastle United. La aprobación de la compra con dinero de Arabia Saudí de la histórica entidad levantó unas ampollas relacionadas con la vulneración de la historia de la competición. Pero los clubes que conforman la máxima división del fútbol inglés han dado un portazo a que se produzca una superinflacción en las cuentas de las urracas con una nueva norma antijeques.
La llegada de PIF, un fondo de inversión que está dirigido por Mohamed Bin Salman, parece asegurar un futuro próspero a las 'urracas' con grandes fichajes que posicionen al equipo como uno de los equipos más potentes de Europa. El príncipe heredero de Arabia Saudí colaborará estrechamente con PCP Capital Partners y RB Sports&Media para hacerse un hueco entre los mejores clubes de la Premier. Pero se van a encontrar una gran traba con la noticia de este martes.
18 clubes de los 20 que conforman este ente votaron a favor de bloquear temporalmente los acuerdos de patrocinio vinculados a los propietarios de un club. Es decir, el nuevo propietario del Newcastle United no podrá hacer que su nueva entidad firme contratos millonarios con empresas que él mismo controla.
Evidentemente, el equipo del norte de Inglaterra votó en contra, mientras que el Manchester City, equipo también afectado por esta cuestión, se abstubo. Este cambio de norma temporal será para el próximo mes, mientras sigue debatiéndose una reforma total del sistema.
Las quejas de los clubes ingleses dieron su fruto para que se votara esta reestructuración en el Fair Play Financiero de la Premier que, por ejemplo, trajo problemas con el City. En su momento, se abrió una investigación que ponía en duda la ética de la procedencia de algunos patrocinios del equipo de Mánchester. Desde 2018 esta sigue abierta y podría acabar con la retirada de los títulos cosechados por el conjunto británico en ese momento.
Quizá, por eso los directivos no se han mostrado en contra de la decisión y solo se han abstenido. En cualquier caso, este cambio afectará a acuerdos futuros, no a los ya firmados que también podían hacer que Everton o Leicester City tuvieran que cancelar los patrocinios por el nombre de sus estadios.
El caso del City
Varios clubes europeos importantes tienen acuerdos de patrocinio vinculados a sus propietarios, como el PSG con Catar. Pero el caso del Manchester City es el más claro. El estadio, el complejo de entrenamiento y las camisetas están patrocinados por Etihad, la aerolínea de Abu Dhabi, que está estrechamente vinculada con la dirección de la entidad. La Premier también investiga otros contratos que están vinculados con empresas cercanas a los dueños del City Football Group.
El equipo que ahora entrena Pep Guardiola también tuvo problemas con la UEFA. El City salió indemne de una posible sanción de dos temporadas fuera de las competiciones europeas que le había impuesto el organismo continental después de cometer infracciones de las reglas del Juego Limpio Financiero. Su apelación al Tribunal de Arbitraje Deportivo resultó satisfactoria, aunque Javier Tebas ha puesto en duda en varias ocasiones esta resolución.
Ahora, la gran guerra por la equidad de oportunidades ante las grandes fortunas que están desembarcando en el fútbol europeo se libra en Gran Bretaña. Parecía que con el Brexit se iba a abrir la mano para estas entidades, pero la Premier ya ha dicho no. Otros grandes inversores de otras partes del mundo que tienen intereses en algunos equipos importantes de la máxima división del fútbol inglés han sido los principales impulsores de este gran cambio.
Hay ejemplos desde Estados Unidos, como el Manchester United o el Arsenal, que se han hecho con la propiedad de estos clubes logrando contratos de patrocinio fuera de sus dominios. El objetivo es que se concentre en generar ingresos, controlar la viabilidad de los clubes y no se produzca el famoso dopaje financiero. Los intereses políticos detrás de la compra del Newcastle, que se ha establecido dentro de una batalla en el Golfo Pérsico, no han hecho ninguna gracia en el lugar donde se inventó este deporte.
Las reglas del Fair Play Financiero de la Premier League permiten a los clubes tener pérdidas máximas de 105 millones de libras esterlinas durante un período continuo de tres años. Se esperaba que el Newcastle hiciera acuerdos comerciales en estas próximas fechas para comenzar la reestructuración del club. Antes de que se congelasen estas firmas con la medida aprobada por los clubes, podrían haber eludido los márgenes en este primer año y gastar más de lo permitido con el fin de hacer grandes fichajes.
El futuro del Newcastle
La fortuna del príncipe heredero de Arabia Saudí y de su fondo de inversión se sitúa alrededor de los 320 billones de libras. Por comparar, la del propietario del Manchester City, Sheikh Mansour, es de 'solo' 23,2 billones, mientras que la de Roman Abramovich, dueño del Chelsea, es de 9,6 billones y la de Nasser Al-Khelaifi, gestor del PSG, es de 6,5 billones. El potencial económico seguirá repercutiendo sobre el Newcastle, pero tendrá más dificultades.
Desde Inglaterra se estimaba que invirtieran en torno a los 60 millones de euros en el primer mercado de fichajes que afronten. Habrá que ver ahora qué cantidades piensan manejar tras esta noticia. De momento, tendrán que intentar mantener la categoría, ya que se sitúan en puestos de descenso actualmente. Hasta enero no podrán llegar fichajes, cuando se espera que sean los grandes agitadores de una ventana que suele dejar pocas sorpresas. Antes, habrá que ver si esta norma se establece como definitiva.
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